Pasaban unos minutos de las once de la noche del viernes cuando el equipo especial formado por doce efectivos y un inspector de la Policía Local de Alicante llegaba a la avenida de Países Escandinavos, en la Playa de San Juan. Un tramo que abarca gran parte del ocio nocturno en toda la zona. A las 23.15, los agentes rozaban la decena de sanciones a grupos de jóvenes por no llevar la mascarilla ni respetar las medidas de seguridad.
Esa es la realidad que define la noche en Alicante: personas que no portan la protección, aglomeraciones sin medidas de seguridad, poca o ninguna distancia social en muchos establecimientos y un goteo constante de multas por consumir alcohol y drogas en la vía pública. Las actitudes irresponsables afloran entre la sociedad, especialmente entre los más jóvenes, cuando los brotes de covid-19 están a la orden del día. En esta ocasión, como se repite todas las semanas, un operativo integrado por ocho agentes de la unidad Fox y cuatro del Grupo Operativo de Intervención Rápida (GOIR), armado de paciencia, intenta que el mensaje de prevención sanitaria cale en la sociedad a golpe de sanción. El inspector, Raúl Romero, da las últimas instrucciones a su grupo, que cubrirá un itinerario también con avenida de Niza, Costablanca, El Cabo y Miriam Blasco durante toda la noche. Mientras tanto, en Países Escandinavos, los efectivos identifican a varios grupos de personas entre 19 y 21 años por estar reunidos a las puertas de los locales y no llevar mascarilla. Los jóvenes son de nuevo advertidos por los policias de la situación actual: algunos se disculpan, otros justifican la ausencia de protección.
«Me la he dejado en casa; estoy fumando, nadie la lleva (...)» son algunas de las respuestas que dan estas personas a los agentes.
El equipo continúa con su trabajo inspeccionando los establecimientos, ya que algunos ofrecen cachimbas a los clientes. «Si no se trata de un consumo individual, está prohibido», aclara uno de los agentes. El equipo se adentra en un local al observar que una mesa de seis personas está compartiendo una. Finalmente, el establecimiento será multado por no avisar a los clientes sobre la ilegalidad de su consumo grupal.
Asimismo, en otra parte de la misma avenida, el operativo inspecciona también la distribución de las mesas de varios locales: ninguno guarda la distancia de seguridad entre las mesas. Cerca de ochenta personas abarrotadas en el interior de una terraza en plena pandemia de coronavirus. Una parte de los presentes estaba más preocupado de las fotografías y de «sus derechos» a no salir en ningún medio antes que cumplir con las medidas sanitarias decretadas. Antes de abandonar la zona, un hombre camina tambaleándose en medio de la calle. Solo y sin mascarilla, la Policía le pide que se ponga la protección. No la lleva. «Se me ha olvidado pero aun así no me la pondría: las mascarillas dan cáncer», dice.
Poco después, el equipo recibe numerosos avisos: hay grupos haciendo botellón por las inmediaciones. La Policía Local insiste en que está prohibido consumir alcohol en la vía pública, y más en las circunstancias actuales. Las sanciones por estos hechos son, junto con la ausencia de mascarillas, las más numerosas.
Entre las alertas, un grupo de 12 jóvenes está consumiendo alcohol en la calle en la avenida de las Naciones, hay dos menores de edad. «No tengo mascarilla, se me ha olvidado en casa, dejadme una», advertía una adolescente a los agentes durante su identificación. Un poco más tarde, dos botellones más: uno en la playa de la Almadraba y otro en el Cabo de las Huertas. En el caso de las calas, se trata de una reunión de amigos, más de la mitad sin portar mascarilla, que optó por acudir a las rocas «para no molestar a los vecinos y tener la oportunidad de juntarse después del estado de alarma». Sobre las protecciones, algunas en casa y otras en el coche. Cerca de la Albufera, otro grupo de personas, pero esta vez de edad adulta, se la pone una vez han sido sorprendidos por la Policía.
Durante el operativo, la mayoría de las sanciones recayeron sobre jóvenes que no superaban los 22 años. Los efectivos de Alicante continúan trabajando en estos dispositivos especiales, como el que acudió a la Playa de San Juan la madrugada del viernes al sábado. La noche se saldó con unas 114 denuncias: 75 por no usar la mascarilla y 32 por botellón en vía pública. Y todo esto es lo que ha llevado a la Generalitat a decretar el uso obligatorio de la mascarilla.
Más de medio millar de multas en un mes por incumplir las medidas sanitarias
Más de medio millar de multas en un mes por incumplir las medidas sanitariasLos agentes incrementan los dispositivos los fines de semana para que se respeten las normas
La Policía Local ha impuesto en un mes unas 600 denuncias por no usar mascarilla, consumir alcohol y drogas en la vía pública, controles de alcoholemias e incumplir las medidas de seguridad frente al covid-19 los fines de semana en Alicante. Cuatro semanas después de levantar el estado de alarma, las conductas irresponsables y los comportamientos temerarios siguen aumentando entre la sociedad. El número de multas por botellón encabeza la lista por encima de no portar la mascarilla, 282 frente a 264. Por todo ello, la Policía Local también ha intensificado el control y concienciación ciudadana del debido uso de la protección sanitaria, y ha impuesto sanciones a las personas que incumplían la medida.
Los efectivos recuerdan que las penalidad por el incumplimiento y desobediencia de no utilizar la mascarilla conlleva multas de hasta 100 euros. Además, la Policía recalca en los continuos conatos de botellón que se producen en la zona de playas, por lo que se está en «constante vigilancia» el tramo de Cala Palmera y Cantalar en el Cabo de las Huertas.
El edil de Seguridad, José Ramón González, incide en que « serán inflexibles con estas actuaciones porque no podemos arriesgarnos a sufrir rebrotes de covid-19, lo que podría suponer un nuevo confinamiento con su consecuencias económicas y sociales».
