La Comunidad Valenciana registró ayer, en la localidad alicantina de Monóvar, el primer gran incendio del verano de 2020. Han sido más de 120 hectáreas de pinar y monte bajo calcinadas y una decena de casas de campo desalojadas. Un siniestro que recuerda al ocurrido hace un año en Beneixama. Exactamente el 15 de julio de 2019. En ese caso las consecuencias fueron mucho más devastadoras. Ardieron 900 hectáreas de masa forestal y los servicios de Emergencia tuvieron que desalojar a 84 personas de varias casas ubicadas en la sierra de La Solana. Un año después la historia se repite.