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Barcala avisa al Gobierno central: «Amortizaré toda la deuda antes de dejar que nos quiten el dinero»

El alcalde advierte de que cancelará los 19 millones de deuda municipal si el Gobierno decide controlar los «ahorros» de los ayuntamientos

El alcalde Barcala conversa con los socialistas Sanguino, Amorós y Millana, y el popular González. ALEX DOMÍNGUEZ

Amortizar la deuda del Ayuntamiento de Alicante (19 millones de euros) para que el Gobierno central controle el mínimo posible de los «ahorros» municipales, que ahora rondan los 50 millones. El alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), anunció ayer que, si el Ejecutivo del socialista Pedro Sánchez sigue adelante con su plan de conseguir liquidez a costa de las administraciones locales, tratará de dejar a cero la deuda con tal de «ceder» el mínimo dinero posible al Estado. «Si no nos dejan alternativa, utilizaremos el remanente para cancelar la deuda. No vamos a dejar que nos quiten el dinero. Amortizaré el 100% de la deuda antes de dejar que nos quiten el dinero», apuntó ayer Barcala al término del pleno extraordinario. La decisión tendría que contar con el aval del Pleno municipal

Actualmente, el Ayuntamiento arrastra una deuda de 19 millones de euros -frente a los 176 millones de hace ocho años- y dispone de un remanente de 47 millones, al que se suma la «hucha» de los entes autónomos, que ronda los tres millones (1,9 millones del Patronato de Turismo, un millón de Escuelas Infantiles y unos 240.000 euros de la Vivienda). Así, de cancelar la deuda, el Gobierno central sólo podría disponer de 31 millones y no del total de 50 millones.

La reacción del alcalde responde a la negociación abierta entre el Ministerio de Hacienda y la Federación Española de Municipios (FEMP) para tomar el control de la bolsa de ahorros de los municipios con el fin de sumar liquidez a la hora de afrontar las consecuencias del coronavirus. A cambio, el Gobierno central liberaría una parte reducida de ese remanente para gasto local. Esa «hucha» que ha ido acumulando el municipalismo alcanza, en total, los 28.000 millones en España, algo más de 4.700 en la Comunidad y unos 1.600 en la provincia. En la ciudad de Alicante, la cifra asciende a un total de 50 millones de euros.

La fórmula planteada por la ministra María Jesús Montero se basa en que los municipios presten al Gobierno de forma «voluntaria» el superávit para articular una devolución a plazos. La idea de Hacienda es que las entidades locales aporten sus ahorros a las arcas del Estado. Luego se les devolvería mediante dos ingresos en 2020 y 2021 por 5.000 millones, a los que se añadiría una posterior devolución plazos en una década. La adscripción al plan sería «voluntaria» pero la negativa a adherirse impediría que ese municipio accediera a la parte que va a liberar de gasto el Ministerio de Hacienda. Así que, en la práctica, sería una obligación, ya que, de no ceder, no podrían gastar ni un solo euro de las cantidades ahorradas.

Tras conocerse los primeros detalles de la medida, Barcala ya se mostró el pasado miércoles en contra de la propuesta del Gobierno. «Rechazo la incautación, es un atraco por plantearla sin ningún consenso. El Ejecutivo central debe liberar el remanente de tesorería para que lo podamos usar en políticas de reconstrucción y de ayuda social tras el impacto negativo que ha tenido en la ciudad tanto a nivel de personas y familias vulnerables como de negocios, en especial entre nuestros autónomos y pequeños y medianos empresarios», añadió el popular.

Reacciones

A la propuesta de liquidar la deuda para que el Gobierno central controle la menor cantidad de ahorros de los alicantinos reaccionó ayer la izquierda en bloque. El socialista Francesc Sanguino ironizó con que «a quien menos» se imaginaba «lanzando el mensaje de 'España nos roba' era a Barcala», mientras desde Unidas Podemos, Xavier López reprochó la improvisación: «El anuncio parece más una decisión tomada en caliente, dentro de la estrategia del bipartito de oposición a los gobiernos progresistas, que no a un razonamiento meditado». Por último, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, criticó la actitud del alcalde: «Nos oponemos frontalmente a la última bravuconada de Barcala, insinuando que va a dedicar los recursos municipales a reducir la insignificante deuda municipal. Apostamos por seguir presionando desde el municipalismo para que se liberen esos fondos».

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