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El 94% de los edificios nuevos de la provincia de Alicante tiene barreras arquitectónicas

La ley que regula la accesibilidad se aprobó en 2010 y solo unos mil de los 15.000 inmuebles levantados la cumplen estrictamente

Un hombre mueve una silla de ruedas para superar un escalón de acceso a un edificio. ANTONIO AMORÓS

Sólo un 6% de los edificios construidos en la provincia y en la Comunidad Valenciana en los últimos diez años (2011-2020) son totalmente accesibles en todos sus puntos, unos mil de los 15.000 inmuebles levantados en Alicante, lo que revela, según un informe de la Fundación Mutua de Propietarios (institución sin ánimo de lucro), que los promotores siguen incumpliendo, por norma general y al menos en parte, la Ley de Accesibilidad en vigor desde 2010 para proteger a las personas con algún grado de discapacidad

A pesar de las medidas recogidas en la ley, los nuevos inmuebles siguen incorporando barreras arquitectónicas, según el trabajo de la Fundación en colaboración con la Cátedra UNESCO de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. En los edificios de nueva construcción aún siguen existiendo un 30% de entradas con escalones o escaleras, un 54% carece de rampa y solo un 8% tiene elevadores eléctricos. El estudio analiza los problemas que encuentran las personas con movilidad reducida desde que llegan al portal hasta acceder a su vivienda.

En la provincia de Alicante existen, además, 86.214 edificios construidos antes de 1960, de los que la conservación de 22.521 está considerada como mala o deficiente; 1.568 se consideran en ruinas y 62.125 en buen estado, según el Instituto Nacional de Estadística. Según el Colegio de Arquitectos, unos 45.000 inmuebles son susceptibles de someterse a una rehabilitación.

En España, donde existen 9,8 millones de edificios destinados a viviendas, 2,5 millones de personas tienen problemas de movilidad, 608.000 viven solas en su hogar y 100.000 no salen nunca de su casa. El informe «La accesibilidad de la nueva vivienda en España» ha comparado el grado de accesibilidad de las viviendas construidas antes y después de 2011, tanto desde el punto de vista de la accesibilidad universal, como desde la óptica de la accesibilidad legal.

Desde el punto de vista de la accesibilidad universal se ha mejorado ligeramente, pasando de un 0,6% en los inmuebles construidos antes de 2011 a un 2% en aquellos construidos después de 2011, porcentaje aún peor que el de la provincia. En cuanto a la «accesibilidad legal», sólo alrededor de un 5% de los edificios construidos en la provincia de Alicante, porcentaje trasladable al conjunto de la Comunidad Valenciana después de 2011, son totalmente accesibles en todos sus puntos (en el itinerario desde la calle a la puerta del piso), a pesar de que ya todos debieron construirse conforme a los requisitos que marca la ley. «La accesibilidad universal se ha convertido en una cuestión clave para que las personas con movilidad reducida puedan vivir en condiciones dignas y el estado de confinamiento nos ha hecho reflexionar sobre cómo vivimos y el espacio que habitamos, poniéndose de manifiesto la necesidad de controlar y promover que los edificios de nueva construcción cumplan con la normativa vigente en materia de accesibilidad», subraya Laura López, vicepresidenta de la Fundación Mutua de Propietarios.

El informe admite, no obstante, que las viviendas han mejorado, aunque sea levemente, en todos los puntos del recorrido. En la entrada a los edificios, la accesibilidad del portero automático de los inmuebles ha mejorado considerablemente (del 15% al 38%), junto con la accesibilidad universal del ascensor (de un 8% a un 30%).

Si nos centramos en el portero automático, en el 31% de los casos no lo pueden usar personas con sillas de ruedas y en un 48% de los casos no es videoportero, siendo reseñable que un 2% carezca de portero automático. Avanzando un poco más, el 45% de las puertas de entrada al edificio no se aguanta sola ni se cierra lentamente y el 35% son pesadas.

En cuanto a los elementos previos a la entrada, en los inmuebles nuevos aún siguen existiendo un 30% de entradas con escalones o escaleras, un 54% carece de rampa y solo un 8% tiene elevadores eléctricos. Además, en el caso de que exista rampa, el principal problema es que no tiene barandillas a ambos lados (44%) o que está excesivamente inclinada (16%).

Ascensores

La accesibilidad del ascensor sigue siendo la peor valorada de todo el recorrido desde el portal. «Aunque los edificios sin ascensor han pasado de ser un 21% para los pisos construidos antes de 2011 a un 3% para los construidos a partir de entonces, todavía algunos se cierran demasiado pronto (16%), en algunos no hay botones en Braille (20%) y en otros no se anuncian los pisos con audio (55%)», explica el profesor Sergio Nasarre, director de la Cátedra UNESCO de Vivienda de la URV. En el caso de los buzones, un 46% no son accesibles para personas en silla de ruedas.

En los garajes, la estrechez de las plazas de aparcamiento sigue siendo un inconveniente para las personas con movilidad reducida en un 53% de los casos, mientras que, si nos acercamos a las zonas con servicios comunes en los edificios de la Comunidad Valenciana, como jardines o piscinas, destaca que ha experimentado un empeoramiento en las viviendas construidas a partir de 2011, llegando a ser universalmente accesibles en sólo un 56% de los casos, por el 63% registrado en los inmuebles anteriores a 2011.

El estudio analizó cerca de 450 edificios de viviendas construidas a partir de 2011 en los meses del confinamiento por el estado de alarma decretado por el covid-19, y ha puesto también sobre la mesa la necesidad de tomar determinadas medidas de seguridad y distanciamiento social teniendo en cuenta las especiales necesidades de accesibilidad de las personas con movilidad reducida.

«Los edificios deberían contar con un espacio habilitado, suficientemente aislado y accesible en la entrada para usar y tratar con seguridad el material de protección. Además, los accesos deberían diseñarse para evitar la propagación de potenciales virus y los edificios que cuenten con patios interiores y con zonas comunes deberían asegurarse de que pudieran compartirse por varias personas manteniendo la debida distancia de seguridad», señala la vicepresidenta de la Fundación Mutua de Propietarios.

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