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Soria: «Creo que vamos a convivir con el virus unos años, las vacunas tardarán»

Investigador. Catedrático de la UMH. Acaba de publicar un ensayo de terapia celular con resultados prometedores

Bernat Soria posa en el campus de la UMH. antonio amorós

El investigador y exministro Bernat Soria está de vuelta en la Universidad Miguel Hernández tras su etapa andaluza. Seguía trabajando en diabetes cuando irrumpió la pandemia y ahora está dedicado de lleno a contribuir a frenarla. Por el momento, ha publicado un ensayo piloto de terapia celular con la que ha conseguido reducir las muertes en casos graves en un 70%.

P El ensayo piloto de su terapia celular ha conseguido reducir del 85 al 15% las muertes en casos graves de covid-19, ¿esperaba estos resultados?

R Sinceramente no esperaba que fuesen tan buenos, sobre todo porque se trata de pacientes muy graves, en la Unidad de Cuidados Intensivos, intubados, con ventilación mecánica, sedados, boca abajo, en ocasiones con soporte extracorpóreo etcétera. Es una situación muy límite, se aplicaron los llamados Usos Compasivos, es decir, pacientes donde la ciencia médica no consigue mejores resultados. De todas formas, hay que ser prudentes y señalar las limitaciones del estudio. Son muy pocos pacientes para alcanzar conclusiones sobre la eficacia del tratamiento. Ahora mismo lo que se puede decir es que el medicamento es seguro y que hay indicios de eficacia. Aunque también es cierto que hasta el momento no hay ningún tratamiento con resultados tan positivos.

P ¿Cuál es el siguiente paso para ampliar el ensayo?

R Muy buena pregunta. Para poder demostrar efectividad hace falta un ensayo clínico randomizado, doble ciego, con un grupo control y un número suficiente de pacientes. Este ensayo, ya diseñado, se llama BALMYS-19, en homenaje al médico alicantino que llevó la vacuna de la viruela a todo el mundo. Ya fue aprobado por la Agencia de Medicamento y Productos Sanitarios y registrado en la Base de los Institutos Nacionales de la Salud en Estados Unidos, pero no teníamos financiación y decidimos hacer Usos Compasivos. Por cierto, sé que Balmis no lleva y griega, pero BALMYS es el acrónimo del título del Proyecto en inglés. Continuamos sin financiación y, ahora, hay que decir que afortunadamente no tenemos enfermos, por lo que tendremos que irnos a EE UU o a Latinoamérica donde están viviendo con intensidad esta pandemia.

P Ya trabajó con el SARS 1 en Singapur, ¿fue esa experiencia con un coronavirus

R Mi trabajo en Singapur no era sobre SARS. Yo era profesor visitante del Departamento de Cirugía del National University Hospital cuando tuvimos la pandemia del SARS allí, lo que ocurre es que el anatomopatólogo que analizaba las muestras de los pacientes y las biopsias postmortem era amigo mío. Estábamos escribiendo un proyecto de regeneración del páncreas y pude ver las preparaciones. Se me quedó grabado en la retina la fuerte inflamación pulmonar, por lo que a finales de enero, cuando empecé a ver los datos de Wuham en China pensé que era lo mismo.

P ¿Tiene otros proyectos en marcha relacionados con la pandemia?

R De mi etapa de presidente de la Sociedad Española de Diabetes aprendí que la única aproximación inteligente y efectiva es la aproximación integral. Por lo que hay que trabajar en las diferentes etapas: la pre-covid dirigida a cambiar el estilo de vida y la alimentación para que disminuya la inflamación endotelial, la etapa covid que a su vez tiene dos fases, la infecciosa y la inflamatoria-degenerativa y la post-covid, las secuelas que deja la enfermedad. Tengo propuestas para todas las etapas.

P ¿Alguno en concreto que se pueda avanzar?

R Centrándome en lo que no ha sido publicado, le voy a hacer un anuncio en exclusiva. Junto con la terapia celular para la fase inflamatoria-degenerativa, que es el trabajo que tan prometedores resultados ha obtenido, publicado en Lancet ClinicalMedicine, tengo también un proyecto en colaboración con La Paz para obtener linfocitos T de memoria específicos para el virus SARS-CoV-2. Es decir células antivirales, lo que llamamos inmunidad celular, pero hecha a medida del paciente. Ese es mi próximo proyecto. Éste sería un tratamiento para combatir la infección y no sus complicaciones como en el caso del BALMYS-19. Aún es pronto para hablar, pero la idea es tomar células de personas que se han curado y utilizarlas para parar la enfermedad.

P Usted fue ministro de Sanidad, ¿cree que habría tomado alguna medida diferente a las que se han tomado?

R Qué peligro tiene esa pregunta. Un buen político nunca la contestaría, pero yo no soy político, soy docente y los docentes siempre contestamos si un alumno tiene una duda, desde el punto de vista pedagógico es el mejor momento, así que la voy a contestar. Lo primero que tengo que reconocer es que yo me equivoqué en el pronóstico. A finales de enero de 2020 estaba seguro que sería algo similar al SARS de Singapur, importado de China, pero cuando vi lo de Italia mandé varios WhatsApps y correos reconociendo mi error y cambié el chip. Contacté con mis compañeros de China y recordando las imágenes que antes citaba empecé a diseñar el proyecto, todo hay que decirlo, con lo poco que sabíamos. Entonces escribí a mis compañeros García-Olmo, de la Fundación Jiménez Díaz, y Hernández-Blasco, Etel Andreu y José Miguel Sempere del Hospital General de Alicante y ahí empezó todo. Jornadas de 24 horas, todos los días teleconferencias a las siete u ocho de la tarde de 20 ó 25 investigadores, médicos clínicos... y ya nada fue igual. En aquellos momentos con quinientos y mil muertos diarios, las UCIs saturadas, imagínese cual era nuestra situación. Visto con perspectiva lo que se ve es que los gobiernos y estados que han puesto medidas de confinamiento, distanciamiento, mascarillas y disminución de movilidad han evolucionado de forma similar.

P ¿Qué valoración realiza de la gestión de esta crisis por parte del Gobierno?

R No insista. No me parece correcto corregir a alguien a posteriori, todos los «profetas del pasado» que ahora nos explican lo que se tendría que haber hecho podrían ahora darnos una pista de lo que va a pasar.

P En los últimos días están surgiendo rebrotes por toda España, ¿corremos el riesgo de que los contagios se vuelvan a descontrolar y volver al confinamiento? ¿Hasta cuándo cree que tendremos que convivir con el covid?

R La respuesta correcta es no lo sé. Yo no soy «profeta del pasado». Arriesgaré una respuesta, creo que vamos a convivir con el virus unos años, que las vacunas, porque no serán una sino varias, tardarán en llegar. Primero hay que descubrirlas, luego que probarlas y progresivamente tendremos vacunas mejores y el virus irá decayendo, es lo que ha pasado en otras pandemias. Mientras tanto tenemos que cambiar nuestra forma de vivir y convivir y espero que mi trabajo contribuya a evitar la gravedad de la enfermedad.

P Varios ensayos de vacunas están ya en fase de pruebas en humanos, ¿piensa que tendremos alguna disponible para fin de año? ¿Podría darse la situación de que algún país hiciera acopio de la mayoría como ha ocurrido con EE UU y el remdesivir?

R El esfuerzo a nivel global es extraordinario, nunca ha ocurrido nada igual. Seguro que tenemos algo a finales de 2020, pero que esté en Nueva York, en Boston o en Oxford no quiere decir que esté disponible para los alicantinos. En los últimos meses de mi corta etapa como ministro intenté que se crease una fábrica de vacunas en España, se anunció pero luego no progresó. En esta y en otras áreas hay que invertir para asegurar el aprovisionamiento, no se trata de ser autosuficientes, pero por lo menos junto con países próximos tener una posición competitiva, y eso se llama invertir en I+D, invertir bastante más. Por otra parte, debemos pensar que todos los años nos vacunamos contra la gripe, pero no hemos acabado con la gripe.

P ¿Frenará el covid-19 la investigación de otras enfermedades por falta de fondos?

R No por favor, ¿aún más? Ya tenemos poca investigación, que no disminuya. El último año que aumentó el presupuesto en Sanidad, en Educación y en I+D fue en mi segundo y último año de ministro y de diputado por Alicante. Como diputado por Alicante nunca voté un presupuesto que significase una disminución en esos conceptos. Esa es mi forma de pensar.

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