Alicante ha celebrado este viernes una misa funeral en memoria de las víctimas del coronavirus. El acto religioso tuvo lugar en la Concatedral de San Nicolás y estuvo presidido por el obispo de la diócesis, Jesús Murgui. Organizado por el Ayuntamiento y el Cabildo, al oficio no asistió ningún representante de los grupos de izquierda con representación en el Ayuntamiento (PSOE, Unidas Podemos y Compromís). Sin embargo, sí acudió la consellera de Sanidad, la socialista Ana Barceló, además del alcalde, Luis Barcala (PP), y el presidente de la Diputación, Carlos Mazón (PP). También estuvieron presentes concejales de Ciudadanos, aunque no la vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez, y de Vox.

Durante la misa, el obispo agradeció de «corazón» la iniciativa, que el Ayuntamiento de Alicante la encuadra en unos actos de homenaje que se completan con una serie de conciertos de la Banda Municipal. «Todavía estamos en una situación de seguir con disciplina y solidaridad», añadió Murgui, quien también tuvo palabras para la consellera de Sanidad, a la que agradeció directamente su presencia en un acto al que no acudió ningún concejal de la bancada progresista, pese a que el socialista Manuel Martínez sí había confirmado su presencia y que hace apenas dos semanas estuvo presente en la misa con motivo de San Juan, día grande de unas Hogueras este año se suspendieron por la pandemia de coronavirus.

Previamente al oficio religioso, desde el PSOE, el portavoz Francesc Sanguino consideró «que el Ayuntamiento debe organizar un acto de homenaje a las víctimas de la covid-19 al margen de vinculaciones religiosas». Por su parte, desde Unidas Podemos, Xavier López criticó la actitud del gobierno liderado por Barcala. «Respetamos todas las creencias religiosas, entendemos el acto desde la iniciativa del Obispado, pero no que se utilicen instituciones públicas para su difusión en un Estado aconfesional», señaló López. Por último, desde Compromís, Natxo Bellido defendió que su grupo «respecta» y encuentra «adecuado que el Obispado promueva este tipo de actos religiosos como la misa homenaje a las víctimas del covid, que pueden ayudar a muchas personas a sentirse reconfortadas». Sin embargo, añadió que como institución, el Ayuntamiento «debe respetar también la pluralidad de creencias, confesiones y valores de las víctimas y sus familias». Para Bellido, «en un Estado aconfesional, se debe diferenciar de forma nítida la esfera institucional de la esfera de la religiosidad». Por ese motivo, según Compromís, «no es adecuado que el Consistorio promueva un acto religioso en vez de un acto cívico en el que todas las personas puedan sentirse representadas».