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Malestar entre los directores de Secundaria por la organización de las plantillas

Educación se comprometió a rebajar una hora lectiva para coordinar los ámbitos de conocimiento, pero no la ha dado

Los directores de Secundaria están molestos con la conselleria de Educación. Al escaso margen de tiempo concedido para organizar el curso que viene adaptándose a las instrucciones sanitarias provocadas por la pandemia, se une que ahora ven que algunos compromisos de la conselleria no se están cumpliendo.

El curso 2020-2021 será diferente en muchos aspectos. Uno de ellos es el hecho de que las asignaturas se agrupan en ámbitos del conocimiento para que los docentes puedan «jugar» en función de las necesidades con las horas que se imparten dentro del ámbito lingüístico y científico. Es decir, se deja atrás la rigidez de impartir, por ejemplo tres horas de matemáticas a la semana y dos de biología sino que esas cinco horas se distribuirán en función de los objetivos curriculares.

Las instrucciones que les han llegado a los directores de los institutos son que en 1º de la ESO hay que alcanzar el 100% de presencialidad, mientras que en el resto de cursos se producirá una alternancia -lunes, miércoles y viernes irá un grupo y martes y jueves, otro-. Los alumnos de 1º de ESO deben respetar las distancias de seguridad de 1,5 metros, de manera que muchas aulas deberán desdoblarse para cumplir con la medida. Si de cinco aulas se pasa a nueve se necesitarán profesores para atender a esas cuatro «nuevas». Educación se comprometió a rebajar una hora lectiva semanal para que un profesor pudiera coordinar los ámbitos educativos, pero llegado el momento de enviar a los centros el número de horas no ha tenido en cuenta esta promesa ni la situación generada por el desdoblamiento de aulas, que suponen más horas que se consumen de la bolsa común que Educación otorga a cada centro en función del número de alumnos y de grupos. Y esto influirá en el profesorado extra que la conselleria tendrá que enviar a los centros y complica la confección de las plantillas a los directores, que ven en julio cómo en septiembre carecerán de los recursos necesarios.

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