Los más madrugadores tienen durante estos días la oportunidad de disfrutar de uno de esos espectáculos del cosmos que se pueden dar, con suerte, una o dos veces en la vida de una persona: la observación a simple vista de un cometa en el cielo.
Hasta el próximo 15 de julio el cometa Neowise, llamado por los astrónomos C/2020 F3, será visible sin necesidad de utilizar prismáticos poco antes del amanecer en posición noroeste, a la izquierda de Venus, y por debajo de la estrella Capella. Se encuentra en la constelación Auriga, mide entre 150 y 600 metros y está alejándose del sol a unos 150.000 kilómetros por hora.
Fue descubierto a finales de marzo pero no se iluminó hasta que alcanzó el punto más próximo al Sol el pasado jueves. Los expertos lo consideran el más brillante de los últimos siete años y uno de los pocos que podrán distinguirse a simple vista en el siglo XXI. De hecho, su larga cola se aprecia perfectamente si el cielo está despejado y no hay contaminación lumínica. Pero hay que estar atentos porque con la luz del amanecer ya es más difícil de contemplar.
Movido por su pasión por la astrofotografía, el eldense Luis Miguel Azorín Albero se ha levantado a las 5.40 horas de la mañana para captar unas espectaculares imágenes de la roca interplanetaria. Logró la secuencia desde la terraza de su vivienda en la avenida de Ronda, justo cuando el cuerpo celeste de hielo de agua se asomaba al Valle de Elda por detrás de la Sierra del Caballo de Petrer.
Es un cometa de largo periodo que visita la Tierra cada 6.500 años aproximadamente, así que la oportunidad de verlo es única. Procede de una región del espacio que se encuentra más allá de la órbita de Plutón, la denominada Nube de Oort, y a partir del 15 de julio se desplazará hacia la zona polar y pasará a ser divisado en el cielo del atardecer. Un horario más asequible para quienes quieran evitarse el madrugón, aunque es una incógnita si mantendrá o no su brillo actual. La previsión es que se irá difuminando a medida que se adentre en el Sistema Solar.
El «pedrusco» fue captado por primera vez por el telescopio espacial Neowise de la NASA -de ahí su nombre- el pasado 27 de marzo y será el próximo 23 de julio cuando alcance su punto más cercano a la Tierra. Entonces se situará a 103 millones de kilómetros de distancia, 400 veces más lejos que la Luna.
«Son eventos raros que merece la pena observar ya que, en muchas ocasiones, lo que en principio era un cometa que reunía las características para incrementar su brillo, acaba desintegrándose. Es lo que le pasó al cometa Atlas, a mediados de abril, o al cometa Swan, a mediados de mayo», señala Azorín, que está dispuesto a madrugar todos los días hasta que Neowise desaparezca en el firmamento.
