Las últimas semanas de enero y las primeras de febrero los hospitales valencianos se colapsan. Todos los años pasa y no hace falta una pandemia: es la epidemia estacional de gripe. Conscientes del problema que supondría esta saturación en mitad de una hipotética nueva oleada de coronavirus, Sanidad quiere aplacar, al menos, una de las dos variables. A falta de una vacuna para evitar la covid-19, se va a intentar aumentar la protección de los más vulnerables frente a la gripe.

Así, la Conselleria de Sanidad quiere inmunizar contra la gripe este otoño a tres de cada cuatro mayores de 64 años y aumentar también en varios puntos las dosis que se ponen en colectivos de riesgos como trabajadores sociosanitarios, mujeres embarazadas o personas con enfermedades crónicas.

La Conselleria de Sanidad asegura que están trabajando en ello y que todavía no pueden especificar cifras pero, haciendo una estimación de las dosis puestas en años anteriores y viendo los objetivos a cumplir, es posible que la administración necesite aumentar al menos en un 60 % el número de vacunas que se estaban comprando: de 800.000 en la última campaña a 1.280.000 en la que viene. El president de la Generalitat, Ximo Puig, avanzó hace unas semana la intención de mejorar las coberturas vacunales pero sin especificar cifras.

736.000 mayores

Según el documento de recomendaciones que han pactado entre todas las comunidades, el objetivo es que tres de cada cuatro mayores de 64 años reciba la vacuna de la gripe. Serían más de 736.000 valencianos según el padrón del 1 de enero de 2020, casi tantas personas como dosis se pusieron en la pasada campaña 2019-2020. El documento busca también llegar a ese 75 % de cobertura en otros colectivos «sensibles» como personal sanitario y sociosanitario y «superar el 60% en embarazadas y en personas con condiciones de riesgo».

El aumentar la inmunización a estos niveles puede ser más sencillo en unos colectivos que en otros, a tenor de cómo está funcionando la vacunación en años anteriores. Según los informes anuales publicados por el Ministerio de Sanidad, en la campaña de gripe 2019-2020, en la C. Valenciana se vacunaron el 52,1 % de las 28.933 embarazadas que había durante la pasada campaña, solo ocho puntos por debajo del objetivo ahora marcado.

Más difícil lo va a tener la administración en el colectivo de mayores de 64 años: el año pasado solo se vacunaron 488.104 de estos valencianos de una población diana de 937.432, el 52,1 %. Habría que aumentar la cobertura hasta 23 puntos. La cobertura entre el propio personal de la casa también plantea un reto. El año pasado se vacunaron el 59,2 % de los 63.868 trabajadores sanitarios, a 15 puntos del objetivo porcentual pactado ahora.

Menos colapso, mejor diagnóstico

Con todo, la Comunitat Valenciana no es de las que presenta peores datos y, de hecho, los ha mejorado este año con respecto a campañas anteriores. Desde la Asociación Española de Vacunología, su presidente Amós García Rojas, tiene clara la necesidad de esta medida. «Si con coberturas en mayores de 64 años frente a la gripe del 50-54 % ya hay complicaciones para ingresar y colapso, si no aumentamos esas coberturas vamos a añadir más complicaciones», explica el también jefe de Epidemiología de la salud pública canaria. Hace dos años, por ejemplo, la gripe mató a 314 valencianos y obligó a ingresar a 1.720, 377 de ellos en alguna unidad de cuidados intensivos, según datos de la conselleria.

Otro de los beneficios en paralelo de la vacunación masiva contra la gripe sería hacer más fácil el diagnóstico diferencial, dado que ambas infecciones (gripe y covid-19) tienen síntomas parecidos. Vacunarse contra la gripe se convierte así, en una de las pocas medidas para «ayudarse primero a uno mismo y también al sistema y a los demás», mientras llega una vacuna contra el SARS-CoV-2 en la que se está trabajando «de forma rápida, pero en vacunas todo es lento». De hecho, el especialista no cree que haya una vacuna comercializada contra la covid-19 hasta el verano de 2021.