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Familias de jóvenes autistas piden pruebas más adaptadas para acceder a la universidad

Un centenar de estudiantes de la provincia con diversidad funcional requieren una adaptación en los exámenes que se limita a 20 minutos más, aclaraciones de epígrafes o salas apartadas

Jóvenes en los exámenes de selectividad, en imagen de archivo. información

Las pruebas selectivas de acceso a la universidad (EvAU) comenzarán mañana, 7 de julio, y se prolongarán durante tres días de forma ordinaria en los que 8.866 jóvenes de la provincia de Alicante se enfrentarán a unos exámenes y a un tribunal que marcarán su futuro formativo. Entre los aspirantes, un centenar han requerido a la Universidad de Alicante (UA) y a la Miguel Hernández de Elche (UMHE) una adaptación en las pruebas porque cuentan con alguna discapacidad física o afecciones neurológicas como trastorno del espectro autista (TEA). Dependiendo de cada caso individual, estos alumnos podrán tener hasta 20 minutos más para realizar el examen, se les podrá hacer aclaraciones del enunciado y algunos se examinarán en un aula apartada o en grupos reducidos para evitar estímulos externos que puedan molestarles a aquellos que padecen hipersensibilidad sensorial, aunque este año se encontrarán con una baza derivada del covid-19, ya que por primera vez se realizarán las pruebas en los institutos para evitar grandes concentraciones de alumnos.

A pesar de estas adaptaciones regladas, familiares de jóvenes con trastorno del espectro autista, que suponen prácticamente un 10% del total que ha pedido esta adaptación, reclama que haya un cambio en la forma de presentarles el examen. Proponen enunciados más claros y explícitos o incluso que cuenten con un pequeña guía en las preguntas de desarrollo para que puedan sintetizar, aunque estas dos últimas adaptaciones no se suelen conceder tal y como asegura Silvia Masanet Vicente, psicóloga de la asociación de Asperger de Alicante (Aspali). La especialista reseña que el sistema educativo tiene que ser consciente de las particularidades de los jóvenes con este síndrome para que puedan enfrentarse a los exámenes en igualdad de condiciones, ya que se caracterizan por comprender el lenguaje de forma literal y tienen una rigidez mental que les dificulta elegir entre varias opciones.

Por tendencia estos usuarios tienen un conocimiento selectivo, es decir, propenden a ser muy lógicos y tienen curiosidad por temas muy específicos, unos aspectos que pueden penalizar en este tipo de exámenes, ya «que hay una descompensación muy alta entre asignaturas y eso les genera mucha frustración», según la psicóloga. El que no tengan un conocimiento equilibrado en todas las materias debido a desórdenes en el neurodesarrollo puede hacer que se pierdan si lo que se les pregunta no es conciso, y también les cuesta preguntar las dudas si no están familiarizados con quién se las resuelva.

Javier tiene 18 años y es un apasionado de la Física. Este joven alicantino con Asperger quiere acceder a este grado si supera la EvAU. Su expediente académico es brillante en asignaturas de Ciencias pero su meticulosidad y atención por los detalles puede hacer que tenga complicaciones para desarrollar un comentario de texto de Lengua y Literatura o profundizar en aspectos de Historia Universal tal y como están planteados hoy los exámenes de selectividad, en los que eligen opciones y deben hacer gala del ingenio.

«La rigidez mental le lleva a la perfección, la perfección a dudar y el dudar a tener angustia y bloqueo, y aparentemente el chico ha dejado de hacer la mitad del examen, pero no, le ha pasado esto» aseguran los padres de este joven, que a lo largo de los años se vieron obligados a cambiarle de instituto y desplazarse de Villena a Alicante porque el profesorado no comprendía las necesidades del alumno por una mala comunicación del equipo directivo con el orientador del centro. Sus necesidades eran que el profesorado se anticipase y controlase las tareas que Javier tenía que realizar ya que la adaptación más importante en cuanto a contenidos fue en cuarto de la ESO optando por exámenes de Historia tipo test. Aún y así, en Bachillerato no han solicitado esta adaptación porque «se va a encontrar con la barrera de la selectividad donde no hay posibilidad de modificar el modelo de examen», por lo que este tiempo ha estado preparándose con apoyo infinitos modelos de desarrollo porque tendrá que enfrentarse a las pruebas igual que el resto, en cuanto a contenidos.

Sobre el tiempo extra para hacer el examen, (que se les descuenta del descanso entre pruebas), los expertos señalan que en ciertos casos deberían otorgarse hasta 30 o 40 minutos más porque estos usuarios son muy analíticos y pueden perder hasta 15 minutos sólo para elegir una opción de examen. También suelen tener problemas con la grafía y por eso invierten más tiempo en que sea legible, por lo que agradecerían que tengan más alternativas para usar ordenador, por ejemplo, según indica Beatriz García, psicóloga educativa también de Aspali.

El hijo de Pedro y Belén quiere ser ingeniero informático. Durante esta etapa, marcada por la pandemia, este joven ilicitano con Asperger ha tenido que canalizar picos de estrés y nervios con el apoyo de psicopedagogos para que cambiase el pensamiento pesimista y fuese consciente de que está preparado para ir a la EvAU. Sus padres reconocen que en el instituto siempre ha tenido mucho apoyo y esperan encontrar «ese buen talante en la universidad para que la inclusión sea real», apostillan.

Instrucciones

El vicerrectorado de Inclusión de la UMH garantiza que se han dado instrucciones a los tribunales y se ha reforzado en el área de atención al estudiante con discapacidad (ATED) que se haga el seguimiento y apoyo educativo, según aclara Raúl Reina, vicerrector del área. Desde esta oficina señalan que para cada alumno se sigue un protocolo individual para marcar las adaptaciones en las pruebas según muestre el informe psicopedagógico que hace cada centro escolar, y sin que necesariamente tengan diagnosticado un 33% de discapacidad.

Selectivo: Tarjetas de colores y mascarillas en las 790 aulas

Selectivo: Tarjetas de colores y mascarillas en las 790 aulas La Conselleria de Innovación y Universidades ha establecido el protocolo que se seguirá para realizar las pruebas de acceso a la universidad del 7 al 9 de julio en cerca de las 790 aulas de institutos de la provincia de Alicante. Se van a repartir miles de mascarillas y gel hidroalcohólico entre el alumnado. En toda la Comunidad habrá 2.000 vigilantes y miembros del tribunal, estudiantes, coordinadores, vigilantes y personal llevarán tarjetas de colores para diferenciarse.

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