Trasladar al futuro lo que está aconteciendo en el presente con una pandemia que marcará un antes y un después en la historia de la humanidad. Ese es el motivo que ha llevado a los técnicos del Museo Arqueológico José María Soler de Villena a crear una cápsula del tiempo que está recibiendo numerosas aportaciones ciudadanas. La caja mide 1,20 x 80 centímetros, está en el vestíbulo del nuevo museo de la ciudad y permanecerá cerrada durante 100 años. No podrá abrirse hasta el 18 de mayo de 2120 y va a convertir, a todos los villenenses que lo deseen, en protagonistas de un momento histórico con sus recuerdos, escritos, recetas, fotografías, objetos y cualquier elemento característico del confinamiento.
La muestra es ciertamente variopinta. Se han entregado muchos dibujos, poesías y manualidades realizadas por niñas y niños. También hay algunas de las pancartas de agradecimiento al personal sanitario que se han colgado de los balcones, una recopilación fotográfica de la ciudad y del término rural durante el estado de alarma, una mascarilla de confección artesanal, decretos de Alcaldía, guías de prevención, prensa, el vídeo de un ensayo grabado por los músicos de la banda municipal desde sus respectivos hogares, un CD con canciones para superar el estado de ansiedad que trajo la pandemia, carteles de «Yo me quedo en casa» de una asociación deportiva, el escrito de un médico del centro de salud aportando su visión personal bajo el título «A la Villena de 2120», un paquete EPI del Departamento Municipal de Prevención, la nota de autor de una novela escrita en tiempos de covid-19, un diploma de felicitación y uno de los libros con los que el Ayuntamiento obsequió a los escolares para hacerles más llevadero el encierro en casa.
Pero, de momento, los presentes más curiosos han sido una tarjeta de felicitación de una mujer que no pudo celebrar su 70 aniversario porque el mismo 14 de marzo el Gobierno decretó el Estado de Alarma y el certificado sanitario de una niña, nacida el 18 de marzo, con la huella de su pie impresa. Por su parte la directora del Arqueológico, Laura Hernández, también incluirá una carta, dirigida a la persona que ostente su cargo dentro de cien años, para explicarle el motivo de un proyecto que está generando tendencia.
Lo único que se pide a los participantes es que entreguen sus objetos en una bolsa de plástico transparente, acompañada de su nombre y apellidos. Nada más.
En un primer momento se tenía previsto cerrar la cápsula el próximo domingo pero, ante la gran aceptación que ha tenido la idea y la situación de incertidumbre que supone la «nueva normalidad» y los posibles rebrotes de coronavirus, se ha decidido aplazar el sellado del baúl sine die. Una caja que está siendo decorada con una alegoría al tiempo y los secretos por el artista maño Juan Monzón, y que también tiene su historia. Fue usada en 1991 para transportar el Tesoro de Villena a Madrid. Otro hito para la ciudad.
