Este verano no solo será excepcional por las secuelas de la crisis sanitaria, sino también por el elevado riesgo de incendios. El incremento de las lluvias durante los meses de abril y mayo ha provocado un aumento de masa forestal que ahora está en el punto de mira debido a las altas temperaturas que continuarán durante las próximas semanas, lo que dibuja un panorama preocupante para los servicios de emergencia. Tanto es así que el Consorcio de Bomberos controado por la Diputación reforzará su servicio para este verano con otro helicóptero y más efectivos ante el aumento de alertas. Todo este dispositivo especial se pone hoy en marcha tras una reunión por videoconferencia que mantuvieron hace unos días la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, el secretario autonómico de Emergencias, José María Ángel, y los tres diputados del área de cada provincia. El Consell ha advertido a las diputaciones de la necesidad de aumentar operativos ante un escenario muy complicado.
Durante los últimos tres meses las actuaciones previas de limpieza y prevención que habitualmente se realizan durante el invierno y la primavera quedaron paralizadas debido a la pandemia y ahora el objetivo es minimizar los daños que se puedan originar en toda la superficie forestal. Teniendo en cuenta los elevados niveles de riesgo, el Consell y la Diputación presentaron ayer el dispositivo especial de emergencia puesto en marcha para este periodo. El Consorcio Provincial de Bomberos contará este verano por primera vez en la historia con dos helicópteros de vigilancia para prestar todos estos servicios. El organismo incorpora una nueva aeronave con capacidad para seis pasajeros y un piloto que, junto a la que ya opera durante todo el año, permanecerá en el Parque Central de San Vicent del Raspeig desde hoy y hasta finales del próximo mes de septiembre.
El diputado de Emergencias, Javier Sendra, dio a conocer, junto al secretario autonómico José María Ángel y el inspector José Rubio, los detalles de este plan que incluye, además, la activación de los retenes de Santa Pola -Baix Vinalopó- y Pilar de la Horadada -Vega Baja- entre el 15 de julio al 15 de septiembre. El nuevo medio aéreo, cuyo coste para la Diputación ha sido de 208.000 euros, se utilizará principalmente en la dirección, coordinación y extinción de incendios forestales, así como en la atención de grandes emergencias, permitiendo reducir los tiempos de intervención y obtener una visión más precisa del lugar de los hechos y del comportamiento, magnitud y avance de un eventual fuego.
Por su parte, los retenes de Santa Pola y Pilar de la Horadada estarán formados por un mando -sargento o cabo- y tres bomberos con un vehículo durante 12 horas diarias. Atenderán las intervenciones que se produzcan en los citados municipios y en su entorno más cercano. En este sentido, los responsables provinciales explicaron que ambos servicios «son necesarios durante el verano porque se unen dos factores: el aumento exponencial de población y, por tanto, un notable incremento en la densidad de tráfico que supone, en la práctica, un aumento de la isócrona o tiempo de llegada a intervención». Asimismo, siempre que la Generalitat decrete el nivel 3 de preemergencia, el Consorcio Provincial de Bomberos, explicó Javier Sendra, reforzará el dispositivo de cada uno de sus ocho parques que están ubicados en cada una de las comarcas, bien con la presencia de dos bomberos más o con otros cuatro de guardia localizada.
Decisiones con el consenso de los sindicatos
La Diputación de Alicante anunció ayer que el plan de emergencias que desde hoy se pone en marcha es fruto de un acuerdo con los sindicatos, que han dado su visto bueno al dispositivo para reorganizar y renovar los servicios del Consorcio Provincial de Bomberos. El diputado Javier Sendra agradeció ayer a todos los efectivos del cuerpo su profesionalidad, responsabilidad y buena disposición para formar parte de este operativo. Según señaló «hemos realizado un esfuerzo importante, riguroso y necesario para poder efectuar el refuerzo de todos los servicios».
