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CORONAVIRUS

Goteo de cierres en el comercio tradicional por la pandemia

Los centros de Alicante y Elche pierden a los primeros establecimientos por las consecuencias del covid

Goteo de cierres en el comercio tradicional por la pandemia

El comercio tradicional empieza a registrar los primeros cierres en la provincia como consecuencia de la crisis del coronavirus y el tiempo que estuvieron cerrados durante el estado de alama. Los establecimientos de la ciudad de Alicante encaran el verano, su estación más fuerte de ventas de todo el año, con mucha incertidumbre. La desescalada está dejando una caída de las ventas que se sitúa entre el 60 y el 70%, respecto a la facturación de otros años en esta misma época. «Las ventas han caído más de un 60% y, contando que en Alicante vivimos del verano, el invierno que se avecina es muy preocupante», señaló el presidente de la asociación de comerciantes Más Que Centro, Juan Utrera, quien destacó que ya hay comercios de la zona centro que se han visto obligados a bajar definitivamente la persiana.

Con todo, los comerciantes de la zona centro de la capital alicantina ponen la vista en el próximo otoño, una vez pase el verano, una estación clave desde la perspectiva económica en una ciudad turística como Alicante. «El verdadero cierre de locales será en cuanto pase el verano, ahí sí que va a ser un descalabro porque lo que llevamos de mes está siendo malo, y eso que estamos en Rebajas», apuntó Utrera. Desde la asociación de comerciantes Corazón de Alicante, Vicente Armengol también pone la vista en los próximos meses como determinantes para la supervivencia de muchos comercios. «Vamos resistiendo, por ahora, pero el otoño nos dará la realidad. Vamos a ver el veranó cómo va...», afirmó.

Y es que son muchos los comercios que en verano «llenan la hucha» para el resto del año. O al menos eso sucedía hasta la irrupción de la pandemia del coronavirus. «El problema va a ser el otoño- invierno porque en la vacas gordas (verano) no estamos ahorrando para cuando vengan las vacas flacas. Eso puede suponer un cierre masivo de locales», lamentó el representante del comercio alicantino, quien pone también la atención en el problema de los alquileres. «Lo peor es que incluso viendo la situación, los dueños de los locales prefieren tenerlos cerrados que bajar el alquiler, y siguen pidiendo por el alquiler una barbaridad. Si antes de la pandemia los alquileres de los locales ya estaban por las nubes, ahora es una condena a muerte emprender un negocio con esos precios», añadió el comerciante. Esa misma preocupación la comparte Armengol, del colectivo Corazón de Alicante: «El asunto clave va a estar en la negociación de alquileres, moratorias hipotecarias... Es decir, en reducir los costes fijos de levantar la persiana».

Mientras que desde Corazón de Alicante aseguraron que no han registrado bajas entre sus asociados desde que se inició del desconfinamiento, desde Más que Centro confirmaron que ya se están cerrando locales en el centro de la ciudad por las consecuencias económicas del covid-19. Sin datos concretos sobre la mano, sostuvieron que en todo el centro de Alicante han podido bajar la persiana una treintena de comercios. De ellos, cuatro en la «calle de las setas», en la que Utrera tiene su negocio. «Aquí, en la calle San Francisco, también hay locales que no han podido aguantar», añadió el dirigente comercial de Alicante.

En el centro de Elche el comercio tampoco levanta cabeza. Si la actividad comercial durante los últimos años ha ido dando bandazos, la crisis del coronavirus no ha hecho más que darle la puntilla a negocios que sobrevivían a una situación poco esperanzadora en el casco histórico ilicitano. La crisis sanitaria se ha llevado por delante establecimientos de todo tipo. Negocios de moda, regalos, nuevas tecnologías o hostelería son solo algunos ejemplos de establecimientos que no han vuelto a levantar la persiana en el centro de Elche durante la desescalada, y esto ha sucedido tanto en calles donde la inactividad ya era una realidad como en otras en las que las tiendas iban un poco mejor.

«Vivimos una etapa muy complicada», advirtió el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro de Elche (ACCE), Jaime Javaloyes, que aseguró que «si veníamos de un año malo, en cuanto actividad comercial, el problema actual ha llevado a muchos comerciantes a tirar la toalla y cerrar de forma definitiva».

Los cierres provocados por el covid-19 se suman a los que ya se iban anotando antes en el centro de Elche. De hecho, en la Corredora, la artería del centro ilicitano los locales cerrados ya suman una quincena, e incluso han quedado libres algunos a su paso por la Glorieta. Nuevos carteles de «Se alquila» han sustituido a los rótulos de los establecimientos que ocupaban una calle que en menos de un mes, si se cumplen las previsiones municipales, debe estar en obras, para darle una nuevo aspecto con el proyecto de peatonalización que abarca la Plaça de Baix y la Corredora, que el sectorno recibe con los brazos abiertos.

En la calle Hospital, que durante el último año se ha convertido en la zona mejor valorada del centro de Elche por los emprendedores para instalar nuevos negocios, también se han despedido establecimientos. «Han sido muchos meses sin poder abrir y haciendo frente a gastos», explicaron dependientes de la zona que lamentan la pérdida de tejido comercial en la zona después de que antes de la crisis se registrasen buenos datos, y que incluso abriesen tiendas que se trasladaban a la calle Hospital desde otros puntos del centro atraídas por un mayor tráfico de clientes.

A estos cierres también se han sumado los de tiendas o establecimientos de hostelería de Elche que ya habían anunciado su final antes de la crisis. Algunos porque el negocio no terminaba de tirar, y estaban en liquidación, y otros porque tenían previsto echar el cierre este verano por jubilación. Es el caso del Villalobos, que se tuvo que despedir de su clientela en pleno confinamiento a través de la redes sociales antes de lo previsto por sus propietarios.

Desde el colectivo de comerciantes del centro de Elche indican que «ahora más que nunca tenemos que salir a trabajar y luchar». Jaime Javaloyes insistió en que «es el momento de apostar por la digitalización», y de hecho la entidad que preside está trabajando en un proyecto que verá la luz en pocas semanas para tratar de ayudar a los establecimientos a mejorar sus resultados a través de la venta online. Javaloyes apuntó que «no podemos perder ni un momento, ni un segundo en la queja, aunque somos conscientes de que el que ha cerrado lo ha hecho porque no podía aguantar más».

Pese a todo, desde el sector comercial ilicitano consideran que la peor parte puede llegar en el otoño. Jaime Javaloyes apuntó que «la situación será más dura cuando finalicen los ERTEs y las ayudas, ahí será cuando va a ser más complicado resistir, por eso tenemos que rearmarnos, y poner en marcha estrategias encaminadas a relanzar el comercio tradicional que realmente valoran los clientes».

Ideas

Campañas para salir a la calle durante los días de las ya definitivamente anuladas Fiestas de Agosto de Elche, premios en las consumiciones o concursos dirigidos a los clientes son algunas de las ideas que está barajando el Colectivo Hostelería Elche para sortear esta crisis y poner freno al cierre de establecimientos.

También se han propuesto rutas gastronómicas, descuentos, aprovechamiento de sinergias con otros colectivos, así como la elaboración de una guía gastronómica y de ocio del municipio de Elche, donde se cuente también con los negocios de las partidas rurales.

La asociación o Colectivo Hostelería Elche, colectivo de reciente creación formado por empresarios hosteleros de la ciudad que han visto seriamente peligrar sus negocios debido a la delicada situación sobrevenida por el covid-19, pone de manifiesto la importancia de tener una voz unida que represente al sector, «pues son muchos los frentes en los que hay que trabajar y el tiempo apremia, teniendo en cuenta la crisis, tanto sanitaria como económica, en la que nos vemos inmersos», según fuentes de este colectivo.

Impulso al consumo en el comercio local

Confecomerç lanza una campaña sobre la repercusión de las compras en el territorio más próximo

La Confederació d´Empresaris del Comerç, Servicis i Autònoms de la Comunitat Valenciana (Confecomerç CV) ha impulsado una campaña sobre la repercusión de las compras en el territorio y los valores que representan en la riqueza local, para cambiar y mejorar el entorno en momentos como los actuales.

La campaña, presentada ayer con el conseller de Economía Sotenble, Rafael Climent, consiste en la colocación de vinilos de suelo y de escaparate, bolsas, lonas y delantales para mercados municipales, campaña en redes sociales, un vídeo realizado expresamente para esta iniciativa y acciones de impacto en la calle bajo el lema «#ElFuturoQueCompras», que se realiza en castellano y valenciano.

Se pretende llamar la atención sobre «el valor de las cosas verdaderamente importantes para nosotros como es el futuro, en unas circunstancias tan especiales como las actuales, tras la crisis el coronavirus», indicaron desde Confecomerç. En esta iniciativa destaca «lo mucho que nos jugamos tras los efectos de la pandemia, invitando a la reflexión sobre el futuro que queremos, cuál es la mejor forma de comprar».

Se han editado 16.200 vinilos de suelo para marcar la distancia mínima de seguridad entre personas a la entrada del comercio que llevan mensajes impresos, y vinilos circulares para los escaparates. Además, se han producido cerca de 200.000 bolsas de papel, con la imagen corporativa de la iniciativa, que lleva como frase principal «Aquí cabe un futuro mejor», y que se han repartido entre los comercios asociados para distribuir entre los clientes. Para los mercados municipales también se han diseñado lonas y delantales con el lema de la acción. La campaña también estará visible en redes sociales, en las que se difundirá un vídeo con imágenes de pequeños comercios.

Ayudas y mensajes de tranquilidad

El Ayuntamiento ilicitano compagina apoyos económicos con iniciativas para recuperar la confianza de los clientes

Si recientemente Alicante, con 5 millones para ayudas al comercio y la hostelería, y otras ciudades de la provincia presentaban sus apoyos al sector, ayer Elche anunció que está trabajando en dos líneas para tratar de reactivar el comercio y la hostelería. Por un lado está el paquete ayudas que en breve quiere ofrecer el Ayuntamiento al sector para hacer frente al pago de alquiler, para lo que se espera dedicar un millón de euros, y, por otro lado, está la campaña que se ha preparado a nivel local, en colaboración de varios colectivos, para que los consumidores recuperen la confianza en los establecimientos.

«Seguridad, confianza y tranquilidad» es el lema de la campaña en la que se destaca que «Bares, restaurantes, comercios, peluquerías, despachos, servicios? están trabajando para que disfrutes de la ciudad», explicó ayer el concejal de Promoción Económica, Carles Molina.

El edil ilicitano indicó que « yahora es el momento de recuperar el brillo de la ciudad. La ciudadanía debe saber que los bares, restaurantes, comercios, peluquerías... abren sus puertas adoptando todas las medidas de seguridad necesarias, por lo que el cliente puede estar tranquilo. Queremos dar visibilidad a estos servicios y trasladar que son seguros».

Por otro lado, Carles Molina anunció que Visitelche está avanzando en otra campaña para generar confianza entre los visitantes que tenga la ciudad y que serán en su mayoría provenientes del turismo nacional, que es en el que el sector turístico pone sus expectativas para esta campaña estival.

Desde la Asociación de Empresas de Servicios de Elche (Aesec) y Hosteleros de Elche destacaron que ahora lo importe «es dinamizar el pequeño comercio, el comercio y establecimiento de proximidad, y generar confianza».

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