Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El sector del taxi pierde un 80% de volumen de negocio en la provincia

La facturación sigue desplomada por el frenazo turístico y la reducción de la movilidad, que afecta sobre todo a los conductores de municipios costeros

Una usuaria accede a un taxi en una parada de la ciudad de Benidorm. Foto de David Revenga

El frenazo turístico derivado de la crisis del coronavirus ha motivado un descenso sin precedentes de la actividad del sector del taxi en la provincia. Su volumen de negocio se ha desplomado un 80% hasta el final de junio y las perspectivas son inciertas en el arranque de julio, uno de los meses más importantes a nivel de ingresos en las ciudades costeras. Con el aeropuerto de El Altet todavía bajo mínimos, la escasez de veraneantes internacionales y la oferta de ocio nocturno a medio gas, cientos de conductores pasan más tiempo a la espera de usuarios que realizando carreras y la destrucción de empleo, sobre todo entre los asalariados, se ha disparado por la reducción de la movilidad.

Según vaticina la Confederación de Taxistas Autónomos de la Comunidad Valenciana, se espera que la complicada situación registre leves dosis de mejora en las próximas semanas, si bien calculan que el nivel de ingresos de los transportistas alcance, a lo sumo, el 50% de lo que sería habitual en la Costa Blanca durante el periodo estival. El presidente del colectivo, Fernando del Molino, subraya que en las ciudades costeras "la situación es más complicada porque en verano cubren la economía de todo el año y la faena es ahora un 80% inferior a la habitual". Destaca en ese sentido que en numerosos municipios todavía se mantienen regulaciones a la circulación de la flota de taxis, de forma que los conductores sólo trabajan entre el 50% y el 75% de las jornadas, con tal de repartir la escasa demanda entre todos. "Vienen meses complicados y hay miedo a la situación que se produzca a partir de septiembre, por eso pedimos al gobierno que nos tenga en cuenta en las ayudas dirigidas a las autónomos", destaca Del Molino.

Una mujer accede a un taxi en Benidorm. David Revenga

El análisis que hacen algunas de las asociaciones que agrupan a los taxistas en diferentes municipios de la provincia dibuja un escenario complicado. Las perspectivas a corto plazo son inciertas y el temor a posibles rebrotes de la pandemia empañan las expectativas. El presidente de la Asociación Radio Taxi de Benidorm, José Antonio Gómez, explica que la flota que trabaja en estos momentos en la calle es incluso menor que la que circula en invierno. "Trabajamos tres días y medio y libramos otros tres y medio cada semana, y aún así sobran taxis. Con esta medida tenemos operativos en la calle 64 vehículos de un total de 232", cuenta a este diario. Gómez sostiene que en esta época del año, lo normal sería que unos 180 taxis contaran con dos y hasta tres conductores trabajando por turnos, "y ahora hay uno por coche y las expectativas son malas".

Los servicios hasta el aeropuerto de El Altet son unos de los que más echan de menos. No sólo por el coste de la carrera, que oscila alrededor de los 75 euros, sino porque es un factor que dinamiza el negocio en la ciudad de los rascacielos. "Todos los coches que están haciendo viajes al aeropuerto no están prestando servicio en el municipio, y por lo tanto los que se quedan van cogiendo clientes y el trabajo se reparte", prosigue. También en el sur de la provincia, en ciudades como Orihuela, están siendo nefastas las consecuencias de la "nueva normalidad". El término municipal cuenta con 42 licencias de taxi y en los meses de verano prácticamente todos se trasladan a la zona costera, donde se concentra el trabajo, quedando sólo en el centro histórico los vehículos obligados a cubrir servicios mínimos.

Alberto García, presidente de la Asociación Radio Taxi Orihuela (ciudad) recalca que es en verano cuando se hace caja para luego sostenerse durante el resto del año. "Por el día aún hay algo de trabajo, pero cuando llega la noche no hay nada de nada", prosigue. Se refiere así a que las restricciones impuestas a los locales de ocio nocturno, unido al descenso de visitantes, ha motivado que apenas se soliciten servicios de madrugada. "En Orihuela ciudad podemos estar prestando servicio al 50% de lo habitual pero en la costa es donde la situación es mucho más complicada", continúa. Eso es algo que ratifica el presidente de la asociación de taxistas de la zona costera de Orihuela, Julio Martínez. "Solo estamos trabajando en días alternos. Aquí vivimos del turista, y el turista se fue en marzo y todavía no ha vuelto. Apenas se hacen viajes al aeropuerto y la facturación ha bajado un 80%. Veo casi imposible que se llega a niveles de otros veranos. Ojalá me equivoque, pero si en julio y agosto subimos un 30% la actividad, me doy con un canto en los dientes", confiesa.

Taxis a la espera junto a la estaciónd de autobuses de Torrevieja.Tony Sevilla

José Lorenzo Ballester, presidente de la Asociación Radio Taxi Torrevieja, la que agrupa a un mayor número de conductores en la localidad, presenta una radiografía muy similar el secor. A las causas ya indicadas por sus compañeros de oficio, añade que se percibe que los visitantes siguen teniendo miedo y que se registra un descenso en el consumo. "Aquí tenemos sobre todo turismo residencial y dependemos mucho de la hostelería y el comercio. Hay que tener en cuenta que mucha gente se ha quedado en el paro, han pasado por los ERTE y no gastan lo mismo que antes". Ballester indica que son 86 las licencias de taxi operativas en esta ciudad y hasta el final de junio, los conductores han estado trabajando días alternos. Es ahora cuando han recuperado su jornada completa, aunque aún así la merma de ingresos asegura que llega a alcanzar el 75%. "No va a ser un verano bueno para nada", concluye.

En Elche, Vicente Murcia, presidente de la Asociación Radio Taxi, la mayoritaria del municipio, exlica que también allí se sigue trabajando con turnos regulados al 50% de la jornada, una situación que podría cambiar a partir de la semana próxima. Aún así cree que es "inviable que todos trabajemos y llegaremos al 70% de la jornada". Es la flota de taxistas ilicitanos la que opera desde el aeropuerto provincial, siendo ese el punto que concentraba la mayor parte de las carreras interurbanas para desplazar por toda la provincia a pasajeros llegados desde otras partes de España y, sobre todo, europeos.

"A nivel global creo que los ingresos han caido un 80% y casi todos los servicios han sido urbanos. Ahora parece que se va a retomar la actividad con más vuelos, pero hay mucha incertidumbre", concluye. Y de incertidumbre habla también Paco Sánchez, de la Asociación Alicantina Radio Tele Taxi, que agrupa a la gran mayoría del sector en su demarcación. "La perspectiva es que la situación mejore con la vuelta a la actividad internacional del aeropuerto y con la reapertura de los hoteles. Espero llegar al 70% de la actividad de un verano normal, pero en estas condiciones es arriesgado hacer previsiones, todo son suposiciones y en estos momentos estamos al 50%.

Lo que sí parece tener claro Sánchez es que la reducción de empleo en el sector es y seguirá siendo inevitable. "En el área de prestación conjunta que incluye Alicante, San Juan, Mutxamel, Campello y San Vicente del Raspeig hay 537 licencias de taxi. Normalmente se genera empleo para unos 100 conductores más como asalariados o autónomos colaboradores, y entre abril y octubre se crean 100 puestos más para cubrir la temporada alta, pero este año creo que habrá menos de la mitad", augura. Y todo apunta a que tampoco se reforzará el servicio en la centralita que coordina los desplazamientos de los usuarios. De hecho, el número de llamadas durante el mes de junio ha decrecido un 59% con respecto al año anterior. "Hasta ahora el fin de semana era el mejor día de trabajo. Aquí se vive del ocio, y el ocio está ahora muy limitado", concluye.

Compartir el artículo

stats