El 78% de los corales en el litoral alicantino se muestra afectado por el cambio climático, un proceso que provoca, además, que el 42% de la superficie de estas colonias esté afectada por el blanqueamiento, un fenómeno causado por el calentamiento de las aguas que produce el debilitamiento o la muerte de las colonias de corales madreporarios. Así se desprende de los primeros resultados del estudio que está desarrollando el Instituto de Ecología Litoral para conocer los efectos del cambio climático en estos espacios naturales en la Comunidad Valenciana y Baleares. La temperatura media del mar ha aumentado un grado en los últimos años y en verano puede alcanzar hasta los 28 grados. A estas alturas hay zonas ya con dos grados más de lo normal.

El proyecto, desarrollado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica, se lleva a cabo en la provincia de Alicate en las zonas del Penyal de Ifach, Serra Gelada y litoral de la Marina Baixa, Cabo de las Huertas y Tabarca; y refleja, en sus primeras conclusiones, una afección muy elevada tanto en el número de colonias como en la superficie afectada.

Gabriel Soler, investigador del Instituto de Ecología Litoral, subraya que «el aumento de la temperatura del mar y la acidificación de agua al cambiar el PH son dos problemas importantes que no solo afectan al estado de los corales que pierden su color, sino también a la colonia de algas asociadas a ellos, y a multitud de especies marinas por ese aumento de la acidez del agua».

De esta forma, durante el pasado verano se estudiaron 307 colonias de las especies de coral «cladocora caespitosa» y «oculina patagónica», mostrando unos resultados preliminares que evidencian que el 78% de las mismas se encontraba afectada por el blanqueamiento, fenómeno que, debido al aumento de la temperatura del mar, provoca que los corales expulsen sus algas simbiontes o zooxantelas al desarrollarse determinadas bacterias patógenas, con el consiguiente debilitamiento de la colonia o muerte de ésta.

El porcentaje promedio de afección, en este caso, se situó en torno al 42% de la superficie de estos pólipos, cuyas colonias también se ven afectadas por otras enfermedades como el crecimiento sobre ellas de otros organismos (algas, esponjas...) que, a su vez, también han sido promovidas por el calentamiento de las aguas.

Desde el Instituto de Ecología Litoral ponen, por tanto, el acento en los negativos efectos que el cambio climático está provocando sobre el hábitat de los arrecifes y alertan de que la previsión del aumento del CO2 que captura el Mediterráneo altere el PH del agua del mar y reduzca entre un 40% y un 80% durante el presente siglo la capacidad de los corales para construir sus esqueletos calcáreos.

El diputado de Medio Ambiente, Miguel Ángel Sánchez, subraya la oportunidad del estudio que está desarrollando el Instituto de Ecología Litoral, con el que la Diputación de Alicante mantiene una estrecha colaboración desde hace años para la protección del fondo marino mediterráneo y su biodiversidad. «Es importante que desde las administraciones públicas y con la colaboración de toda la sociedad adoptemos medidas que contribuyan a luchar contra el cambio climático que, como bien demuestra este proyecto, afecta de forma muy seria a nuestro ecosistema marino».

Se han instalado nuevos sensores sobre temperatura y PH que se suman a los que tenía instalados el instituto alicantino en estos espacios naturales. En esta labor se ha contado con la ayuda de los servicios de vigilancia del Parque Natural de Serra Gelada, así como de las instalaciones de acuicultura de la zona.

Asimismo, se han cartografiado y evaluado las formaciones de vermétidos (pequeños moluscos), identificándose aquellos sectores de la costa donde estas poblaciones se muestran más vulnerables al cambio climático, en concreto a la subida del nivel de mar y otros fenómenos asociados, como es un excesivo desarrollo algal que pueda asfixiar a estos moluscos coloniales.

Además, se han identificado las formaciones de estos moluscos más accesibles para trabajar en los próximos meses con estudiantes de Alicante, El Campello, Finestrat, Benidorm, Alfaz del Pi, Altea, Calp y Benissa, de forma que participen en un programa de ciencia ciudadana y contribuyan a concienciar a la población sobre los pequeños gestos que pueden tomar para mitigar los efectos del cambio climático en este hábitat costero emblemático en la costa provincial.