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CORONAVIRUS

Aulas en pasillos, gimnasios y bibliotecas para tener 15 alumnos por clase

La conselleria da de plazo hasta el jueves a colegios e institutos para enviar su organización del curso próximo

Aulas en pasillos, gimnasios y bibliotecas para tener 15 alumnos por clase

Algunos pasillos en los casos más extremos y siempre que estén alejados del trasiego de alumnado, así como las bibliotecas en la práctica generalidad de los centros, y los gimnasios y salones de usos múltiples de colegios e institutos, está previsto que se conviertan en aulas el curso próximo para poder cumplir con las distancias de seguridad que exige Sanidad en las clases, y que Educación ha hecho llegar de forma individualizada a cada uno de los cerca de 150 institutos y 400 colegios en toda la provincia.

Son las soluciones que plantean desde los centros educativos teniendo en cuenta que deben asegurar la enseñanza presencial con la consiguientes medidas higiénico-sanitarias frente a la pandemia del coronavirus.

La Conselleria de Educación ha dado de plazo a los directores hasta este próximo jueves, día 2 de julio, para que hagan llegar sus propuestas definitivas sobre el modo de lograr conjugar ambos aspectos, distancia y enseñanza presencial, pero ayer mismo, sumamente preocupados especialmente desde los institutos, señalaban a este diario la necesidad de que se amplíe dicho plazo porque ni aprovechando espacios comunes veían factible sumar media docena de aulas, como indican en uno de los centros de Secundaria con más presión de matrícula en la provincia.

Los inspectores se convierten, en este sentido, en pieza clave para la atípica organización del curso próximo, marcado por la pandemia. Incluso han llegado a insinuar -en los casos en los que se percibe mayor dificultad para acoplar turnos, alumnado y espacios disponibles-, que la organización hay que tenerla prevista sí o sí sobre el papel, pero que en función de la evolución de la pandemia podría no ser necesario llevar a la práctica todas las medidas que se están exigiendo para ponerse en el peor de los casos y poder mantener las clases presenciales. Si hubiera rebrotes se podrían confinar unicamente el grupo de alumnos afectado y se evitaría la vuelta a casa generalizada, como coinciden en señalar algunos de los directores consultados ayer por ese diario.

Aire libre

Mientras en los centros de Infantil y Primaria la inmensa mayoría de los responsables contempla viable la presencialidad exigible restando bibliotecas y gimnasios, con lo que la Educación Física quedaría en estos casos circunscrita al espacio al aire libre del patio escolar, en los institutos coinciden en que la situación resulta más compleja y, por lo mismo, han solicitado mayor plazo a Educación para conseguir disponer de soluciones con la ayuda de los profesionales de la inspección educativa.

El desdoble obligado en la mayoría de las aulas llevará a organizar las clases por turnos y días alternos, persiguiendo siempre la máxima presencialidad posible del alumnado. De esta forma, en los casos en que por déficit de espacios no sea posible que coincidan en el centro todos los alumnos, una semana irá la mitad de una clase el lunes, miércoles y viernes, y a la siguiente semana el martes y el jueves, y viceversa.

Y en las asignaturas donde no se doblan aulas, porque se trabaja por competencias o áreas, como el caso de primero de ESO, se alternará igualmente a los alumnos, tal y como coinciden en señalar los directores consultados,que mostraban ayer elevadas tasas de agobio porque quieren primar igualmente la enseñanza presencial lo máximo posible.

«Estamos estudiando todas las posibilidades pero es complicado porque queremos llegar a que sea presencial en primero, segundo y tercero de ESO», precisa el director del Instituto Bahía de Babel en Alicante. Perderemos pasillos, gimnasios y bibliotecas porque estamos a tope, reiteran en buena parte de los institutos consultados.

Simulacro de Selectividad para comprobar que todo funciona

La totalidad de los institutos en los que se celebran a partir del día 7 de julio las pruebas de acceso a la universidad, desplazadas este año desde los campus universitarios a consecuencia de la pandemia, realizarán esta mañana de forma simultánea un simulacro sin alumnos para comprobar que todo el operativo funciona y cumple con las medidas higiénico sanitarias necesarias frente al coronavirus. Coordinadores, miembros de cada tribunal y vigilantes de las aulas que son profesores siempre de otros institutos, se reunirán en cada uno de los centros que acoge la PAU para llevar a cabo un simulacro de las pruebas. Se tienen que asegurar en cada caso de que funciona el sistema informático de control de acceso a la aplicación que contendrá las pruebas, así como confirmar la correcta apertura de la misma y la descarga de los documentos. El objetivo no es otro que evitar que se produzcan problemas en plena realización de unos exámenes que este año añaden a los nervios habituales del alumnado la presión de la covid-19. Se planificará la entrada y salida de los estudiantes evitando aglomeraciones y su distribución en las aulas para asegurar la distancia mínima de seguridad.

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