Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los municipios registran 1.220 casos de violencia familiar en el estado de alarma

Los expertos resaltan un significativo aumento de las cifras a causa del confinamiento y las medidas restrictivas. El cambio de situaciones familiares derivadas de los ERTE y las grandes complicaciones económicas también derivan en el maltrato

Los municipios registran 1.220 casos de violencia familiar en el estado de alarma

Las consecuencias del coronavirus siguen latentes en todos y cada uno de los ámbitos de la vida cotidiana. Las medidas y restricciones tomadas durante el estado de alarma y el confinamiento han dejado a lo largo de estos tres meses cifras reseñables en relación a los casos de violencia intrafamiliar. Cabe destacar que se han iniciado un total de 199 expedientes nuevos y se ha tenido que intervenir 1.021 veces en casos ya abiertos anteriormente a este período.

Unos datos que, según los expertos resaltan, el incremento que ha sufrido esta problemática durante los meses en los que se ha convivido con un alto nivel de medidas restrictivas. Normas que en muchos casos los adolescentes no entendían y que han llegado a provocar episodios de violencia graves.

Los Equipos Específicos de Intervención con Infancia y Adolescencia (EEIIA) asociados a los Servicios Sociales de los municipios de la provincia de Alicante han registrado un total de 8.838 actuaciones de forma telemática o telefónica. Una acción previa que se llevaba a cabo con el objetivo de no visitar los domicilios debido a la crisis sanitaria.

En 419 ocasiones se ha tenido que actuar en el lugar de los hechos, debido a la gravedad de los mismos y la imposibilidad de resolverlos a distancia. En 41 casos la Generalitat Valenciana ha tenido que intervenir directamente para sacar al menor del domicilio e iniciar la retirada de custodia.

Cifras que como valora Rocío Pérez, Educadora Social del EEIIA de la Mancomunidad Bajo Segura «se han visto aumentadas de forma considerable debido al cambio de situación vivida.

La cantidad de horas de convivencia, el confinamiento, el cambio en la situación laboral y económica de la familia y en muchos casos no poder salir a la calle para consumir droga; han sido las situaciones que han desencadenado un aumento de casos».

Como indica la experta, «nuestro papel en primer lugar es el de disminuir la gravedad de las situaciones, reforzar la capacidad relacional de la familia, dar factores de resilencia y sobre todo pautas de conducta para afrontar las situaciones difíciles que se vivían y aún persisten en algunos casos a diario».

Resalta que «en los casos de adolescentes con problemas de consumo, el no poder salir a la calle para satisfacer su necesidad ha desencadenado duros episodios de violencia en los que en algunos casos nos hemos tenido que personar en la vivienda acompañados de la policía. Incluso se han tenido que causar denuncias a menores por saltarse las normas del confinamiento para que entendieran así la gravedad de los hechos; se ha realizado una labor de coordinación con los cuerpos de seguridad muy importante».

Por su parte, Nacho Marco, director de la Escuela Emocional MarcAis y coordinador de un programa de ayuda al alumnado con necesidades educativas especiales en Ibi, indica que «la desconexión del ámbito académico de forma presencial también ha supuesto un grado de desmotivación para muchos escolares además de que, en la mayoría de casos, han convivido y aún lo hacen en contextos familiares muy desfavorables que en esta situación aún se han agravado más. Hemos percibido desequilibrio emocional por parte de todos y por supuesto en los ámbitos donde hay más factores todo se agrava».

Movimiento asociativo

Desde ACOVIFA, Asociación Contra la Violencia de Género y Familiar de Alcoy y Comarca su psicóloga, María Pérez explica que «nuestra entidad ha hecho una atención personalizada de cada caso que nos ha llegado, hemos realizado un total de 388 atenciones a través de llamadas telefónicas, whatsapp, videoconferencias y 90 publicaciones en redes sociales para dar recomendaciones para la prevención y actuación contra la violencia familiar».

Al igual que el resto de profesionales de este ámbito indica que «entre las causas que han provocado el aumento de la violencia en los hogares destacan el espacio físico reducido, el aislamiento social, los problemas económicos, el abuso de alcohol, tener que combinar las tareas de la casa, la ayuda con los hijos y el teletrabajo, la incertidumbre laboral y socioeconómica, el miedo al contagio personal y/o de tus seres queridos, todas ellas agravantes de la agresividad en personalidades violentas».

Compartir el artículo

stats