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Campamentos virtuales en Alicante: una tendencia al alza en tiempos de coronavirus

La incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y las necesidades de conciliar entre familia y trabajo durante el verano fomenta alternativas de ocio y aprendizaje online para niños y adolescentes

Un menor realiza actividades online. EFE

La compleja realidad instaurada tras la crisis del coronavirus ha obligado a muchas empresas a reinventarse ofreciendo soluciones ingeniosas para cubrir nuevas necesidades. En ese contexto de "nueva normalidad" se están convirtiendo en tendencia los campamentos virtuales, una fórmula ideada para facilitar la conciliación durante las vacaciones de verano y que ofrece alternativas a las familias que recelan de los encuentros presenciales o no tienen acceso a recursos como escuelas estivales. Dirigidos a niños y adolescentes, ofrecen actividades grupales que abordan desde la gestión emocional, iniciación en programación informática o claves para ser un futbolista profesional, pasando por otros tematizados en Harry Potter y Hogwarts o en superhéroes y princesas. Todo ello sin salir de casa y gracias a las infinitas posibilidades del ecosistema digital.

Una conexión a internet, un dispositivo electrónico y el pago de la matrícula, con tasas que por lo general parten de los 100 euros, es todo lo necesario para poder inscribir a un menor en un campamento digital, que suele durar entre una semana y un mes. Mayormente se desarrollan por las mañanas y los chavales participan en actividades lúdicas y educativas que están dirigidas por monitores y educadores. Para ello se utilizan diferentes técnicas, dinámicas y herramientas digitales que tratan de combinar siempre aprendizaje y diversión. Son muy comunes las aplicaciones para poder realizar videoconferencias colectivas con tal de que los participantes puedan interactuar bajo la supervisión de instructores. En algunos casos el material es exclusivamente online y en otros la empresa organizadora envía a casa del usuario todo lo que necesita para seguir las tareas.

Se trata de un recurso que, de alguna forma, aspira a suplir la drástica reducción de la oferta de escuelas de verano y campamentos organizados por instituciones educativas, ayuntamientos y empresas de ocio y entretenimiento. Todo ello en un contexto en el que, además, son muchas las familias que llevan meses lidiando con el teletrabajo y han visto alterados sus planes vacacionales ante la incertidumbre de la evolución de la pandemia de la covid-19.

"La modalidad de los campamentos online o virtual, como nueva tendencia en los campamentos, surge por una alta demanda de las familias en compensación de los miedos e incertidumbres hacia los campamentos presenciales. Dichos campamentos se desarrollan sin necesidad de salir de casa, impartidos a través de cualquier pantalla digital tanto de un ordenador, móvil o tablet. Los alumnos están todos conectados en directo y las actividades son dinamizadas por los monitores", explica Covadonga Berjón, directora de marketin de SoloCampamentos.com, uno de los buscadores de este sector más populares en internet. Estos recursos, indica Berjón, amplían las posibilidades de las familias al no existir límites geográficos o condicionantes de desplazamiento.

"Los campamentos online permiten, gracias a la tecnología, que niños y niñas de cualquier parte de España o del mundo interactúen entre sí, aprendan y se diviertan desde sus casas. Tienen un coste menor, por lo que pueden llegar a un abanico más grande de niños y niñas. Además, aquellos que no quieran ir a un campamento con pernocta o no tengan la oportunidad de ir a un campamento urbano siguen teniendo la oportunidad de aprender y divertirse junto a otros niños de su edad", explican desde el citado portal web.

Dos menores juegan frente al pc.EFE

Stella Mason es una de las impulsoras de campamentos digitales en la provincia. Es la directora de Stem English, que cuenta con cuatro centros académicos de enseñanza de inglés en Alicante y San Vicente. Este año, por primera vez, ha dado el paso a incluir la oferta exclusivamente digital para los meses de julio y agosto. "No sabemos cuándo puede llegar un nuevo rebrote de coronavirus y queremos estar preparados para lo que pueda suceder", explica a este diario. En este caso, las actividades se realizan de 10 a 14 horas de lunes a viernes y la dinámica, asegura, es muy similar a la que se haría en la academia.

Dirigido a niños y jóvenes de 4 a 17 años, los participantes pueden seleccionar diferentes temáticas para impulsar el aprendizaje de la expresión oral y escrita del inglés, con actividades como recrear obras de arte con objetos del hogar, clases de yoga, salud y nutrición, crear un videojuego, "Tik Tok time" o "scape room". "Lo que queremos es que no se aburran y que aprendan contenido mientras se relacionan con sus compañeros y con los profesores. Nos han contactado familias de la provincia, pero también de otros lugares como Granada o Mallorca", explica Mason. Aún así, indica, también mantiene actividades de campamento urbano que incluyen propuestas deportivas, entre otras, que se ajustan a la normativa dictada por las autoridades.

Otro de los campamentos que se impulsan desde Alicante, explican desde SoloCampamentos.com es el de "Gestión emocional, talento y vocación". Tiene una duración de 10 días. "Se trata de un programa de crecimiento personal con alto contenido emocional, aportando herramientas a los participantes para que encuentren el camino hacia su grandeza, conectando con la seguridad, erradicando miedos y tópicos paralizantes y mejorando la comunicación interpersonal e intrapersonal", destacan desde la web.

Abocadas al cierre

Según el Colectivo Nacional de Campamentos, el 40 % de las empresas organizadoras de campamentos no abrirán sus puertas este año y de estas cerca del 60% están abocadas a un cierre definitivo. Las pérdidas acumuladas hasta junio rondan el 70% de la facturación anual y, en el mejor de los casos, la mayoría de las empresas solo podrán hacer campamentos con la mitad de sus aforos. Los cálculos del Colectivo rondan los 110.000 puestos de trabajo directos, pero además "el impacto de nuestros campamentos sobre poblaciones pequeñas de la España vaciada es inmenso, hay miles de familias que obtienen una importantísima cantidad de sus ingresos de nuestra presencia en los pueblos, así como el comercio local y los distintos proveedores con los que trabajamos", indica el portavoz, José Manuel Fernández.

La agrupación ha venido criticando que el Gobierno Central no haya impulsado un marco regulador único sobre campamentos presenciales para evitar que cada comunidad autónoma dispusiera su propia normativa, evitando así que surgieran "17 modelos de campamento ante la crisis de la covid-19". "A día de hoy, no sólo no hemos conseguido hacer un protocolo claro y único para saber como debemos trabajar, es que apenas cuatro comunidades han sacado algún documento que nos ayude a saber las condiciones en las que debemos hacerlo", prosigue Fernández. Todo ello a pesar de que el Colectivo "creó un primer protocolo el 12 de mayo con medidas para que sirviera de guía para las autoridades, pero que ha sido ignorado en numerosas ocasiones" subraya su portavoz.

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