«Bailar de lejos no es bailar / es como estar bailando solo / tú bailando en tu volcán / y a dos metros de ti, bailando yo en el polo». Ya lo decía Sergio Dalma en su exitosa canción de «Bailar pegados». 30 años después así es la vida. La nueva normalidad no permite el baile en pareja. Ni siquiera entre personas convivientes salvo que lo hagan en sus casas o en espacios al aire libre. La indignación es absoluta entre las academias de baile, que han podido abrir en esta nueva fase pero se han visto obligados a borrar de su agenda los bailes en pareja. Lo que hacen es ofrecer baile individual con marcaciones en el suelo para no rebasar el espacio del compañero, un protocolo que muchas escuelas les está haciendo perder mucha clientela.
La alicantina Margarita Falcó, titulada superior en pedagogía de la danza y directora de Baile de Novios, entiende que haya que establecer unas medidas de protección ante el coronavirus pero no acaba de ver que se prohiba el baile en pareja. «El baile da vida, te mantiene en un perfecto estado de equilibrio físico y mental y es la vía energética para muchas personas. En mi opinión, no poder bailar en pareja de momento me choca un poco, ya que sí podemos estar sentadas 4 personas en la misma mesa en una cafetería pero no pueden dos realizar la actividad que más les apasiona», afirma la profesora de baile.
«Tomando las medidas de seguridad adecuadas, control de temperatura, uso de mascarillas e higiene, perfectamente se podría empezar a bailar, entrenar y/o ensayar en pareja en las academias y centros de baile. Actualmente ya se puede realizar de forma individual, pero se han quedado al margen los bailarines que realizan esta actividad en pareja y esto está teniendo consecuencias, no sólo en las personas, sino también en los propios centros que se han visto afectados económicamente y han tenido que cerrar sus puertas drásticamente», señala Marga, que posee una amplia experiencia en el mundo del baile y, como muchos profesores de su gremio, ven la medida fuera de lugar.
«Con las medidas de seguridad oportunas (tal y como han hecho en parques temáticos, por ejemplo) y cumpliendo éstas no veo ningún problema a la hora de bailar en pareja en la fase en la que nos encontramos. Otra cosa sería realizar en este momento competiciones de baile, concursos u otros eventos en los que hay público y en los que sería mucho más difícil controlar a las masas. De todas formas, la inconsciencia, la mala praxis o la desobediencia de las personas se puede dar en cualquier lugar, pero los que sentimos el baile en el alma ya seremos de lo más cauto para poder realizar nuestra pasión con todas las medidas de seguridad oportunas para no sufrir contagios», valora la bailarina.
«En la actividad que dirijo en DanzaTres, Baile de novios, trabajo con parejas que se van a casar y les ofrezco una formación en baile para que el día de su boda puedan bailar la canción o canciones que tengan un significado especial para ellos. Esto no deja de ser un baile en pareja, pero son parejas que, en su mayoría, ya conviven juntos y tomando las medidas de seguridad mencionadas anteriormente no veo problema alguno a la hora de realizar un baile en pareja», afirma Marga con indignación.
Del mismo modo, tampoco se puede bailar en la discotecas, ya que la normativa prohíbe expresamente el uso de pistas de baile y similares, sólo pudiendo distribuir a la clientela en torno a mesas, como en cualquier bar o cafetería. No se permitirá el consumo en barra y los clientes deberán estar en todo momento sentados en sus respectivos sitios. «El espacio destinado a pista de baile no podrá ser destinado al uso habitual». El DOGV de la nueva normalidad lo deja bien claro.
Plataforma de apoyo en las redes sociales
Plataforma de apoyo en las redes socialesProfesionales y aficionados al baile han creado en las redes sociales una Plataforma de Apoyo al Baile en Pareja con cada vez más seguidores en la que se muestra la indignación por las medidas impuestas por el Gobierno pese a entrar en la nueva normalidad. La Plataforma pide que «sean conscientes de nuestra situación y den ayudas económicas a quiénes no puedan ejercer su profesión por el distanciamiento social». También solicitan que se les «posibilite dar clase a parejas convivientes. Duermen juntas y usan el mismo baño. ¿Por qué no pueden bailar juntos con todas las medidas de seguridad?». Por último, la Plataforma tiene claro que «no podemos dejar que el baile sea una actividad clandestina porque no nos hagan caso. Somos muchos y hay que demostrarlo. Hacer las cosas bien es posible».
