Los sanitarios advierten de que la sociedad debe estar concienciada para hacer frente a los rebrotes de coronavirus. La jefa del servicio de Medicina Interna del Hospital del Vinalopó, María Isabel Pérez Soto, insiste en que la gravedad de cada rebrote dependerá del grado de responsabilidad de cada uno, a la hora de seguir las normas que se han puesto encima de la mesa para evitar volver a un confinamiento general de la población.
P ¿En qué situación están ahora mismo en su área sanitaria?
R En el hospital tenemos actualmente dos pacientes ingresados, pero son pacientes que ingresaron el 29 de marzo y el 7 de abril. Son los casos más graves que hemos tenido, y que han estado en UCI unos 70 días, y ahora se están recuperando en planta con PCR negativa. A día de hoy no tenemos pacientes positivos ingresados. En el mes de junio hemos tenido tres positivos, que son casos diagnosticados en mayo, y el último caso confirmado es del 17 de junio, que no ha tenido que ingresar y está aislado en su domicilio. Los tres últimos casos que hemos tenido no han mostrado criterios de gravedad. Ahora la situación está controlada.
P ¿Saltan las alarmas en el día a día ante posibles casos?
R Nuestra norma es que todo paciente que llega con síntomas respiratorios o con fiebre se considera como un caso sospechoso. Y todos los días venimos a tener una media de 10 pacientes, aunque luego no se les confirma con la PCR, pero se les trata como un posible positivo. Por eso se trata al paciente con todos los EPIs correspondientes, se ingresan en la planta de aislamiento, y si no precisan ingreso se les envía a aislamiento domiciliario.
P ¿Ha cambiado el procedimiento desde que empezó la pandemia hasta hoy?
R En realidad no. Lo único que ha cambiado es que antes, cuando teníamos los casos positivos, la planta estaba cerrada, no se permitían acompañamientos, y nosotros nos teníamos que cambiar cada cierto tiempo. Ahora como no tenemos positivos ingresados ya no está así, y desde el fin del estado de alarma se permite un acompañante por paciente. Esto es lo único que ha cambiado, el resto sigue funcionando como en marzo.
P ¿Espera rebrotes como se están dando en otras zonas?
R No se puede saber. Lo que sí que sabemos es que sigue habiendo casos. Pocos, leves,... pero sigue habiendo casos, y la única forma de evitar un rebrote es con las medidas sociales y sanitarias a nivel de la comunidad. Si nos descuidamos y empezamos a saltarnos las normas podría haber un rebrote, porque sigue habiendo casos positivos. El último que hemos tenido es del 17 de junio, no ha ingresado y está en casa con vigilancia, pero si esta persona de pronto no cumple, podría contagiar y volveríamos a empezar. El que haya un rebrote o no va a depender de la actitud de cada uno.
P ¿Están preparados para contenerlos?
R Sí. Nosotros tuvimos la ventaja de ir dos semanas por detrás de Madrid y eso ya nos permitió estar un poco más preparados. Y ahora lo más importante es continuar igual y no levantar la guardia, tratando igual a los sospechosos aunque la probabilidad sea menor. Estamos preparados para volver a cerrar la planta y tomar las medidas.
P ¿Qué opina de los test masivos?
R Creo que hay que hacer test PCR a los pacientes sospechosos. A lo mejor de forma masiva PCR no creo que aporte más beneficios, porque no se ha demostrado que los asintomáticos contagien o que al menos sean muy contagiosos. Si se tienen síntomas sí que es importante, como que la gente se conciencie de que si llega a esa situación debe aislarse rápidamente. Luego están los test serológicos, que sí que nos da mucha información sobre cómo se comporta el virus.
P ¿Qué le parece el proceso de desescalada? ¿Lo ven correcto?
R Esto es muy difícil. Que el proceso de desescalada tenga éxito o no va a depender de la concienciación ciudadana. Ahora mismo hay que ser conscientes de que, a nivel individual, llevar mascarilla y lavarse las manos es un acto de civismo, y es lo que va a evitar que se propague el virus. Ahora estamos en una situación que permite salir a la calle con seguridad, pero hay que saber que es en los sitios cerrados donde hay que tener mayor precaución.
P¿Qué espera en otoño?
R No sabemos qué pasará en otoño. Estamos preparados, pero lo que va a evitar una situación similar a la que hemos pasado es detectar rápidamente, que antes no lo teníamos. Si somos capaces de identificarlo rápido, que lo somos, con un test que lo detecte, y aislar al caso y los contactos va a ser más efectivo. Esto es lo que nos va a permitir evitar un confinamiento general, o poder hacer confinamientos más selectivos. Lo ideal será poder identificar el foco, tenerlo controlado y evitar la propagación.
P ¿Qué es lo que más le ha marcado estos meses?
R Esta pandemia me ha dejado muchas lecciones de vida. No solo a nivel profesional, también humano. La relación con las familias, que muchas veces ha tenido que ser telefónica, y que alguna vez no lo hemos conseguido y nos ha pesado muchísimo. Hemos aprendido de medicina y de relaciones con los pacientes.
