La parálisis generada por la crisis del coronavirus ha arruinado la campaña más importante para el sector del golf en la provincia de Alicante, la de primavera. En solo tres meses -abril, mayo y junio- las instalaciones ligadas a este deporte concentran el 35% del volumen de negocio anual; un porcentaje que en 2020 ha sido prácticamente inexistente por el bloqueo turístico y las restricciones a la movilidad decretadas durante el estado de alarma. Traducido a cifras supone pérdidas que rozarían los 170 millones de euros al sumar su impacto económico directo e indirecto, con una repercusión negativa que arrastra a hoteles, hostelería, actividad comercial y diversas empresas de productos y servicios que se nutren de esta actividad.
El secretario general de la Asociación de Campos de Golf de la Costa Blanca y Comunidad Valenciana, Ángel Llopes, explica que el sector no podrá iniciar su proceso de recuperación económica hasta al menos después del verano, dado que durante el periodo estival la afluencia de golfistas se reduce. Son meses en los que el buen tiempo se extiende por otros países del continente europeo y los aficionados a este deporte, gran parte de ellos de procedencia extranjera, pueden practicar en instalaciones que permanecen cerradas el resto del año, como las ubicadas en países nórdicos, Alemania, Irlanda o Reino Unido. Es a partir de octubre y durante el otoño cuando la actividad remonta y concentra otro 20% de los ingresos anuales.
La repercusión económica de los campos de golf tiene un importante peso en la provincia, con una facturación que roza los 494 millones de euros por año y genera más de 6.200 puestos de trabajo, según el Informe sobre el Turismo de Golf en la Comunidad Valenciana, presentado hace seis meses por el Gabinete de Estudios de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Alicante, en colaboración con Turisme Comunitat Valenciana y la Asociación de Empresarios de Campos de Golf de la Costa Blanca y Comunidad Valenciana. El documento recoge que la provincia agrupa 20 de los 30 campos de golf que oferta la Comunidad, destacando como uno de los principales enclaves la Vega Baja.
Llopes subraya que los esfuerzos se centran en estos momentos en intentar «reactivar» la campaña de otoño para salvar el balance anual, aunque reconoce que eso es algo que dependerá en gran medida de la evolución de la pandemia y las posibilidades de movilidad a nivel internacional. Aún así, los campos de golf de la provincia se encuentran completamente preparados para ser utilizados durante el verano. La mencionada asociación ha elaborado un protocolo de actuación cuyo objetivo es dar respuesta sobre las normas, pautas y recomendaciones para blindar las instalaciones y garantizar la seguridad tanto a visitantes como a la plantilla empleados.
Lo que los empresarios del sector precisan en este momento, indica Ángel Llopes, son medidas de apoyo que les ayuden a sostener un sector que supone el 0,71% del PIB y el 0,90% del empleo que se registra en la Costa Blanca. «Lo más importante ahora es que se apruebe la propuesta de poder prorrogar los ERTE hasta diciembre y así poder mantener los empleos», destaca Llopes, que apunta igualmente a la importancia de aprobar otras medidas como flexibilizar los periodos de pago de impuestos, tasas y cuotas a Hacienda o la Seguridad Social con tal de no estrangular al sector y que pueda reponerse sin destruir empleo.
84% son extranjeros
El perfil tipo del turista que acude a la provincia atraído principalmente por su oferta de campos de golf es el de hombre de entre 45-65 años, con estudios superiores y un nivel de renta medio y medio-alto. En cuanto a su procedencia, frente al 16% de españoles, el 84% de usuarios son extranjeros, principalmente de Reino Unido 40%, países nórdicos 28% (Suecia 15%, Noruega 7%, Islandia 3%, Finlandia 2% y Dinamarca 1%), Francia 11%, Países Bajos 5% y Alemania e Irlanda 4%. Su gasto medio diario se sitúa en 125,60 euros.
El golf se posiciona como un sector estratégico en materia turística en Alicante ya que tiene un gran poder desestacionalizador, puesto que sus temporadas altas se ubican en primavera y otoño, es decir, al margen del sol y playa. En el total de la Comunidad la facturación generada supera los 745 millones de euros al año, de los que más del 66% llegan a la provincia. Se trata de la cuarta comunidad autónoma con más campos de golf del país, por detrás de Andalucía, Castilla-León y Cataluña.
