Serología, test rápidos, anticuerpos... son términos que ha traído la pandemia de coronavirus y con los que todos nos hemos familiarizado ya, también las empresas. En las últimas semanas está floreciendo en la provincia de Alicante un auténtico mercado en torno a los test frente al covid al que se están subiendo laboratorios y clínicas privadas.
Un negocio asentado sobre la psicosis de la gente por saber si ha pasado o no la enfermedad y alentado por el hecho de que ya no es necesaria la prescripción de un médico para esta prueba, algo que sí sigue siendo necesario para conseguirla en la Seguridad Social. Según la información recogida de distintos laboratorios y clínicas, el precio de las pruebas oscila entre los 50 euros de un test rápido para saber si la persona ha pasado la enfermedad y tiene anticuerpos, a los 120 euros por una PCR, la prueba más sofisticada que determina si estás pasando el covid-19 en estos momentos. En medio, el método Elisa, que mide los anticuerpos con una técnica más sensible y que los laboratorios ofrecen por un precio que ronda los 90 euros.
Pocas empresas quieren dar información de manera abierta, aunque manteniendo su anonimato hay laboratorios que señalan que a diario reciben una media de cuatro personas interesadas en hacerse la prueba y otros que reconocen que tienen lista de espera. Al margen de particulares, las empresas son las grandes interesadas en que sus trabajadores se sometan a estas pruebas de cara al regreso a sus centros de trabajo. Una labor, la de hacer test a toda la plantilla, que recae en los diferentes servicios de prevención. Aunque en este terreno también se impone el secretismo, empresas consultadas por este periódico señalan que han tardado un mes en poder conseguir los esperados test debido a la alta demanda que hay en el mercado.
Aunque desde comienzos de esta semana, con el fin del estado de alarma, ya no es necesario contar con la prescripción de un médico para que te hagan la prueba, hay clínicas y laboratorios que la siguen pidiendo, aunque con cierta picaresca de trasfondo. «Si nos mandas un email, te enviamos la prescripción del médico ya firmada», responden desde un centro médico privado de la provincia cuando se le solicita información sobre esta prueba. En otro reconocen que aunque la indicación de un médico, «o un dentista», sigue siendo imprescindible para hacer un test de anticuerpos, añaden que «si no es posible conseguirla, nosotros lo arreglamos».
Un mercado creciente, pese a que los expertos no creen que este tipo de pruebas aporten mucha utilidad. «En España el nivel de inmunidad apenas supera el 5%, por tanto estas pruebas no van a solucionar mucho a una empresa que se las quiera hacer a sus empleados. No sé hasta qué punto es rentable hacerlas», recalca María Salinas, vocal de Análisis Clínicos del Colegio de Farmacia de la provincia de Alicante.
Además, estas pruebas arrojan resultados sobre un periodo de tiempo muy concreto. «Puedes hacerte una prueba hoy y contagiarte mañana. Hacerte un test cada mes es inviable», sostiene Salinas, quien insiste en que la mejor medida para protegerse frente al virus es usar mascarillas y mantener la distancia. Otro de los problemas es que la psicosis por la pandemia ha hecho que florezca un mercado de test, en el que no todos tienen la misma fiabilidad. «Hay pruebas que se venden en internet y que su sensibilidad es del 60%, casi como tirar una moneda al aire». Una situación que puede dar lugar a falsos positivos o falsos negativos, con el peligro que eso conlleva en cuanto a que la persona se relaje en las medidas de protección. Salinas insiste, además, en que este tipo de pruebas solo pueden realizarse en laboratorios de análisis clínicos.
La provincia de Alicante lleva días con muy pocos casos positivos nuevos de la enfermedad. Según los datos aportados por la Conselleria de Sanidad en hospitales y centros de salud de la provincia se han hecho 5.623 pruebas PCR, con las que se ha llegado al 91,3% de los casos posibles. De ellas, han dado negativo el 99,3%.
El Instituto de Salud Carlos III actualizó ayer el denominado número de reproducción básico, que en la provincia de Alicante se sitúa en el 0,36, sufriendo un ligero repunte desde el pasado viernes, cuando cayó al 0,22. Con todo, la provincia tiene el indicador más bajo de la Comunidad y es menor que el registrado en el conjunto del país, 0,58. Este indicador señala el número promedio de personas a las que puede llegar a contagiar un enfermo de covid-19. Las autoridades sanitarias insisten en que el número de reproducción básico siempre debe estar por debajo de 1, para considerar que la situación de la pandemia está bajo control. El pasado 10 de marzo el índice llegó a alcanzar el 3,5.
