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CORONAVIRUS

Los mayores que «plantan» al covid-19

Una residencia de Mutxamel dedica un monumento a los sanitarios, a la policía, a la gente en sus balcones y al propio centro, a salvo de contagios

Los mayores que «plantan» al covid-19 INFORMACIÓN

En unas Hogueras sin plantà por el coronavirus, enfermedad que se ha cebado especialmente en las residencias de ancianos, hay un monumento en un geriátrico de la provincia de Alicante dedicado a todo el movimiento solidario y de conciencia social que ha causado la pandemia. Se trata de la residencia de mayores El Pilar de Mutxamel, que cada año celebra las fiestas del fuego, y que finalmente este 2020 lo ha podido hacer también al finalizar el estado de alarma, con foguera, proclamación de cargos, traca y coca amb tonyina aunque sin familiares porque en este centro aún tienen «mucho miedo», admiten, a que la enfermedad pueda colarse entre sus paredes. Por ello, mantienen las distancias y nada de besos ni abrazos.

La foguera, con varios coronavirus en su parte frontal y médicos con mascarillas, está hecha con papel y cartones de las cajas de pañales que usan las personas mayores. Proyectó la idea el técnico en Animación Sociocultural del centro, Hugo Ortega, quien proporcionó los materiales reciclados a los residentes y les indicó como pintarlo con los distintos mensajes. Prácticamente todos los usuarios, 35 personas, han colaborado en la obra en mayor o medida, en función de sus capacidades. «Todos han impreso las huellas de sus manos. Es un edificio donde los vecinos aplauden en los balcones y se ha enfocado a la lucha de los sanitarios, fuerzas de seguridad, y a esta gran familia que formamos en la residencia, donde gracias al esfuerzo de todos, no hemos tenido ningún caso», explica Nuria Laforga, directora junto a su hermana Eva de este centro, que fue fundado por sus padres en el año 2000 y que ahora regentan ellas tras el relevo generacional.

Sobre la temática no hubo discusión. El covid-19 ha alterado la vida de los hogares de ancianos, quienes han estado meses sin poder ver a sus familiares. «Antes del estado de alarma ya limitamos las visitas, tuvimos suerte porque todo el mundo lo entendió. A los 15 días los residentes pudieron hablar con sus familias con las tabletas y fue muy bonito ver las reacciones. La hija de una señora que vive en Suiza pudo ver que su madre está perfectamente. Hay mucha intranquilidad y las familias lo han pasado mal. Al principio sobre todo fue muy complicado».

Los mayores han disfrutado de plantà, merienda festera con horchata y fartons, y decoración de la planta baja de la residencia con masclets recortados por ellos mismos, formando una barraca. Los ancianos eligieron a sus cargos a través de un concurso de dibujos anónimo. El más votado fue el de Carolina Albors, de 93 años, una Bellea del Foc alcoyana que se ha vestido de alicantina por primera vez. «Llegada esta edad, es todo muy bonito y entrañable», dijo, aunque echó de menos a sus familiares. Sus dos hijos viven en Alicante. A la Bellea le gustó vestirse de festera pese a que ponerse la mantilla, dijo, es «sacrificado».

La primera dama, Josefina García, de 89 años, de Xixona, cree que les ha quedado una hoguera «fantástica, hemos hecho lo que hemos podido. La vida es así», apuntó al ser preguntada sobre la pandemia. A Vicenta Ivorra, de 92 años y segunda dama, natural de Orxeta, le hicieron ilusión los aplausos y los gritos de «guapa». Completó la corte el foguerer Diego Vives, de 85 años, natural de Murcia aunque lleva toda la vida en Alicante. «Me gusta la Fiesta, he sido foguerer en la hoguera de Benalúa, y me gusta todo, las mascletaes, la hermandad...». Afirma que han trabajado mucho en el monumento que retrata el coronavirus, «estamos afectados por lo que ha pasado pero tenemos a un conjunto de sanitarios y trabajadores muy agradables y pendientes de nosotros».

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