El paisaje de playas masificadas, aviones llenos de turistas y hoteles con grandes ocupaciones se ha desdibujado tras la crisis del coronavirus. Aquella realidad de hace tan solo un año poco tiene que ver con la nueva normalidad del verano 2020. Muchas cadenas todavía no han levantado sus persianas y las reservas siguen paradas. Ante este incierto escenario, la patronal hotelera Hosbec lanzó ayer en las Cortes una llamada de auxilio por su supervivencia. Es una crisis sin precedentes con la que nadie había contado y requiere, según manifestó ayer el presidente de Hosbec, Toni Mayor, durante la comisión de reconstrucción, que el Gobierno apruebe medidas excepcionales para reflotar el sector como prorrogar los expediente que regulan la suspensión temporal de empleo, reducir la distancia social en un metro y una campaña especial para mantener la cuota de los turistas del Reino Unido ante la posibilidad de un Brexit duro. «Somos como Salvar al Soldado Ryan. Hay que aguantar este año como sea para llegar a 2021. Lo que se nos viene encima es muy grande», aseveró Mayor en una llamada de socorro para sacar a flote el sector en medio de esta epidemia.
El presidente de Hosbec urgió al Gobierno de España a reforzar el plan de impulso al turismo español, dotado con 4.262 millones y presentado la semana pasada por Pedro Sánchez. La decisión todavía pendiente sobre la prorroga de los ERTE más allá de finales de junio ha generado «una gran decepción» entre los hoteleros «por la poca sensibilidad». Sobre los trabajadores del sector, Toni Mayor indicó que «hay que cuidarlos» porque forman parte de la reconstrucción y rechazó que haya sueldos precarios o sueldos bajos. Ante un verano atípico sobre el que hay más dudas que certezas sobre el comportamiento que tendrá el turista, los hoteleros también piden decisiones económicas «valientes» como dejar a los ayuntamientos que utilicen su superávit, modificar impuestos o permitir el aplazamiento de pagos, junto a medidas de choque estructurales como las de Francia o Italia.
Entre estas peticiones destaca una bajada temporal del IVA en todo el sector mientras se prolongue la crisis para estimular los viajes, al igual que en Alemania, una bonificación de las tasas aeroportuarias o una prórroga de la exención de pagos a la Seguridad Social por parte de las empresas. Fuera del ámbito fiscal, Hosbec ve conveniente unificar el distanciamiento social en la Unión Europea y dejarlo en un metro como en Austria o Irlanda, ante la dificultad para bares y restaurantes. Otras de sus reclamaciones es modificar los planes urbanísticos para facilitar la reconversión de la planta hotelera y lanzar un nuevo modelo de atención a los clientes.
El sector tiene puestas sus esperanzas en la próxima temporada ante la posibilidad de recibir una «demanda inesperada», o lo que es lo mismo, reservas estancadas desde marzo con millones de europeos que han aplazado sus vacaciones. «Si llega la solución sanitaria, 2021 podría ser un año de recuperación y de rebrote del turismo», auguró ayer Toni Mayor. Para eso, en cualquier caso, hay que tomar medidas para poder resistir hasta entonces. A largo plazo, una de las principales reivindicaciones es aprovechar la financiación europea para acabar proyectos como el Corredor Mediterráneo, así como la ampliación del baipás al aeropuerto de Alicante.
Las «kellys» denuncian despidos de camareras de piso en hoteles aprovechando la alarma
El colectivo exige un protocolo frente al covid-19: «No podemos limpiar y desinfectar 25 habitaciones en seis horas»
La representante de «Las Kellys» Yolanda García denunció ayer en la comisión de las Cortes la precariedad laboral que sufre el colectivo de camareras de piso y que se ha visto agravada por la crisis del coronavirus. «Si el hotel tiene que estar desinfectado, no podemos seguir limpiando y desinfectando 25 habitaciones cada 6 horas», aseguró García que, además, reclamó un protocolo específico que sea de obligado cumplimiento para los hoteles y que refleje una disminución de la carga de trabajo. La representante alertó de que muchas camareras de piso fueron despedidas de manera improcedente en los días previos a la declaración del estado de alarma «dejándolas fuera de la protección de los ERTE por fuerza mayor».
