Preocupación y esperanza son los dos sentimientos predominantes entre los docentes españoles de cara al próximo curso escolar. Preocupación por las incertidumbres con las que se plantea el futuro educativo en el curso 2020/2021 y los grandes retos a los que deberán hacer frente como motivar al alumnado o la falta de dispositivos entre el alumnado para el aprendizaje a distancia. Estas son algunas de las conclusiones del estudio «Panorama de la educación en España tras la pandemia del COVID-19: la opinión de la comunidad educativa» realizada por un grupo de investigadores de las Universidades de Granada y Málaga, coordinado por el profesor e investigador Fernando Trujillo. La investigación supone el paso previo a la puesta en marcha de «Educación Conectada», un proyecto de BBVA y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (Fad) que ofrecerá un conjunto de acciones de emergencia dirigidas al ámbito educativo tras la crisis del covid-19.
Los docentes piden inversión en infraestructuras y personal; una revisión profunda del currículum; mayor cultura de colaboración entre docentes; mayor atención a cuestiones socioemocionales; y formación y liderazgo de los equipos directivos. Sin embargo, se muestran escépticos ante una administración educativa que, en su opinión, se ha limitado durante el curso 2019-2020 a invocar la autonomía de los centros sin aportar soluciones, ni recursos, ni inversiones. La falta de instrucciones claras y criterios unificados para abordar la actividad docente durante el cierre de los centros ha provocado, según dijo ayer el profesor Fernando Trujillo, «un sentimiento de abandono». Una situación que también ha afectado de lleno a las familias que critican, según el estudio, la dificultad para adaptarse a criterios cambiantes, y la multiplicidad de plataformas y canales para la docencia. A pesar de todo, apuntó Fernando Trujillo, «del discurso de los docentes también se desprende un sentimiento generalizado de esperanza porque, al igual que los alumnos y sus familias, viven la crisis con profundo deseo de transformación».
De cara al próximo curso escolar, los docentes españoles ven indispensable reforzar las infraestructuras, tanto en espacios como en recursos tecnológicos, y las plantillas. Al 67% le preocupa la falta de dispositivos entre el alumnado y el efecto que puede tener en la igualdad de oportunidades.
En relación con el aprendizaje, una de las mayores preocupaciones del profesorado respecto a la situación que puedan encontrar a la vuelta de las vacaciones de verano es la motivación para el aprendizaje por parte del alumnado, seguida de cuestiones como la gestión de las emociones o la autogestión del proceso de aprendizaje.
Reacción
Los docentes y familias de la provincia coinciden con los planteamientos que ha puesto de relieve este estudio. La directora del IES Severo Ochoa de Elche, Elvira Quiles, insistió en que «necesitamos recursos para evitar que exista una brecha digital». Por su parte, desde los colectivos de directores, Toni González, apuntaba que «hay que abrirse a nuevas plataformas». El presidente de la Fapa Enric Valor, Txomin Angos, destacó que «pensamos que un 15% de las familias se pueden quedar descolgadas». Para combatir este problema la Conselleria de Educación ha encargado a los centros un estudio para conocer las necesidades de las familias.
