Con la vista en el final del estado de alarma, las grandes superficies comerciales de las zonas de gran afluencia turística de la provincia de Alicante ultiman los preparativos para la apertura en domingos y festivos durante los próximos seis meses del año. Este periodo excepcional para el comercio, acordado por todo el sector de la Comunidad, empezará este próximo domingo, 21 de junio, y se prolongará hasta el primer domingo de las Rebajas de enero, con la excepción en la ciudad de Alicante del 24 de junio, Día de San Juan, fecha en la que el comercio permanecerá cerrado.
La llegada de este periodo de apertura comercial, tan esperado para las grandes superficies, coincide con un escenario inédito en todo el país, derivado de la crisis sanitaria por el coronavirus. Esta situación envuelve en una atmósfera de «máxima incertidumbre» el resultado de la apertura de los domingos y festivos. Así lo reconocen los responsables del gran comercio en la capital alicantina, ya que el éxito de esta apertura va muy ligado a dos perfiles de clientes: los turistas y los visitantes de la provincia, sobre todo de la zona del Alcoià y del Medio Vinalopó. «Abrimos con un sinfín de incógnitas, con mucha incertidumbre por las dudas sobre el turismo. Aunque se vayan a abrir las fronteras, falta saber la respuesta del turista», señala el director de El Corte Inglés en Alicante, Juan Cabello, quien admite que el «histórico» este año no tiene ningún valor: «Dependemos de los turistas, pero también de los visitantes de la provincia, que estamos viendo que está siendo reticente al salir».
Y es que las grandes superficies coinciden en las sensaciones de estas dos primeras semanas de apertura, desde que la provincia entró en la fase 2 de la desescalada. «La facturación está aguantando, pero el volumen de clientes ha bajado porque la gente no viene a pasear en familia, acude por una necesidad de compra», subraya Cabello, quien admite las dudas también por la crisis económica derivada de la sanitaria.
Desde el centro comercial Plaza Mar 2 de Alicante, Jose Palacios, coincide en asegurar que la previsión es de «incertidumbre total» por la falta de «precedentes». El gerente de la gran superficie espera que la llegada del turismo nacional contrarreste la caída del visitante extranjero, tanto para los domingos y festivos como para el resto de la semana. «Esperamos una caída de los clientes de entre un 10 y un 15%, aunque con mejores datos de facturación. Se acabaron los paseos por los centros comerciales, la gente viene a comprar», añade Palacios, quien tiene la mente puesta en julio.
Desde el centro comercial Gran Vía, Javier Montejano, también habla de una «previsión en el aire», aunque con cierto optimismo, ya que estas dos semanas de apertura han sido «mejores» de lo «previsto inicialmente». Y también apuesta por el turismo nacional frente a las serias dudas que se generan sobre el internacional.
Por último, desde la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) observan con esperanza el fin de las limitaciones de movilidad entre comunidades y también la apertura de fronteras. «Ese perfil de clientes es fundamental para nosotros, en los domingos y en el resto de días. Si el turismo nacional no se anima, la caída puede ser abrumadora», añade el portavoz autonómico, Joaquín Cervero.
