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Ximo Puig: «No se restringirá el paso a ningún turista venga de donde venga»

El jefe del Consell insiste en que no hay motivos ni capacidad legal para impedir la llegada de visitantes de otras comunidades y vuelve a apelar a la responsabilidad pero evitando «alarmismos»

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante el encuentro con Pedro Sánchez y los demás líderes autonómicos. INFORMACIÓN

La Comunidad Valenciana no impedirá ni restringirá la llegada de turistas procedentes de otros puntos de España. Así lo aseguró ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, argumentando que ni hay en este momento motivos sanitarios para ello ni el gobierno autonómico tiene competencias para tomar esa decisión. El final del Estado de Alarma el próximo día 21, recordó, supondrá que «se levanten las limitaciones de movilidad» y los ciudadanos puedan desplazarse por todo el país. No obstante, insistió en apelar, al igual que lo hiciera el sábado, a «la responsabilidad» de la sociedad en su conjunto para evitar en la máxima medida posible que haya rebrotes de coronavirus.

Puig se pronunció en estos términos en la comparecencia que realizó después de la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los restantes dirigentes autonómicos. En ella, el jefe del Ejecutivo central les transmitió entre otros aspectos la decisión de adelantar al 21 de junio la apertura de fronteras, lo que permitirá la entrada de turistas extranjeros. Fue además la última reunión telemática, ya que el próximo encuentro, previsto para finales de julio, se llevará a cabo de forma presencial salvo que las circunstancias lo impidieran.

Preguntado en varias ocasiones por una posible limitación a la entrada de personas procedentes de territorios que han sufrido con mayor dureza la pandemia de coronavirus o donde se están produciendo ahora rebrotes, como Madrid o el País Vasco, el jefe del Consell reiteró que sin el Estado de Alarma no se puede impedir que los ciudadanos se muevan libremente por todo el territorio nacional. Además, recordó que no hay ahora mismo una situación que justifique esa medida y que, en todo caso, si hubiera rebrotes de covid-19, la respuesta debería ser la detección precoz del foco y el seguimiento a los contactos de las personas contagiadas. Reconoció que el riesgo está, pero que «una sociedad sin riesgos no existe» y que de lo que se trata es de que «podamos reaccionar cuando haya algún caso».

Tampoco habrá una especial vigilancia, más allá del seguimiento sanitario, en zonas de gran afluencia turística como son las costas de la provincia de Alicante. «No se trata de militarizar las playas», dijo, sino de ser responsables y «ser conscientes de que el virus está ahí», al tiempo que hizo hincapié en su confianza en la población para seguir todas las medidas de precaución como la distancia social. Respecto al personal que la Generalitat contratará para las playas, dijo que su cometido será dar apoyo a la plantilla habitual que tenga ya cada ayuntamiento, así como ofrecer información. «Van a ser una imagen positiva de la Comunidad», recalcó. No obstante, su función exacta sí puede variar entre una localidad y otra porque «hay ideas diferentes en cada municipio».

La fase 3 avanzada que se inicia hoy, que en algunos aspectos va más allá que la «nueva normalidad» en la que ya se encuentra Galicia, tendrá una duración por ahora indefinida en la práctica, aunque el 21 de junio termine el Estado de Alarma. Puig expresó al respecto que «no podemos decir que todo es irreversible, desgraciadamente», al continuar estando presente el virus. Eso sí, con una movilidad territorial total. El presidente explicó que la intención de la Generalitat era que se permitieran los desplazamientos entre la Comunidad y todas las provincias limítrofes -Murcia, Albacete, Cuenca, Teruel y Tarragona-, así como con las islas Baleares, pero que el Ministerio rechazó esa posibilidad, por lo que habrá que esperar una semana más.

Vacunación intensiva de gripe

Ximo Puig explicó que una de sus propuestas en la Conferencia de Presidentes fue la realización de una campaña intensiva de vacunación de la gripe a partir del otoño, a todos los grupos de riesgo de la población y en mayor cantidad de lo que se ha venido haciendo hasta ahora. Es demasiado aventurado aseverar que ésa podría ser una herramienta de prevención contra el coronavirus, admitió, pero en cualquier caso «mal no parece que va» y puede contribuir a que el problema del covid-19 en el futuro no sea mayor.

También pidió «la institucionalización» de las Conferencias de Presidentes, de forma que se conviertan en un instrumento habitual en la relación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Estas reuniones, en su opinión, «muestran que España puede funcionar de manera más federada y coordinada», y en un clima «alejado de la crispación, con cogobernanza y corresponsabilidad». Por ello, abogó por avanzar en el desarrollo de reglamentos que articulen unos encuentros en los que «todas las miradas territoriales aportan». Además, reivindicó de nuevo una solución al problema de la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana.

Puig insistió en que «es el momento de intensificar la reactivación» tras el letargo que ha supuesto la crisis sanitaria y recordó que en los días álgidos de la pandemia llegó a haber 2.189 personas con covid-19 ingresadas en los hospitales de la Comunidad y ahora son 110 los pacientes. Las cifras reflejan, insistió, que «el virus está controlado pero continúa estando ahí fuera», por lo que ha apelado a la «prudencia», pero también a «evitar alarmismos innecesarios» y a seguir recuperando poco a poco la normalidad.

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