Dicen los expertos en materia de turismo que la provincia de Alicante alberga una de las mejores plantas de campings de todo el país y, en tiempos de coronavirus, se posiciona como una atractiva alternativa vacacional entre quienes buscan naturaleza y distanciamiento social. Los alojamientos ubicados en parajes interior o prácticamente a pie de playa han comenzado a abrir sus puertas tras el bloqueo impuesto durante la fase más complicada de la pandemia del covid-19. Lo están haciendo de forma escalonada y adaptándose al estricto protocolo decretado por el Ministerio de Sanidad para mantener las instalaciones libres de patógenos y garantizar la seguridad de huéspedes y empleados. Sabedores de que el turismo internacional todavía puede tardar en aterrizar en la Costa Blanca, el principal objetivo pasa ahora por seducir a alicantinos y clientes de otras comunidades autónomas que, quizá, desconocen que su oferta de servicios llega a incluir enormes piscinas, tratamientos en spas, comida a la carta que se sirve directamente en las autocaravanas, jaimas o bungalós, así como gran variedad de actividades de ocio y animación.
Aunque por el momento los únicos visitantes que han empezado a recibir los campings son familias alicantinas, dado que la movilidad interprovincial sigue restringida por el estado de alarma, "hay suficiente interés en la demanda como para empezar a abrir", explica el presidente de la Asociación de Campings de Alicante, Juan Delgado, que vaticina que la reapertura se irá haciendo de forma escalonada hasta julio en función de las características de cada establecimiento. Los primeros que han vuelto a la actividad, indica, son los que recibían un importante porcentaje de clientes de proximidad y se espera que, poco a poco, se vayan sumando los demás. "No va a ser el mejor verano de nuestras vidas en cuanto a ingresos, pero somos optimistas en que la gente descubra el camping", añade. Según indican desde la citada agrupación, en este momento permanecen abiertos prácticamente la mitad de sus asociados, que suman un total de 40 establecimientos y concentran una oferta global cercana a las 25.000 plazas.
Usuarios en la piscina del camping Alannia Costa Blanca, en Crevillent. TONY SEVILLA
En la actualidad, cuando se habla del concepto de camping, poco o nada tiene que ver con la antigua imagen de tiendas de campaña dispuestas bajo un árbol, mesas plegables, sillas y neveras de plástico. La oferta de alojamiento en casas de madera que disponen de todas las comodidades o en elegantes jaimas, así como en parcelas adaptadas para caravanas y autocaravanas, se ha multiplicado en los útimos años entre los establecimientos que operan en la provincia, muchos de ellos diseñados como resorts con todo lujo de detalles. "En este momento se están recibiendo muchas llamadas con peticiones de informacion, parte de ellas de gente que nunca ha estado en campings, pero se está esperando a que se conozca con seguridad la fecha en la que se permitirá la movilidad entre provincias para formalizar las reservas, que muchas serán de última hora", vaticina Delgado.
El presidente de la asociación confía en que esta opción vacacional se popularice y estima que "si pasamos del 3% de la gente que acude a campings y llegamos al 5% sería un logro". Lo más importante, subraya, es trasladar a los posibles clientes las medidas de seguridad que se han adoptado y la flexibilización en materia de reservas, cambios o cancelaciones que gran parte de las empresas del sector está implementando a raíz de la situación actual.
Ocupación del 50%
Desde una de las empresas más potentes dedicas al sector en la provincia, Alannia Resorts, que cuenta con establecimientos ubicados en Guardamar del Segura y Crevillent, además de otros dos en Tarragona, explican que durante el mes de junio las reservas que está registrando son de turistas de proximidad del entorno de sus campings. Sostienen que desde que el Gobierno anunció que se recibiría a turistas internacionales a partir de julio se han incrementado las visitas a la web de Alannia desde el extranjero un 30%". "Aunque todavía no se materialicen este tipo de reservas, se percibe un interés por parte del público y se espera que la demanda potencial se transforme en futuras reservas", explican fuentes de la empresa, que apuntan que, hasta ahora, el 40% de los clientes que visitan sus resorts son de origen internacional. Ante el panorama actual, confían en que alcanzarán el 50% de ocupación de cara a la temporada estival "si se continúa con la buena evolución de la pandemia y la desescalada sigue el ritmo".
Medidas de higiene y seguridad en el camping Alannia Costa Blanca, en Crevillent. TONY SEVILLA
En estos momentos, indican que una de las modalidades de hospedaje que más éxito está teniendo es la zona de "glamping" que dispone el resort de Guardamar, que incluye una serie de bungalós en las que se facilita al visitante toallas, ropa de cama, menaje de cocina, y dispone de electrodomésticos y mobiliario de jardín, aunque también están recibiendo reservas de turistas que llegan con su propia caravana.
Tras el cierre de las instalaciones durante semanas por la crisis sanitaria del covid-19, la empresa ha desarrollado un protocolo para contar con las "máximas garantías de seguridad" que incluye planes de higienización exhaustiva a través del incremento de recursos y frecuencias, así como también sistemas protectores para la recepción, barras de bar, restaurante, supermercados o gimnasios. Sin embargo, uno de los aspectos más destacados es la aplicación de las nuevas tecnologías para facilitar el cumplimiento de las recomendaciones lanzadas por las autoridades y asociaciones para este sector. A ese respecto, una de sus novedades es la puesta en marcha del servicio "delivery" por el que los clientes pueden recibir su comida en su alojamiento pidiéndola por la APP móvil de la cadena.
Niños en una actividad de animación del camping Lo Monte, en Pilar de la Horadada, guardando la distancia de seguridad.Información
Promoción de la seguridad
El camping Lo Monte, ubicado en Pilar de la Horadada, es otro de la provincia que ya se encuentra en actividad y con un porcentaje de ocupación que, según su gerente, Raimundo Martín, es del todo positivo en el marco de la situación actual. En ese sentido explica que, una vez que se han adoptado todas las medidas de seguridad y se ha hecho llegar esa información a los futuros clientes, la ocupación llegó a alcanzar el 60% el pasado fin de semana. "Un porcentaje muy alto para la situación en la que estamos", aunque en tiempos de normalidad, se rozaría el 90% durante los sábados y domingos de junio.
Alojamiento en bungaló del camping Lo Monte, en Pilar de la Horadada.Información
En este establecimiento, indica Martín, la práctica totalidad de visitantes que reciben en verano es de origen nacional, justo lo contrario de lo que sucede en invierno, cuando la mayoría son extranjeros que se instalan durante varios meses. "Es importante explicar todas las medidas que hemos adoptado con el refuerzo de los planes de limpieza e higiene que están certificados por entidades internacionales. Hemos elaborado un plan de contingencia que los visitantes pueden consultar en nuestra web en el que se explica que las zonas comunes se limpian un mínimo de seis veces al día, se hacen paradas técnicas para limpiar y desinfectar las piscinas, se lleva a cabo un control severo de aforos y hasta las actividades de animación se han consensuado con la empresa para que se cumplan todos los protocolos de distanciamiento social", subraya el gerente. "Somos optimistas y confiamos en que al final llegaremos a niveles de años anteriores, aunque hay que ser prudentes", concluye.
