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El primer fin de semana de baño deja unas playas con alta afluencia y más controles

La gran parte de arenales de la provincia registran un aumento de visitantes en comparación al inicio de la fase 2 de desescalada y los bañistas alertan de que hay tramos en los que no se cumplen las distancias

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Primer fin de semana de baño en las playas con el estado de alarma

Buena parte de las playas de la provincia de Alicante inauguraron ayer el primer fin de semana en el que se permite el baño desde que se decretó el estado de alarma por la crisis del coronavirus. Miles de familias prepararon sus neveras y la sombrilla para disfrutar de la brisa del mar y la compañía, aunque respetando, eso sí, unas ciertas distancias de seguridad entre grupos que en agunos casos eran dudosas. Durante la jornada, sobre todo entorno al mediodía, se notó un gran movimiento de personas hacia la costa, ya que no sólo los arenales eran indicadores de esta situación, si no también los aparcamientos que ya han empezado a escasear tanto en el litoral de la capital de la provincia como en otros puntos como las playas ilicitanas. Allí la afluencia fue similar a la de otro verano cualquiera por estas mismas fechas, o incluso algo mayor, según explican algunos bañistas. Elche ha adelantado el servicio de socorrismo mediante un contrato menor para que pudiese empezar a estar activo ayer para cubrir los kilómetros de playas como la de El Altet, Arenales, el Carabassí o La Marina. Según Antonio Tarí, responsable de DYA, el balance de la primera jornada fue positivo, sin incidencias, e incluso descartan que se produjesen grandes aglomeraciones.

En la mayoría de playas ondeaba la bandera verde o amarilla y por ello se notaban bastante concurridos los espacios como en la playa de San Juan. Los sentidos de acceso a las playas están delimitados como en el Postiguet y para acceder hay que hacerlo con calzado y mascarillas, aunque este recurso de protección sólo lo llevaba dentro de la arena una mínima parte de los usuarios. Alguno de los visitantes como Amparo Soler señalaban a INFORMACIÓN que todavía no les queda muy claro qué funciones tienen las balizas que se han dispuesto a lo largo de la playa y tenía dudas sobre las distancias que debían cumplir. Otros bañistas como José Luis Gil apuntaban que por el momento la afluencia es «aguantable» pero cree que el problema vendrá después para controlar los aforos cuando lleguen turistas nacionales de puntos como Madrid o extranjeros.

La mayoría de bañistas consultados coinciden en que se respetan unas mínimas normas cívicas para circular, pero también se dan casos en los que no se cumplen las medidas de distancia social, con corredores por primera línea que sortean a quiénes pasean o incluso niños jugando en el «carril» para pasear. En cuanto a infraestructuras, algunos bañistas critican que haya lavapiés cubiertos con bolsas de basuras y sobre todo que haya otros estropeados que no tengan ningún tipo de indicativo. En el Postiguet la afluencia recordaba al inicio de cualquier otro verano, con las excepciones del protocolo que se ha establecido y las balizas que cubren el litoral. La vicealcaldesa de Alicante, Mari Carmen Sánchez, pedía responsabilidad a la población y recordaba que se han reforzado los mandos de la Policía Local, Protección Civil y Cruz Roja, que durante el día resolvieron dudas de bañistas. En las playas de Guardamar, en la Vega Baja, sin embargo, se notaba poca ocupación y menos bañistas. «El mar está calmado pero el agua todavía fría», según un visitante.

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