O no hay parcelas libres o las que existen son demasiado pequeñas o están en recintos mal comunicados, lejos de las autovías o de puertos y aeropuertos. Es la realidad con la que se encuentran muchas de las empresas que pretenden ubicarse o ampliar las instalaciones que ya tienen en la provincia de Alicante y, en general, en toda la Comunidad Valenciana. Una situación de la que ya vienen advirtiendo desde hace tiempo las organizaciones empresariales y a la que se enfrenta la propia Generalitat cada vez que una gran compañía acude al punto de atracción de inversiones del Ivace para realizar consultas sobre un posible desembarco en la autonomía, con el consiguiente riesgo de que se acaben marchando a otra región.
La preocupación entre los responsables autonómicos no es menor, sobre todo si se tiene en cuenta que las actividades más en auge, como la logística -que vive una auténtica eclosión por el avance del comercio electrónico- requieren cada vez de parcelas de mayores dimensiones. Además, la Generalitat tampoco quiere dejar escapar las posibles oportunidades que surjan en los próximos años por la relocalización de empresas, una de las tendencias que muchos expertos auguran tras la crisis del covid-19, que ha puesto en valor la producción de proximidad.
Ante este panorama, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y los consellers de Economía Sostenible, Rafael Climent, y de Ordenación del Territorio, Arcadi España, se reunieron ayer para poner en marcha los primeros pasos del futuro plan estratégico de suelo industrial de la Comunidad Valenciana, con el que pretenden poner fin a esta carestía y favorecer la reindustrialización de la autonomía.
Según explicó el conseller Climent tras el encuentro, el primer paso dentro de este plan será elaborar un mapa con las posibles localizaciones, en función de los citados parámetros de cercanía a vías de comunicación y disponibilidad de terrenos en cantidad suficiente. Además, como es lógico, también se tendrá en cuenta el impacto medioambiental. Posteriormente, sería la propia Generalitat la que se encargará de expropiar y urbanizar los terrenos para generar nuevo suelo industrial público, como ya hace con los polígonos que actualmente promueve el Ivace en Tibi o Xixona, entre otra ubicaciones.
En esta ocasión, sin embargo, la iniciativa se gestionará de forma conjunta entre las consellerias de Economía y Ordenación Territorial, con la intención de que puedan agilizarse los trámites urbanísticos que deban desarrollarse. Para ello se está estudiando la fórmula de colaboración más adecuada, que podría pasar por la creación de una nueva sociedad, a la que se traspasarían los trabajadores necesarios desde el Ivace y desde la conselleria de Ordenación Territorial para evitar nuevas contrataciones, según explicó el conseller.
En el caso de la provincia de Alicante, la falta de grandes parcelas es especialmente acuciante en el entorno metropolitano de la capital, lo que, por ejemplo, ha obligado a Seur a construir su nueva plataforma de distribución en Monforte. Buena parte de esta demanda viene de empresas de logística, que reclaman parcelas de 50.000 o más metros. Otro caso paradigmático es el de Tempe, que sigue pendiente de la ampliación del Parque Empresarial de Elche para crecer.
