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CORONAVIRUS

Las primeras fases de la desescalada sacan de los ERTE a 15.000 alicantinos

El descenso de la cifra de afectados se concentra en los expedientes por fuerza mayor mientras siguen en aumento las regulaciones de empleo por causas económicas - Los expertos creen que el regreso a la actividad se acelerará en las próximas semanas

Una terraza llena en la ciudad de Alicante. pilar cortés

El avance de la desescalada y la paulatina reactivación de la economía posibilitaron que durante el pasado mes de mayo regresaran a sus puestos de trabajo cerca de 15.000 alicantinos que se habían visto afectados anteriormente por alguno de los miles de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que se presentaron en la provincia tras el decreto del estado de alarma por el covid-19. Una buena noticia que se suma a las más de 7.100 nuevas afiliaciones a la Seguridad Social que también registró la provincia en el mismo periodo, y que evidencian la mejora que experimenta la situación gracias a la reapertura de comercios, bares o fábricas, entre otros establecimientos.

Una mejora que, no obstante, los empresarios siguen viendo demasiado lenta, por lo que piden acelerar las medidas de desconfinamiento y la transición a la nueva normalidad, mientras que los sindicatos prefieren ir sobre seguro y apuestan por priorizar la salud de los trabajadores. Eso sí, unos y otros coinciden en reclamar la prolongación de las suspensiones temporales de empleo, mientras la recuperación no coja fuerza.

De momento, lo que indican los datos de la Seguridad Social es que al finalizar el pasado mes de mayo -es decir, cuando la provincia ya llevaba varias semanas en fase 1 pero todavía no se había iniciado la fase 2- se encontraban afectados por un ERTE 118.020 trabajadores alicantinos, frente a los 132.883 con que se cerró el mes de abril. Es decir, que se produjo un descenso de 14.863 en la cifra de personas con el empleo suspendido.

Sin embargo, la evolución fue muy distinta según el tipo ERTE que se analice. Así, en el caso de los expedientes por fuerza mayor -los de aquellos negocios que se vieron obligados a cerrar por los efectos del confinamiento, que disfrutan de exenciones en las cotizaciones a la Seguridad Social y que, de momento, solo se mantendrán hasta finales de este mes- la cifra de afectados pasó de 119.210 a 103.413, es decir,15.797 menos, gracias a la reapertura de muchos de estos negocios. Por el contrario, aumenta el número de alicantinos incluidos en ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, que pasan de 13.673 a 14.607. Una cifra que, además, es previsible que continúe en aumento, ya que buena parte de las solicitudes que aún tiene por resolver la Conselleria de Economía -y que, por tanto, aún no aparecen en las estadísticas de la Seguridad Social-, son de este segundo tipo, al que recurren las firmas que no han cerrado obligatoriamente, pero sí han visto afectados sus ingresos por la crisis que se ha generado.

Diferencias

En cualquier caso, las cifras totales indican que ya se han reactivado en Alicante el 11,2% de los trabajadores que se habían ido temporalmente al paro a través de esta figura, un porcentaje ligeramente por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 11,5%. No obstante, lo cierto es que la situación dista mucho de unas provincias a otras, dependiendo, básicamente, del momento en que entraron en las distintas fases y, por tanto, se permitió un mayor nivel de actividad. Así, las empresas de Murcia, Álava o La Rioja ya han sacado de los ERTE a más del 25% de sus trabajadores, mientras que, por el contrario, en Madrid apenas se ha rescatado al 5% de los afectados y en Barcelona, la otra gran zona que lleva más retraso en la desescalada, no llegan al 8%.

En este sentido, Alicante se encontraría en la parte baja de la tabla -entre las que han rescatado menos trabajadores que la media-, pero en un nivel similar a otras provincias con una estructura productiva y un calendario paralelo, como es el caso de Málaga (11,1%) y mejor que Canarias (10,3%) o Baleares, donde en mayo aumentaron los afectados por las regulaciones de empleo.

Al respecto, el presidente de CEV Alicante, Perfecto Palacio, lamentó que, a su juicio, la recuperación de la actividad esté yendo «demasiado lenta». «La economía sigue todavía muy cerrada. Hay que acelerar las medidas de apertura ya y permitir la movilidad y la llegada de turistas. Además, los datos sanitarios van bien y avalan una desescalada más rápida», apuntó el empresario.

Al respecto, la secretaria comarcal de UGT en l'Alacantí y la Marina, Yaissel Sánchez, reconoció que el hecho de que buena parte de la economía provincial se base en actividades «que siguen teniendo limitado el aforo y que dependen de la llegada de visitantes» es uno de los motivos de que no se haya producido un mayor rescate de trabajadores de los ERTE. Sin embargo, Sánchez señaló que «debe primar la salud sobre cualquier otra consideración».

En este sentido, los datos de la Seguridad Social indican que a nivel nacional los sectores que han reactivado un mayor porcentaje de empleados son la industria del caucho y el plástico, la del motor, los servicios personales, la construcción y la industria del cuero y el calzado, con niveles superiores al 30%. Por el contrario, los servicios de alojamiento son los que menos trabajadores han reactivado, al menos hasta el pasado 31 de mayo.

Para el profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad de Alicante David Montoya, la cifra de trabajadores rescatados de los ERTE en la provincia es «más que considerable, teniendo en cuenta nuestra estructura productiva» y confía en que el proceso de regreso a la actividad se acelere en las próximas semana. Además, considera que el hecho de que el tejido productivo de la zona esté formado en su mayoría por microempresas favorecerá que haya una mayor recuperación del empleo, a medida que avance la desescalada.

Alargar las suspensiones

En lo que parece que hay coincidencia entre todos los consultados, incluidos patronal y sindicatos, es en la conveniencia de prolongar los ERTE por fuerza mayor más allá de la fecha acordada para su finalización -el próximo 30 de junio-, ya que difícilmente el turismo y otros negocios habrán logrado recuperar un volumen de actividad significativo para entonces. Así, el catedrático de Fundamentos del Análisis Econó-mico de la UA Ignacio Jiménez Raneda asegura que esta extensión de los ERTE «sería muy positivo para evitar un aumento de la pobreza, que agudizaría aún más la crisis». Sin embargo, reconoce que el Gobierno también debe «tener en cuenta el coste de esta medida» y señala que la clave para su sostenimiento estará en la llegada de fondos europeos. «Cuanto antes se sepa de qué dinero se puede disponer, mejor», insiste el experto.

Por otro lado, el hecho de que las plantillas de muchos de los negocios que se vieron obligados a cerrar por el estado de alarma estuvieran altamente feminizadas -como el comercio, la hostelería o los hoteles- también ha llevado a que la mayoría de los afectados por las regulaciones temporales de empleo sean mujeres. En el caso concreto de Alicante, al finalizar mayo había 60.148 mujeres afectadas por un ERTE frente a 57.872 varones en la misma situación. Una cifra especialmente llamativa si se tiene en cuenta que del total de afiliados ellas sólo suponen el 45% frente al 55% que suman los hombres.

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