Poco a poco, los promotores alicantinos están logrando su objetivo de que la Generalitat les tenga cada vez más en cuenta a la hora de diseñar la estrategia turística de la autonomía y se les considere como una parte fundamental de este negocio. A pesar de los recelos que esta actividad sigue despertando entre algunos miembros de los partidos que forman parte del Botànic -sobre todo por los excesos cometidos durante los años de la burbuja- desde la Agencia Valenciana del Turismo tienen cada vez más claro que el gasto que realizan los propietarios de segundas residencias suponen un elemento clave en la economía de gran parte de los municipios de costa, que puede ser especialmente valioso en las circunstancias actuales, donde la crisis provocada por el covid-19 puede frenar la llegada de otros visitantes.
Así, desde el Ejecutivo autonómico han decidido incluir este turismo residencial entre los productos a potenciar en su nuevo plan de marketing y publicidad, y además reforzarán la colaboración con los empresarios para ayudarles a entrar o consolidar su posición en aquellos mercados que les resulten más interesantes. Así lo señalaron desde el Consell, tras la reunión que ayer mantuvieron el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, y el director general de esta área, Herick Campos, con el presidente de la Asociación Provincial de Promotores de Alicante (Provia), Antonio Fernández, y otros miembros de la ejecutiva de esta organización. Eso sí, a cambio, también quieren que los empresarios se involucren en los programas de calidad turística o en la estrategia CreaTurisme para desarrollar productos especializados, que aporten valor añadido.
La Comunidad, líder
Lo cierto es que los propios datos que maneja Turisme avalan la importancia de este sector. Así, hasta el 55% de los 9,5 millones de visitantes extranjeros que recibió la autonomía se alojó en una casa particular, ya sea su propia segunda residencia, la vivienda de unos amigos o familiares o un apartamento de alquiler. Igualmente, quienes se decantaron por esta modalidad de alojamiento generaron el 59% de los 9.621 millones en que se cifró el gasto turístico de los extranjeros en la Comunidad. Se trata, además, de un segmento del negocio turístico en el que la autonomía es líder. Así, por ejemplo, el 32% de todos los extranjeros que cruzaron la frontera para alojarse en una casa de su propiedad tenía como destino la Comunidad Valenciana, y un 79,3% de ellos se dirigió a la Costa Blanca. Igualmente, la autonomía también acapara casi el 23% de todos los viajes con destino a residencias de algún familiar o conocido.
Por si fuera poco, el turismo residencial creció más que el resto durante el pasado ejercicio. De esta forma, si el número total de turistas extranjeros aumentó un 3,9%, el de los visitantes que llegaron a alojamientos privados lo hicieron un 5%. Y lo mismo ocurrió con el gasto, que repuntó un 16,5% frente al 7,9% de la media del sector.
Estancias largas y fuera de la temporada alta
Según los datos de la Agencia Valenciana de Turismo, los extranjeros que cuentan con una segunda residencia pasan una media de 18,5 días cada vez que la visitan y, además, lo hacen mayoritariamente fuera de los meses de verano, lo que contribuye a desestacionalizar el sector. En concreto, solo el 37% viene en el tercer trimestre. La estancia se acorta hasta los 10,5 días cuando vienen a casa de algún familiar o amigo, pero a cambio elevan el gasto diario, que pasa de 64 a 82 euros. Quienes más se dejan -107 euros al día- son los que vienen a apartamentos de alquiler, en los que pasan una media de 12 días, de acuerdo con los datos de la Generalitat.
