El anuncio oficial del acuerdo entre Conselleria de Universidades y rectores públicos para el inicio del curso en tres meses ha dado cierta luz sobre cómo podrían organizarse los universitarios. Las clases serán semipresenciales, por lo que los alumnos comienzan a pensar ya en el alojamiento. Pero hay muchas dudas. Así lo reflejan las inmobiliarias de la provincia, que muestran la inquietud de propietarios e inquilinos en ciudades con campus universitarios como Elche, Alicante-San Vicente del Raspeig, Orihuela, Alcoy o Altea. Si, de normal, la tarea es complicada, la situación sanitaria y los augurios que algunos hacen sobre un posible rebrote para el próximo otoño están agudizando la incertidumbre.
En concreto, según asegura la presidenta del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante (API), Marifé Esteso, «los estudiantes y sus familias van a esperar a última hora para buscar piso, con el objetivo de tener todo más claro. Si normalmente por estas fechas ya se comenzaba a reservar el alquiler, ahora mismo todo está muy parado».
Los interesados en alquilar también consideran que «los precios bajarán, puesto que la previsión es que en ciudades como San Vicente donde antes faltaban viviendas para estudiantes ahora pueden sobrar», apunta Esteso. Por ello, afirma que «todo va a desarrollarse en función de la situación sanitaria. Ahora empezamos con un parón de la actividad, pero pensamos que todo arrancará muy rápido después». «¿Cómo vas a alquilar un piso si dicen que para octubre habrá un rebrote?», se pregunta la responsable de los API de la provincia. «Nadie quiere pisarse los dedos ahora, porque algunos ya han vivido la experiencia de estar pagando un alquiler en la ciudad universitaria pero estar viviendo el confinamiento con sus padres», explica Esteso.
En Alcoy, desde la agencia Carbonell también han detectado que «los estudiantes están expectantes, aunque la campaña fuerte suele comenzar en 10 días. De momento está todo muy parado. Lo que sí hemos detectado es mayor interés por estudios para no tener que compartir piso y reducir riesgo de contagio». Igual de expectantes están en San Vicente del Raspeig, donde Antonio Oliver, gerente de Novaterra, dice que «es cierto que los que viven cerca se están pensando si alquilar o no; hemos notado descenso de interés, pero el mercado sigue activo. Ahora los precios se mantienen pero es posible que más adelante se produzcan correciones al estar un poco altos».
Por contra, en Elche, la presidenta de la Asociación de Inmobiliarias MLS, Yolanda Rández, dice que «normalmente en nuestra ciudad los alquileres universitarios comienzan a moverse en julio». Ahora mismo, «hay más demanda que oferta y los precios siguen igual».
Residencias
Residencias de estudiantes como Villa Universitaria también han detectado un descenso de las renovaciones de contratos de un 30%; «existe una incertidumbre absoluta, pero la demanda sigue siendo importante», remarca su gerente, Eduardo de Temple, que destaca las numerosas medidas adoptadas (turnos, nuevas tecnologías y señalizaciones) y obras realizadas para crear espacios de seguridad en el recinto. Esta entidad solo cobró un 20% del recibo de abril a sus usuarios, a los que no pasó los de mayo y junio. Ahora, se plantea empezar a cobrar a partir del 16 de septiembre al empezar más tarde el curso y da la posibilidad de no pagar en caso de que en otoño se decretara de nuevo el estado de alarma.
El delegado de los estudiantes de la UA, Álvaro Asencio, reconoce que «numerosos alumnos de fuera están muy preocupados por la situación y hemos trasladado al Rectorado su problemática. Todavía no está claro qué clases serán de obligada asistencia, si habrá turnos rotatorios, los horarios... bastante incertidumbre, en definitiva».
