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CORONAVIRUS

Crisis del coronavirus: Compromiso de consenso en el inicio de la comisión que debe sentar las bases de la recuperación de Alicante

Los grupos del Ayuntamiento, con el alcalde Barcala al frente, muestran su voluntad de aparcar las broncas políticas

Crisis del coronavirus: Compromiso de consenso en el inicio de la comisión que debe sentar las bases de la recuperación de Alicante

Con un compromiso político firme y público de consenso, de aparcar el sectarismo, de apostar por el diálogo sincero, de trabajar para impulsar la reconstrucción de la capital alicantina tras el inesperado golpe social y económico provocado por la pandemia del coronavirus. Y con los empresarios recordando que se necesitan hechos, no sólo buenas palabras para afrontar esta insólita crisis. Así arrancó ayer la Comisión para la Recuperación de Alicante, que se constituyó en una reunión celebrada en el edificio Séneca.

Una cita que se celebró entre importantes medidas de seguridad: con mascarillas todos los asistentes -alrededor de ochenta personas- y con la obligación de echarse hidrogel y de superar la prueba de la temperatura a la entrada al recinto. También hubo distancia de seguridad, para lo que hubo que habilitar varias dependencias de la antigua estación de autobuses de la capital alicantina.

Con esta comisión, aprobada en pleno municipal con la única abstención de Unidas Podemos, el Ayuntamiento pretende sentar las bases de la recuperación tras una crisis que, como admitió ayer el alcalde, Luis Barcala (PP), se desconoce cuándo y cómo finalizará.

Ante ese escenario, el regidor popular pidió poner los pies en el suelo con las propuestas que se empezarán a abordar en las reuniones de las cinco subcomisiones que arrancan mañana jueves. «Esta complicada 'misión de ciudad' será más fácil de culminar con éxito si somos realistas desde el primer momento y tenemos claro el punto de partida», señaló Barcala, quien se enfundó el traje de alcalde y abogó por las buenas formas, rechazando por tanto la bronca política que no hace tanto protagonizaba la actualidad municipal. Sin ir más lejos, en la sesión plenaria de abril en la que se aprobó la creación de la Comisión para la Recuperación, tal vez la más bronca de todo el mandato.

Barcala intentó ayer pasar página, invitando a hacer lo mismo al resto de formaciones políticas. «El acuerdo para la recuperación de Alicante es irrenunciable. La ciudadanía, más exigente ahora que nunca, confía en la cultura del pacto. No les decepcionemos, las familias y empresas alicantinas no nos lo perdonarían», prosiguió Barcala, quien espera que «el pragmatismo y el sentido común» se impongan a «la discordia», que todos apuesten por «aparcar los sectarismos, los apriorismos ideológicos y los intereses partidistas».

Unidad compartida

Las palabras de Barcala contaron con el refuerzo inmediato de su socio de gobierno en Alicante, en boca de la vicealcaldesa y portavoz de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, quien defendió que ahora es «el momento de izar la bandera del consenso», en un discurso en el que también apostó por «poner en valor lo que une».

Tras las palabras del bipartito llegó el momento de la oposición, de comprobar si el discurso de unión propuesto ahora por el gobierno municipal tenía continuidad en la bancada de enfrente. Y lo tuvo. De todos, incluso de Unidas Podemos, que no desaprovechó la ocasión para recordar que la comisión aprobada no es de su agrado. Pese a eso, se comprometieron a hacerla propia. «Esta comisión no era la que nos hubiera gustado, la queríamos más abierta, con más capacidad de decisión, más flexible para incluir a otras entidades... Con todo, vamos a trabajar como si fuera nuestra propuesta», afirmó el portavoz de la coalición, Xavier López, quien también lamentó el desmantelamiento de los servicios sociales y la dependencia del ladrillo que tiene la económica alicantina.

Previamente, el socialista Francesc Sanguino se mostró esperanzado en que este 2 de junio, fecha elegida para la constitución de la comisión, sea el día «D» para la recuperación de Alicante. Y eso sí, compartió como el resto el deseo de «una unidad inquebrantable» para recorrer un camino inimaginable hace apenas tres meses y donde «habita la incertidumbre».

Por su parte, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, fue incluso más allá. Además de compartir la importancia de los pactos y el consenso, «en una ciudad en la que cuesta verlos», el concejal invitó a los presentes a pensar en grande, a no limitarse a devolver a la ciudad a su posición antes de la irrupción del coronavirus. «El reto no es volver a la normalidad previa, sino construir una ciudad mejor», añadió Bellido en su turno.

La última intervención política correspondió al portavoz de Vox, Mario Ortolá, quien puso en valor a la sociedad civil, para la que pidió un «apoyo incondicional».

Tras los políticos, hablaron los demás, los que quisieron entre los representantes de los colectivos sociales y económicos invitados. El más directo fue el empresario Carlos Baño, vicepresidente de la Cámara y representante ayer de Facpyme, quien pidió pasar de las palabras a los hechos. Lo hizo después de escuchar el compromiso público de los actores políticos. «Me emociona que los grupos se unan para trabajar. Alicante necesita que estéis unidos, tenemos la oportunidad de ser los primeros en la recuperación», subrayó Baño. En esa línea de cooperación, el empresario Antonio Arias, también vicepresidente de la Cámara, se mostró abierto para «devolver la confianza» a toda la sociedad.

Un mes tienen por delante todos ellos para sentar las bases de la recuperación de la ciudad. Clave será convertir las buenas palabras de ayer en mejores hechos.

Cinco subcomisiones, 22 reuniones y un pleno extraordinario

Los órganos delegados, que echan a rodar mañana jueves, deben tener sus propuestas para finales de este mes

Las cinco subcomisiones en las que se ha dividido la Comisión para la Recuperación empezarán a rodar esta semana. Mañana jueves es el turno para la subcomisión de prevención sanitaria (9 horas), la económica (11 horas) y la turística (13 horas). Un día después, el viernes, arrancarán las otras dos subcomisiones: emergencia social (9 horas) y movilidad (11 horas).

En total, se prevé que cada subcomisión se reúna cuatro veces a lo largo de las próximas tres semanas. Al frente de estos órganos se encuentran ediles del bipartito y portavoces de la oposición. Sólo uno, el socialista Francesc Sanguino, preside una subcomisión, la de prevención sanitaria y convivencia. En cuatro de las cinco comisiones existe «mestizaje», es decir, hay un miembro del gobierno y otro de la oposición al frente, salvo en una, la social, presidida por Julia Llopis (PP) y con María Conejero (Cs) como vicepresidenta.

Tras las reuniones iniciales, están previstas dos sesiones de la Comisión para la Recuperación, con el objetivo de exponer los informes emitidos desde las cinco subcomisiones, donde se recogerán, en total, en torno a un centenar de propuestas para reactivar la recuperación socioeconómica de la capital tras la crisis por el covid-19.

Para mediados del próximo mes (16 de julio), el gobierno municipal espera convocar un pleno extraordinario para aprobar el dictamen no vinculante que surja de la Comisión de Recuperación.

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