La atención sanitaria telemática, obligada desde los momentos más críticos de la pandemia del coronavirus, ha surgido con la voluntad de perdurar en el tiempo. Las salas de espera a rebosar han pasado a la historia y en algunos servicios, como es el caso de las unidades contra el cáncer de mama, incluso se han llegado a suprimir los asientos con el principal objetivo de evitar que coincidan las usuarias y prevenir posibles contagios.
En concreto, el servicio para la realización periódica de mamografías en prevención del cáncer de mama, ubicado en el edificio de Salud Pública en la Plaza de España de Alicante, ha eliminado la sala de espera en la que podían coincidir alrededor de una decena de usuarias con sus respectivos acompañantes.
Las pacientes son citadas con intervalos de 20 minutos entre cada una de ellas hasta completar el ciclo de la revisión y evitar que coincidan. De hecho la espera, si llega el caso, se hace en la calle. En ningún caso se pasa adentro mientras no lo indican desde el servicio. Aproximadamente se atiende a una veintena de pacientes cada día.
Desde la propia Conselleria de Sanidad sostienen que la «desescalada sanitaria» es clave desde el punto de vista de la salud de las personas, pero también «una oportunidad para introducir innovaciones que supongan transformaciones significativas en el sistema sanitario». Y las tecnologías de la información y de la comunicación utilizadas durante la epidemia, y que han demostrado su utilidad, «deben incorporarse a la práctica clínica habitual», como sopesan los responsables sanitarios.
En esta línea se han desplegado carteles informativos por los centros de salud en los que se advierte al usuario de que las consultas con el médico de Atención Primaria son «por vía telefónica», y que se desaconseja acudir a la consulta presencial, a no ser que se trate de una patología aguda o lo haya determinado el médico previamente por teléfono.
Así lo están haciendo ya en el centro de salud de San Blas, como concreta el doctor Blanquer, miembro a su vez de la junta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar. Lamenta este facultativo que se vean obligados a enviar a casa a tantos pacientes que acuden a pedir cita en el mostrador tal y como estaban acostumbrados. « Lo recomendable es que llame desde casa. Estamos cambiando el modelo de solicitud de cita para que cuando vengan lo hagan ya para cuestiones finalistas, porque antes hemos encargado la analítica, radiografías o pruebas correspondientes».
Javier Blanquer valora que no se ha hecho todavía suficiente hincapié en el cambio de modelo sanitario que ya está en vigor. «La gente tienen muy claro cómo y cuándo ir a la peluquería, que necesita cita previa, pero no se ha transmitido igual de bien esa información con respecto a los centros de salud. Y les vamos a llamar en cuanto tengamos los resultados».
Sin fallecidos
En una jornada que se convierte en la segunda consecutiva sin fallecidos por coronavirus en toda la Comunidad, y apenas 3 nuevos contagios en toda la provincia, entre los 19 registrados en el conjunto de la Comunidad, desde el sindicato médico CEMS, Victor Pedrera abunda en que el servicio sanitario online consigue una mayor eficacia sin que pierda calidad el servicio.
No obstante advierte de que las consultas que exigen ser presenciales, requieren sistemas de limpieza e higienización constantes que tienen que pasar por el refuerzo del servicio. «Si un paciente tiene que usar una camilla en la consulta, en cuanto se va hay que desinfectarlo todo y no puede ser el facultativo el que se encargue. También se le debe descargar de los trámites que pueden completar administrativos preparados para ello», puntualiza.
Reclaman a su vez el refuerzo de los puntos de atención continuada o PAC de urgencias ambulatorias las 24 horas del día, «que podrían absorber el 60% de las urgencias hospitalarias», afirman.
