Prácticamente dos meses encerrado en casa y con una drástica reducción de la actividad física y, sin embargo, le duelen más los pies que cuando vivía en el ajetreo de la vieja normalidad. ¿Tiene sentido? Según el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), sí, tiene todo el sentido si ha llevado a cabo una mala práctica que le ha provocado dolor e inflamación en las extremidades de los miembros inferiores a raíz del confinamiento. De hecho, ha sido la principal patología en los pies durante el periodo de encierro por el coronavirus. Con suma frecuencia las culpables han sido ni más ni menos que sus zapatillas de estar por casa, o más bien el abuso en la utilización de ese tipo de calzado en busca de comodidad. Y ojo, que le puede suceder lo mismo ahora que con el calor se extiende el uso de chanclas.
"El problema ha sido el aumento en las horas de utilización de este calzado que, por lo general, no tiene sujeción porque no va abrochado. No dispone de una suela adecuada para caminar, no tiene amortiguación ni contrafuerte y es muy blando, no te mantiene la forma del pie", explica a este diario la vicepresidenta de los colegiados, Pilar Nieto. Se refiere así a zapatillas pensadas para ser utilizadas durante breves espacios de tiempo pero no durante horas, por inocuo que parezca.
"Claramente se ha abusado del uso de este calzado. Mucha gente va todo el día en zapatillas de estar por casa, salvo el momento de ir a comprar, pasear o hacer deporte. Esto ha provocado molestias en los pies surgidas por el cambio repentino a este tipo de calzado durante muchas horas. Incluso para andar por casa es recomendable utilizar un calzado adecuado. Esas zapatillas están solo indicadas como calzado de transición en casa: para ir a la cama o al despertarse, argumenta Nieto. En este sentido, señala que antes se utilizaba como mucho 30 minutos al día y ha pasado a utilizarse durante 12 horas, motivo por el cual ha sido una de las principales causas de patologías en los pies en la cuarentena.
La presidenta del ICOPCV, Pilar Nieto. INFORMACIÓN
La falta de un empleo adecuado de calzado puede desembocar en problemas como la fascitis plantar, que es una inflamacion en la musculatura que recubre el pie por el movimiento que se genera al despegar los pies del suelo cuando se camina. Andar por casa descalzo también ha acabado generado molestias dado que "no es algo malo, pero nuestros pies no estaban acostumbrados a hacerlo con tanta frecuencia y la musculatura no está tan tonificada", indica la vicepresidenta de los colegiados. "Son procesos inflamatorios que suelen ser puntuales y con la aplicación de hielo o algún inflamatorio remite en la mayoría de los casos", detalla la podóloga.
Para evitar esta serie de consecuencias negativas, desde el Colegio Oficial de Podólogos recomiendan utilizar calzado de calle para estar en casa durante largos periodos de tiempo con tal de que el pie tenga una sujeción adecuada y evitar contratiempos de este tipo.
Traumatismos
Con la progresiva instauración de la nueva normalidad y la vuelta a la actividad completa de los servicios de podología (durante el confinamiento sólo atendían urgencias), algunas de las afecciones más comunes que se están tratando en las clínicas especializadas son traumatismos en dedos, pie y tobillo, onicocriptosis por mal corte de uñas, hiperqueratosis o helomas, entre otros.
Desde el ICOPCV se ha asegurado que también se están viendo ya en las consultas los efectos en los pies de haber practicado deporte en casa, donde el tipo de pavimento es cerámico o de parquet y no es el idóneo. Las lesiones más frecuentes por este motivo han sido esguinces, fisuras y traumatismos, entre otros.
"También hay que poner la atención en las patologías surgidas en los deportistas, tras haber estado dos meses parados. Después de este tiempo de prácticamente reposo, es fundamental iniciarse de forma paulatina incrementando poco a poco los tiempos y las cargas. Si no se ha hecho así, aparecen lesiones como esguinces, roturas musculares, contracturas y sobrecargas, principalmente, porque el cuerpo no está preparado", explica la videpresidenta del ICOPCV.
"Por otro lado, estimamos que pronto podrán verse consecuencias en aquellos que nunca han practicado deporte y se han iniciado durante la cuarentena. Estas personas, al no estar preparadas físicamente, es muy fácil que padezcan lesiones inflamatorias como tendinitis, fascitis por uso repentino y repetitivo así como lesiones dérmicas tipo ampollas y rozaduras", concluye Pilar Nieto.
Cuidar los pies en casa
Los podólogos destacan que éstas son algunas recomendaciones que nos ayudarán a mantener una buena salud en los pies:
1. Mantener una higiene diaria de los pies.
2. Secarlos muy bien tras la ducha, especialmente entre los dedos. El exceso de humedad favorece la proliferación de hongos y bacterias.
3. Hidratarlos a diario, sobre todo el talón y nunca poner crema entre los espacios interdigitales porque los macera.
4. Masajearlos al aplicar crema ayudará a mejorar la circulación, así como la realización de baños de contraste.
5. No dejar las uñas largas y cortarlas con forma recta sin picos en las esquinas para evitar que se claven.
6. Evitar tomar alcohol y el tabaco, ya que ambos contribuyen a una deshidratación de la epidermis que aumenta el riesgo de afecciones en los pies, como son las dolorosas grietas
7. Utilizar calcetines de materiales naturales y sin costuras. Estos permiten que transpire mejor el pie y no dificultan la circulación.
8. Optar por un calzado que se adapte al ancho natural del pie, que sea cómodo, flexible, transpirable, con una planta acolchada y, si es posible, antideslizante.
9. Realizar ejercicios específicos con regularidad. Es muy bueno trabajar los pies estirando y recogiéndolos, moviendo los dedos y girando los tobillos porque ayuda a tonificar los músculos, articulaciones y tendones.
10. Evitar o disminuir el uso de limas para eliminar lo que pueden parecer callos o hiperqueratosis porque éstos muchas veces no responden sólo a una falta de hidratación de la zona, sino que pueden esconder algunas patologías como eccemas, psoriasis o tiñas, y se agravarían al ser limados.
Junto a esto, se recomienda que los pies de personas de riesgo como son los ancianos y diabéticos sean examinados a diario para detectar con celeridad si se hubiera producido algún tipo de alteración ya que, debido a sus problemas de sensibilidad en la zona y de cicatrización, cualquier herida puede derivar en problemas más graves como úlceras.
