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Las reservas de alquiler de embarcaciones para este verano se disparan en la última semana

La demanda crece en un 25%, sobre todo del mercado nacional, y las empresas empiezan a captar peticiones de extranjeros para julio y agosto

Preparativos de una embarcación de alquiler en el Club de Regatas de Alicante. HÉCTOR FUENTES

Unos 500 euros, extras aparte, cuesta alquilar una embarcación con la que hasta diez personas pueden pasar un día en el mar; y el precio se abarata si se reserva el tiempo necesario para que entre siete y diez pasajeros disfruten de unas vacaciones a vela costeando hacia Altea, Dénia, Xàbia o Moraira; navegando a Ibiza o Formentera, e incluso hasta Croacia. El turismo náutico recreativo experimenta un auge tras la pandemia del coronavirus ya que permite a grupos familiares o de amigos pasar unas vacaciones con distancia social, lejos de núcleos urbanos y entornos masificados.

Según un sondeo de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), las reservas de alquiler de embarcaciones por semanas, días e incluso horas se han disparado en la última semana, con un 25% más que en las mismas fechas hace un año, sobre todo turismo nacional, aunque desde que el Gobierno dio a conocer que a partir de julio podrá venir internacional, las empresas registran un incremento elevado de peticiones desde el extranjero. Como explica Carlos Sanlorenzo, secretario general de la asociación, la práctica náutica está catalogada por el Instituto para la Calidad Turística Española como una actividad de ocio segura. «Se practica en un espacio abierto, como es el mar, navegando con personas que uno decide. El turismo que se potencia este verano es el que genera menor concentración de gente. El barco es autosuficiente, con su cocina y su aseo, no se necesita ir a espacios públicos y la actividad se puede desarrollar con mucha distancia social». Sanlorenzo destaca además las excelencias de la provincia como destino náutico, «tiene una costa muy seductora, sobre todo de Dénia a Moraira».

El sector espera alargar la temporada a octubre gracias a la buena climatología de la costa alicantina y aprovechar la apertura de corredores turísticos con países en la misma situación sanitaria. Con ello confían en remontar el descalabro del 61% en la matriculación de nuevas embarcaciones en la provincia de enero a abril, y en un 49% de las destinadas a alquiler a causa del parón por el estado de alarma, según datos de la Dirección General de la Marina Mercante. Un informe de la Federación Española de Asociaciones de Puertos Deportivos y Turísticos otorga a la Costa Blanca 11.411 amarres. Dénia, Alicante y Santa Pola están entre las 20 ciudades españolas con más empresas registradas, según el estudio «Impacto Económico de la Náutica de Recreo en España», elaborado por la Universidad Complutense.

Héctor y Hugo Domínguez, fundadores de la nueva empresa HDL Sailing, están preparando su embarcación para alquilarla y tienen personas interesadas pese a que aún no han presentado la oferta de precios. «Se está moviendo (el sector) y por lo que sé de otras empresas tienen casi todo el verano reservado», señala el primero. Las empresas suelen alquilar sin patrón en caso de tener los viajeros la titulación correspondiente, y de lo contrario se ofrece el servicio de patrón profesional a bordo, un extra que ronda los 240 euros al día, manutención aparte, a sumar al alquiler.

Su barco está en el Club de Regatas de Alicante, donde tienen 566 amarres, la mayoría de socios pero también libres. En éstos hay overbooking de reservas, sobre todo de embarcaciones pequeñas. Inés Herrador, gerente de las instalaciones, apunta que «el turismo náutico va a salir reforzado, sobre todo el mercado nacional. La gente está reservando ya amarres por si no se puede ir a otro sitio». El Club recuperó la actividad náutica recreativa con el inicio de la desescalada aunque faltan los equipos deportivos de las escuelas, que volverán en fase 2. Esta actividad tiene mucho de social, de ahí que se vayan a cancelar actividades como la Tabarca Vela para evitar masificaciones y al no considerarlo oportuno por las víctimas que ha dejado el covid-19.

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