La Asociación de Restaurantes de Alicante que preside César Anca, creada hace dos años, ha sido protagonista durante buena parte de la crisis del coronavirus por una importante labor social al poner en marcha una cocina solidaria para elaborar más de 300 comidas diarias para los más necesitados. El prestigioso chef pide al Gobierno oxígeno para dar el impulso que necesita la hostelería para poder regenerarse.
P La hostelería ha sido fuertemente golpeada por la llegada del coronavirus
R Sin ninguna duda, y en Alicante todavía más al ser una ciudad que depende del turismo. Nos ha sacudido a todos tanto a empresarios como a trabajadores.
P No dudaron en cocinar para los más necesitados...
R En el momento en el que se nos fue quitando el miedo, desde la asociación nos pusimos a pensar cómo podíamos ayudar. Poner vías no sabemos, pero sí cocinar. La crisis no es solo sanitaria, sino también social, por lo que nos pusimos manos a la obra y no pensábamos en si podíamos caer enfermos, solo en que llegara la comida. Nos sorprendió la cantidad de gente que está necesitada y cada día la demanda es mayor.
P Con el paso a la fase 2, muchos restaurantes podrán abrir...
R No tantos como se preveía. Las condiciones son muy limitadas por la reducción del aforo. Hay negocios que si les dices que no pueden superar el 50 por ciento y además tienen que dejar dos metros entre mesa y mesa directamente no pueden abrir. Lo que reclamamos es que la única condición sea la separación entre las mesas. En una primera fase nos pusimos en pie de guerra por el aforo de las terrazas pero gracias al Ayuntamiento muchos establecimientos pudieron abrir. Es importante que sean rentables para poder ir sacando a los trabajadores de los ERTEs.
P Agradecen la labor del Ayuntamiento...
R Las tres asociaciones le estamos muy agradecidos por cómo nos han ayudado durante este tiempo. Siempre teníamos un teléfono al que acudir.
P ¿Es optimista con el futuro?
R La hostelería es el primer sector de Alicante y está íntimamente unido al turismo. Se está volcando todo el mundo y la gente tiene claro que esto lo rescatamos entre todos, restaurantes, pequeños comercios... Al principio la gente tenía miedo al sentarse en una terraza y pensaba que estaba haciendo mal, pero ahora se empieza a disfrutar, los clientes se están comportando muy bien. Hay un sentimiento de ayuda al sector, de que aquí lo sacamos adelante entre todos.
P ¿Habrá un antes y un después en la hostelería?
R Seguro. Nos vemos obligados a reconvertirnos, a implantar nuevos métodos como el servicio de comida a domicilio y para recoger, pero sobre todo destaco la unión que va a haber entre el empresario y el trabajador. La implicación por sacar esto adelante es máxima y la viabilidad de los negocios pasa por que la gente esté unida.
P ¿Qué pasará con las barras de los restaurantes?
R Es sin duda la parte más damnificada de la hostelería. Habrá que esperar a la última fase para ver qué medidas hay que utilizar. A los españoles nos gustan las barras. Estamos pidiendo que nos digan lo que se puede hacer y lo que no para preparar los protocolos, pero lo que tenemos claro es que si nos ponen medidas muy duras muchas barras de Alicante van a morir. Por la fisionomía de muchos locales estarán condenados a cerrar siendo buenísimos restaurantes. Se quedarán muchos por el camino porque no les saldrá rentable. Un drama. Hay que tener en cuenta que la gente va a un restaurante a disfrutar, por lo que tiene que prevalecer la cordura y la sensatez.
P ¿Cómo ve los servicios de recogida y a domicilio?
R No es un gran negocio para un restaurante. Al español le gusta vivir la experiencia de un restaurante. Esos servicios deben ser para casos puntuales. No tengo mucha confianza en ello, está más unido a la comida rápida.
P En julio ya pueden venir extranjeros...
R Esperemos no llegar tarde. El problema es la credibilidad de cara al exterior con tantas contradicciones del Gobierno. Es fundamental la ayuda al sector hotelero con ofertas de última hora. Hay países como Grecia o Portugal que ya nos han adelantado y han aprovechado esta coyuntura.
P ¿Cree que se podrá salvar la temporada de verano?
R Sin ayuda a los hoteles será muy complicado. Con el turismo nacional no es suficiente y Alicante tiene mucha competencia por todo el Mediterráneo.
P ¿Se verán afectados los precios?
R No deberían subir porque nos hundimos más. La materia primera, sobre todo la que viene de la huerta, ha subido mucho pero lo restaurantes no podemos.
P Han pedido ampliar los ERTE hasta final de año...
R Es fundamental para que muchos negocios sigan vivos. Necesitamos oxígeno, que no nos ahoguen. Si se acaban los ERTE llegarán los ERE y es justo lo que no queremos.
