Educación online sí, pero compaginándola con la presencial. Los expertos lo tienen claro. Dudan de la eficacia de la educación telemática tal y como ahora está planteada, sobre todo en los niveles inferiores del sistema educativo, en Infantil y Primaria. Abogan por un cambio del modelo de enseñanza, ahora enfocado a aprenderse los contenidos de memoria, por otro donde prime el razonamiento, para que pueda funcionar la docencia online donde no se ejerce el mismo control sobre los alumnos que en una clase, por ejemplo durante un examen. «Con la situación provocada por el Covid-19 hay que pensar en una transformación digital de la educación y es el momento ideal para plantearlo; hacen falta aptitudes, para que alumnos y profesores tengan destreza en el uso de las tecnologías en un entorno pedagógico, y actitudes, de querer aprender en ese entorno virtual», dice Rosabel Roig Vila, catedrática y directora del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Alicante (UA).
La pandemia de coronavirus ha cambiado todos los esquemas, también la educación. Con miles de alumnos en sus casas, los profesores tienen que enseñar a través de una pantalla de ordenador, para lo que no todos los docentes y alumnos están preparados. «Cada profesor está haciendo lo que puede, con mucho esfuerzo e inventiva, para enseñar a sus alumnos a distancia pero, a partir del próximo curso, tiene que haber otro planteamiento en la educación online para que sea eficaz», señala el catedrático de Educación de la UA, Juan Luis Castejón. «Estudios de la OCDE ponen en duda la eficacia de las nuevas tecnologías en la educación, son un instrumento más pero debe acompañarse por un cambio de modelo educativo y compaginarlo con las clases presenciales, donde hay un feedback, una retroalimentación alumno-profesor, que en la enseñanza online se ve mitigada», explica Castejón.
Llega para quedarse
La ministra de Educación Isabel Celaá advertía hace unos días que sólo la mitad de los alumnos volverán al colegio en septiembre si no hay vacuna, el resto tendrán que seguir estudiando de forma telemática. La educación online, por tanto, parece que ha llegado para quedarse, pero los expertos consultados por este diario no tienen tan claro que sea eficaz si no se dota, por parte de la administración, de más formación y medios al alumnado y al profesorado. «Estamos poco preparados. El profesorado ha hecho un gran esfuerzo para adaptarse porque no ha habido tiempo de una preparación intensiva, y la administración debería ahora dar una dirección clara en materia telemática que guíe a todos los centros por igual, dependiendo del nivel educativo, que diga lo que hacer y lo que no, porque ahora estamos dirigiendo a nuestra comunidad de alumnos de la mejor manera posible, pero cada uno por nuestra cuenta», indica Susana Fernández de Ávila, vicerrectora de Estudios de la Universidad Miguel Hernández (UMH).
La brecha digital es más amplia cuanta más edad tiene el profesor y menos el alumno, que necesita del apoyo de sus padres para poder enviar sus deberes o para hacerlos en casa sin la presencia del profesor. Para Marc Candela, del sindicato Stepv, «lo que ha venido a demostrar esta situación es que el sistema educativo no está preparado ni pensado para una enseñanza 100% telemática y el alumnado tampoco, y la formación se tiene que adaptar para ser más específica en este sentido porque ahora el profesor ha tenido que ser, a la fuerza, autodidacta».
En las universidades sí tienen más experiencia en la enseñanza online, con clases en streaming como las que ahora están dando muchos profesores. La herramienta que más se usa estos días es Google Meet, pero queda mucho camino por recorrer para igualarlo a la educación presencial. Las principales lagunas en las clases telemáticas las están teniendo en Infantil y Primaria. «En la Educación Infantil es fundamental el desarrollo social y eso no lo permite la educación a distancia, por lo que es imprescindible un modelo mixto presencial-online», indica Juan Luis Castejón. «Tiene que haber poco tiempo para la tecnología en Infantil y Primaria y mejor aprovechado, combinado con actividades que tendrán que hacer en casa con ayuda de las familias, no hay otra forma», señala Roig Vila.
Embajador digital
En la universidad CEU Cardenal Herrera de Elche cuentan desde hace tiempo con profesores expertos que forman al futuro profesorado en recursos online. Son los llamados embajadores digitales. Edgar Mozas es uno de ellos. «La competencia digital docente se nos exige ahora a los profesores, que no es lo mismo que el saber manejar las herramientas como ordenadores o tablets», explica. «Las tecnologías bien usadas amplían la productividad, pero mal usadas son perniciosas, y vamos al fracaso si lo que se pretende es adaptar el modelo que hay de educación presencial al telemático, como dar ocho horas seguidas de clase; se pueden dar un par de horas online y pensar en una metodología innovadora y diferente, más allá del modelo que estamos acostumbrados de la transmisión de contenidos y memorizarlos».
Sobre todo hay dudas con los exámenes. Es difícil evaluar a un alumno por los contenidos sin saber si mientras hace el examen está mirando las respuestas en un libro, en internet o wasapeando con otros compañeros. «La evaluación tendría que ser continua y deberíamos pasar del modelo de examen memorístico a otro más formativo, que el alumno vaya razonando sus respuestas al profesor sin tener que reproducir lo que dice el libro tal cual», indica Roig Vila. «El problema del examen es su vigilancia, en una clase no dejas solos a los alumnos y online sí, por lo que debería regularse que se asegure la autoría de ese examen», zanja Fernández de Ávila.
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