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CORONAVIRUS

Los nutricionistas auguran un repunte del sobrepeso y la obesidad tras el confinamiento por el coronavirus

Un estudio confirma que empiezan a llegar a las clínicas pacientes que han ganado kilos durante el encierro por el coronavirus

Los nutricionistas auguran un repunte del sobrepeso y la obesidad tras el confinamiento por el coronavirus

El aumento de peso corporal ha sido un efecto colateral del confinamiento para muchos alicantinos. Las imágenes iniciales de consumidores arrasando en los supermercados para hacer acopio masivo de alimentos y las posteriores bacanales de sofá y televisión no auguraban nada bueno y, en efecto, la imperturbable báscula empieza a dar cuenta de ello. El Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana afirma que existen indicios claros que vaticinan un incremento de los problemas de sobrepeso y obesidad tras el encierro por el coronavirus. Un estudio interno realizado entre colegiados revela que el 70% de las consultas recibidas desde marzo han sido para perder peso y, ahora que han abierto las clínicas, se registra un goteo incesante de pacientes que no han mantenido hábitos saludables y necesitan soltar los kilos acumulados.

El vicepresidente de los colegiados en Nutrición, Rafael Birlanga, señala que las variaciones en los hábitos de consumo detectadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en las últimas semanas venían anticipando lo que ahora comprueban en sus propias clínicas. El incremento en la compra de patatas fritas, tabletas de chocolate o bebidas alcohólicas, unido a una descenso generalizado de la actividad física, explica que muchos se hayan desconfinado con alguna talla de más. «Ahora empezamos a tener un mayor volumen de trabajo y vemos lo que nos vamos a encontrar. El 80% de los nutricionistas que han participado en ese estudio creemos que ha habido un empeoramiento en la salud y que se han incrementado los niveles de sobrepeso y obesidad durante este periodo de cuarentena», afirma.

Afrontar situaciones de estrés, ansiedad o aburrimiento con viajes constantes a la despensa y la nevera, comer a deshoras y, en definitiva, comer peor, han sido y son comportamientos que contribuyen al michelín. Y aunque, a nivel global, gran parte de la población ha tenido más tiempo para cocinar y programar una alimentación sana y equilibrada, no siempre se ha aprovechado la oportunidad. «Nos ha sorprendido para mal el aumento del consumo de alcohol, uno de los que más se ha disparado en la cesta de la compra con respecto a meses anteriores, y también el abuso de snacks, aperitivos, tentempiés o platos precocinados. Aunque teníamos más tiempo, hemos incrementado el consumo de productos elaborados y comida ya preparada, que es de peor calidad», reflexiona Birlanga.

Problema arrastrado

Desde el Colegio de Nutricionistas recuerdan que ya llevan tiempo alertando del incremento de los problemas de peso. En población infantil, se calcula que uno de cada tres niños pesa más de lo que debería. Entre adultos, el 17% tiene obesidad y una de cada cuatro personas entre 25 y 34 años, sobrepeso. «En confinamiento, aquellas personas que han tenido la preocupación de tener buenos hábitos y buscar con profesionales la mejora en su alimentación no han tenido problemas, pero eso no ha ocurrido en la mayoría de los casos. El que ya tenía malos hábitos, aunque haya tenido más tiempo para hacer ejercicio y cocinar, si no tenía una idea de mejora o conocimientos de base para ello es difícil que lo haya conseguido», prosigue Birlanga.

Durante la cuarentena el 80% de los nutricionistas y dietistas que ha participado en ese estudio del Colegio Oficial ha seguido tratando a pacientes a través de medios telemáticos y el 60% de los encuestados asegura que seguirá manteniendo esa modalidad online para complementar el servicio presencial. Lo que los expertos no recomiendan bajo ningún concepto es tratar de afrontar ahora la operación bikini con dietas milagro que prometen reducir centímetros a la carrera.

«Abogamos siempre por una mejora de los hábitos que nos lleve a la mejora de la composición corporal para tener un estado de grasa y músculo saludable. Eso no va asociado con las prisas. Los procesos que te aseguran perder ciertos kilos en pocas semanas no están vinculados a la salud y pueden llegar a ser peligrosos. Nuestro consejo es acudir siempre a un profesional para la consecución de hábitos y objetivos realistas y adecuados a las circunstancias de cada persona», concluye el nutricionista.

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