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Vuelven las bodas, pero con convites en diferido

Los ayuntamientos de la provincia retoman los enlaces civiles, aunque mucho más deslucidos

Vuelven las bodas, pero con convites en diferido

Mari Carmen y Víctor Manuel celebraron el pasado sábado su enlace en el Ayuntamiento de Benidorm. La ofició el concejal Dani Luque y se trataba de la primera boda civil en el consistorio benidormí desde que se decretó el estado de alarma. En total hubo ocho asistentes, por decisión de los novios. Durante la ceremonia había casi tres metros de distancia entre los novios, testigos y otros invitados. Y entre el oficiante y los contrayentes, unos dos metros aproximadamente. No se permitió hacer fotos de los novios con la familia, para no vulnerar la distancia mínima, aunque alguna sí que ha quedado para el recuerdo, como se muestra en la imagen. Ya fuera, en la plaza del Ayuntamiento, esperaban a la feliz pareja diez personas más, entre familiares y amigos que se acercaron a felicitarlos, aunque sólo iban a celebrar una comida familiar con menos de una decena de ellos.

Ambos han sido de los escasos contrayentes que han decidido a lo largo y ancho de toda la provincia seguir adelante con sus nupcias a pesar de saber que el acto y el convite quedarían reducidos a la mínima expresión o, sobre todo esto último, se tendría que posponer.

«El grueso de los convites se ha pospuesto para 2021 o últimos de 2020», confirman desde Índalo Banquetes en Elda, que tenían mínimo dos eventos de este tipo cada fin de semana y que en estos más de dos meses se han tenido que reasignar para no antes de septiembre.

El caso es que aún así, con convites en diferido, los ayuntamientos de la provincia están volviendo a confirmar fechas previstas, sobre todo tras entrar en fase 1 y, si todo sale según lo previsto, de cara a la fase dos, a partir de la semana que viene, se esperan nuevas confirmaciones.

Así por ejemplo, en el Ayuntamiento de Alicante, desde el 14 de marzo hasta este 30 de mayo, había previstas un total de 80 bodas, pero al final se han celebrado solo 33. «Cuando pasemos a fase 2, se permitirá la asistencia de invitados. El 50% del aforo del Salón Azul y, aunque normalmente están de pie, es probable que coloquemos sillas para asegurarnos que se mantienen las distancias de seguridad. En ese caso se procedería a su limpieza entre boda y boda», indican desde el consistorio alicantino.

Por su parte, el Ayuntamiento de Elche acogerá una boda el próximo 6 de junio, la primera desde el 7 de marzo y después de haberse frenado 35 enlaces.

«Se alegraron nuestros padres y amigos de que anuláramos la boda más que si hubiéramos seguido adelante con ella. Para nuestros padres fue un poco un alivio». Pablo Alted cuenta así cómo justo unas horas antes de que el presidente del Gobierno anunciara la inminente activación del estado de alarma, él y su prometida, Davinia Marchante, tomaban la difícil decisión de suspender temporalmente el enlace. Los ilicitanos Pablo y Davinia se iban a casar el 21 de marzo, pero el viernes 13 de ese mismo mes, tras muchas dudas, decidieron pararlo todo. «Lo veíamos venir», señala Davinia, quien por aquellas fechas ya estaba preocupada por invitados y familiares que tenían que venir de fuera de la provincia a Elche.

Viéndolo venir

«Lo entendían perfectamente», explica la novia refiriéndose al fotógrafo, a la floristería o al restaurante que habían elegido para ayudarles en ese día tan especial cuando comunicaron que su boda quedaba suspendida. «Los proveedores se lo estaban viendo venir».

En otros ayuntamientos de la provincia la tónica ha sido parecida: Alcoy ha celebrado desde el 14 de marzo nueve bodas con todas las medidas de precaución para evitar contagios, se ha suspendido una y aplazado otras nueve. En Orihuela ya se han oficiado ocho enlaces y diez parejas que tenían fecha para marzo, abril y mayo han decidido aplazar el enlace. En Elda se han anulado seis nupcias.

Ahora, echando la vista atrás, los ilicitanos Davinia y Pablo consideran que fue una buena decisión posponer la boda. De hecho ya tienen nueva fecha: el próximo 12 de septiembre. «Hemos decidido seguir adelante. Siempre hay tiempo para anular», explica Davinia que, junto a Pablo, indica que no saben cómo será la ceremonia o el convite, con cerca de 150 invitados, con las normas que puedan estar vigentes en septiembre. Lo que está claro es que su boda alargada en el tiempo nunca la olvidarán.

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