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CORONAVIRUS

José Miguel Sansano: «Hemos enviado siete moléculas a un laboratorio de virología de Oxford para ver si inhiben al coronavirus»

«Es muy difícil lograr un medicamento, muchas moléculas se quedan por el camino porque ser tóxicas o tener efectos secundarios», dice

José Miguel Sansano: «Hemos enviado siete moléculas a un laboratorio de virología de Oxford para ver si inhiben al coronavirus»

En la investigación que realizan trabaja con moléculas contra la hepatitis para comprobar su eficacia contra el covid-19, ¿por qué estas y no otras?

Sí, hace años que publicamos y patentamos esas moléculas y no solamente esas, también algunas que hemos desarrollado después que creo que podrían ser también activas frente al virus de la hepatitis C y otro tipo de virus. De ahí surgió la idea de empezar a trabajar contra el covid-19. Las últimas aún no las hemos ensayado biológicamente, pero sabemos que antivirales que se utilizan para tratar la hepatitis C están dando buenos resultados contra el covid. Existen similitudes entre los mecanismos de replicación del virus.

Los expertos recomiendan el uso de medicamentos que ya se han probado para acelerar los plazos, en el caso de las moléculas con las que trabajan ¿sería así, o el fármaco tendría que volver a pasar todas las fases?

Tendrían que pasar todas las fases al ser nuevo, ese es el problema, que este es un proyecto a larga distancia. Pero a ver si antes de que llegue la vacuna alguna de estas moléculas puede ser activa. Aparte de estas moléculas que hemos preparado estamos probando otros fármacos. Hay una batería de moléculas nuevas, pero otras ya se podrían usar rápido al estar ya aprobadas.

En el caso de las nuevas, ¿de cuánto tiempo hablamos?

Mucho tiempo, demasiado. Pero si tienes un amplio espectro antiviral no sólo te permite atajar el problema del covid-19 sino también otro tipo de virus que venga en el futuro. Son fármacos que tardan más de tres años en llegar al mercado y muchos de ellos se quedan por el camino porque resultan tóxicos o presentan efectos secundarios. Es complicado, pero llevamos las dos líneas paralelas, la de productos nuevos y otras que ya se utilizan como antibióticos que pueden frenar el desarrollo del virus.

¿Se trata de nuevas combinaciones o de buscar antibióticos útiles?

Estamos estudiando los que están en el mercado y cumplen con un requisito estructural. Lo que pretendemos es realizar una simulación a nivel computacional de cómo actúa el fármaco con una de las proteínas principales del desarrollo del covid-19. Si vemos que esa molécula se adpata bien al centro activo de esa proteína y la inhibe ya pasamos a fabricar esa molécula o a decirle a nuestros compañeros virólogos que la prueben para ver si in vitro es capaz de inhibir el virus. Se llaman dianas terapéuticas. Nosotros usamos la proteína principal del virus que promueve su desarrollo y la segunda diana es la transcriptasa inversa. Sobre esas dos líneas terapéuticas podemos hacer simulaciones a través de mecánica molecular, ver cómo interactúa el fármaco con la proteína.

¿La parte de computación también la realizan en la UA?

De esto se encarga un compañero de la universidad de Castellón y otra persona se dedica a hacer los ensayos biológicos en el Fisabio, en Valencia. Nosotros en Alicante hacemos toda la parte de química, de desarrollo de síntesis. También colaboramos con un compañero mexicano que está en la Universidad de North Texas que nos proporciona la segunda diana terapéutica. Cuando tengamos alguna noticia sintetizaremos la molécula o bien si es comercialmente asequible, como uno de los antibióticos, les diremos a los virólogos que hagan el ensayo in vitro con células afectadas por el virus. El proyecto es multidisciplinar, hoy en día solo no vas a ningún sitio.

La computación supondrá un ahorro importante de tiempo.

Claro, yo confío bastante en los cálculos computacionales. Hay compañeros que no tanto, pero yo si porque la información que proporcionan es muy valiosa. Proporciona pistas de por dónde ir.

¿Con cuántas moléculas trabajan?

Muchísimas, pero existen distintas formas de probarlas. El otro día a través de una plataforma europea iniciamos una colaboración, aún por definir, con un laboratorio de virología de Oxford. Nos pidieron baterías de moléculas que pensemos que ofrecerán una mejor respuesta y les enviamos siete moléculas que pueden ser inhibidores, aunque tenemos muchas más. En este caso trabajaremos con ensayo- error. Si funciona alguna, nos saltaríamos el cálculo computacional. A medida que vayan probando nos informarán y se podrán ir modificando cosas. Y aparte de ver si la molécula inhibe o no debemos conocer a qué proteína afecta y el mecanismo de inhibición.

La idea es inhibir el virus desde los estadios iniciales para evitar los casos graves, ¿no?

Los compuestos antivirales no matan al virus. Un antibiótico sí mata a la bacteria, pero un antiviral lo que hace es frenar el desarrollo del virus. El virus de la hepatitis C, por ejemplo, hace millones de copias al día, palabras mayores, pero si consigues un compuesto antiviral para que el virus haga 10.000 copias al día, ya has ganado tiempo para que el sistema inmunitario tenga una respuesta rápida y lo fagocite. Esa es la idea. Este virus se desarrolla muy rápido y en el momento que entra en la célula parece que anula la señal que ésta envía al organismo para pedir glóbulos blancos que lleguen a matar al virus. Por eso cuando te infectas se produce una inflamación severa y si la respuesta es muy grande provoca graves problemas pulmomares. Es un virus con malas intenciones. Así que si alguna de nuestras moléculas puede ayudar a evitar fallecimientos sería una gran noticia. Aunque sabemos que es difícil.

Ya se están generando ensayos clínicos, pero uno de los quebraderos de cabeza es por qué a unos pacientes les funcionan unas combinaciones y a otros otras.

¿Por qué hay pacientes que no presentan síntomas y otros falleceen? Aún no se sabe. Hay personas que responden muy bien con antivirales y otras no. Puede ser que los que no respondan tengan dificultades hepáticas y que su hígado no metabolice bien el fármaco, pero también podría ser otra cosa. La respuesta a los antivirales debería ser genérica en personas sanas.

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