Con todo lo farragosa que puede llegar a ser la administración, que las endidades locales -municipios y diputaciones- dispongan de sus ahorros para asistir a las ciudadanos y poder luchar contra los efectos del coronavirus «solo depende de una firmita en un papel». Así de explícito se mostró el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, partidario de que el Estado autorice que las corporaciones municipales puedan utilizar sus superávits, subrayó, sin necesidad de «hacer ninguna transferencia de fondos». En el apartado de preguntas de la charla online del «Foro Alicante» organizada por INFORMACIÓN con el patrocinio de Bankia, la Universidad de Alicante y la Confederación Empresarial Valenciana, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, sacó a relucir el problema de los ayuntamientos para conseguir recursos con los que hacer frente a la crisis, y más si cabe, en poblaciones castigadas de la Vega Baja, que se vieron azotadas por el temporal del pasado mes de septiembre.

Mazón, además de destacar que la Diputación «fue la primera en reaccionar con las subvenciones» de la DANA y que la Generalitat «ha dado ayuda a particulares y debe seguir completando todo este procedimiento», se mostró firme a la hora de reclamar la devolución del IVA que el Estado le debe a las corporaciones locales y, sobre todo, que «nos permitan gastar lo que sí tenemos». «No tenemos que pedir más recursos a nadie, es lo que ya tenemos ahorrado y somos la administración más cercana para hacer llegar la ayuda», insistió antes de reclamar que «firmemos ese papel si de verdad creemos en la autonomía de los ayuntamientos, en que son mayores de edad», comentó Mazón durante una conferencia a la que se apuntaron 572 personas.

En esta misma línea, a una pregunta de la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, sobre las fórmulas de ayuda de la Generalitat a los municipios, el presidente de la institución provincial insistió en que se debe confiar «de verdad y no de boquilla» en la autonomía municipal. Y la primera a la que pidió esta cordialidad, esa búsqueda de la «cogobernanza» fue a la Generalitat, a la que reclamó «apoyar esa iniciativa municipal, no solamente con reuniones». Como ejemplo de esa falta de cercanía, Mazón citó que no se está ofreciendo a los ayuntamientos toda la información sobre la covid-19 por parte de la Generalitat Valenciana. «Los alcaldes y alcaldesas no van ciegos pero tanto hablar de transparencia, lo primero que tiene que hacer la Generalitat es practicarla como mínimo con los ayuntamientos que están en esta bendita comunidad», añadió el dirigente provincial del PP.

Un asunto que hubo tiempo para abordar en más de hora y media de conferencia son las competencias sociales que la Diputación ejerce desde hace décadas de forma impropia y que está negociando su traspaso a la Generalitat, a la que corresponden en realidad. Mazón aseguró que, a pesar de la «parálisis» causada por la pandemia, estos últimos días ha hablado con la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, «para retomar el pacto, ya escrito en las actas de la comisión bilateral». El objetivo de Mazón es que para el último cuatrimestre de este año «espero que hayamos podido completar el primer capitulo del traspaso de competencias, la teleasistencia, para luego abordar el Hogar Provincial», adelantó.

Descentralización

Con total normalidad, Mazón fue contestando una treintena de preguntas lanzadas por los participantes en el foro, donde se trataron temas como la utilidad de las diputaciones («no creo que la provincia de Alicante sea más fuerte o más débil que el Consell. Cuando más fuerte sean las provincias, más fuerte será la Comunidad Valenciana»), o la descentralización de competencias de la Generalitat («si la reforma de la Constitución incluye la segunda descentralización, hacia los ayuntamientos, debe venir acompañada de recursos financieros para hacerla posible»). Muchos asuntos se centraron en las posibilidades de los motores productivos alicantinos de superar esta crisis, como el sector del mármol, un campo llamado a la exportación que hay que hacer resurgir con la apertura de mercados y el control de tasas para salir al extranjero. Un apoyo a un ecosistema con el epicentro en Novelda, como las especias, que se debe apoyar a través del «consumo interno de productos alicantinos», «una obligación moral», ya sean cítricos, cerezas, nísperos o mármol.

Producto propio y empresas alicantinas, con un gran peso de la empresa familiar para la que Mazón reclamó que se dejara de tratar como «el patito feo» puesto que «hacen falta mas vocaciones de riesgo, de emprendedores, de generar empleo, y a esa labor ni desde la Diputación ni del resto de administraciones le hemos dado el peso que se merecen». También recordó que son «la única administración» que ha aprobado ayudas a profesionales liberales, y además, aseguró que el futuro del centro de congresos de Elche «lo tendrá que decidir Elche». La Diputación de Alicante «pone sus recursos a disposición de Elche» para hacer el estudio, pagar el proyecto, colaborar en su construcción y mantenimiento. Ojalá la Generalitat hubiera dicho una sola palabra», concluyó.