Más espacio para peatones y bicicletas en detrimento del utilizado para los vehículos, aumento de las zonas peatonales, aparcamientos disuasorios y un servicio público de transporte con frecuencias suficientes son algunas de las ideas que surgieron ayer en el encuentro virtual organizado por la Cátedra Vectalia sobre la «La nueva movilidad» encaminada a hacer de las ciudades espacios más habitables y sostenibles. Los ejemplos de algunas ciudades como Pontevedra, Vitoria, Madrid, París, Friburgo y Copenhague sirvieron para poner sobre la mesa la idea de que la mejora es posible. La clave, poder desplazarse desde un extremo de la ciudad a otro en 15 minutos sin utilizar el vehículo privado, sino en transporte público, en bicicleta o caminando.
Moderado por el director Internacional de Vectalia, Ignasi Armengol, en el encuentro participaron la directora técnica del Observatorio de la Movilidad Metropolitana y profesora de la Universidad Politécnica de Madrid, Cristina López; el ingeniero experto en transporte público y movilidad sostenible Carlos Cristóbal; y Pau Noy, presidente de la Fundación Movilidad Sostenible y Segura.
Pau Noy lanzó la idea de incentivar fiscalmente a las empresas que se comprometan a flexibilizar los horarios de entrada, así como a los trabajadores que se desplacen al trabajo en bicicleta como hacen países como Bélgica. «Si algo nos ha enseñado el covid-19 es que lo que parecía imposible es posible y que se pueden cambiar modelos y frenar el cambio climático». En este sentido, abogó por el teletrabajo para reducir los desplazamientos. «Si no se puede realizar cinco días a la semana, pues tres», opinó.
Además, puso como ejemplo de sostenibilidad a Friburgo, especialmente al barrio de Vauban, de unos 5.000 habitantes, son sistemas de climatización inteligentes y todo a mano: vivienda, trabajo, comercios, restaurantes y colegios. Y una buena red tranviaria para desplazarse al centro.
Cristina López explicó diferentes casos de éxito en la reducción del uso del coche en ciudades como Pontevedra, que ha peatonalizado buena parte de sus calles y sin impedir el acceso de vehículos ha logrado minimizar su uso por la regulación del aparcamiento. La nueva zona de Madrid Norte, concebida con un uso inteligente del transporte, las «supermanzanas» de Vitoria en las que se establecen células urbanas de entre 400 y 500 metros con un interior que potencia caminar y la bici o el objetivo de Copenhague de llegar libre de carbono a 2025. Así como los 15 minutos de París para desplazarse a cualquier punto unido a la ayuda al comercio de proximidad.
Carlos Cristóbal destacó que en Madrid, pese a lo que se podría pensar, el uso del transporte público, las bicicletas o caminar supone el 73% de los desplazamientos frente al 25,4 del vehículo privado, que habría que dejar por debajo del 20% compartiéndolo y con más zonas de bajas emisiones y carril bus.
