El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado la inmediata puesta en marcha de un plan de extensión de la telemedicina en la Comunidad Valenciana.
Para ello se van instalar 2.000 puntos de teleasistencia en los centros de salud de la Comunidad mediante el despliegue de 2.000 «webcams» y 2.000 auriculares con micrófono, así como 400 pantallas, 728 portátiles, 100.000 teléfonos y telefonía por ordenador o la ampliación de las funcionalidades de la App existente para la comunicación con pacientes, ya sea desde sus domicilios a los centros de salud o desde estos centros a los hospitales.
Asimismo, el presidente ha avanzado que en julio se celebrará un foro que reunirá a profesionales sanitarios, investigadores, entidades científicas y startups valencianas para abordar las necesidades en este terreno con el fin de consolidar un «cluster» sanitario valenciano.
En el mes de abril de este año, en plena pandemia, se atendieron 671.500 consultas telefónicas en Primaria, 20 veces más que en abril de 2019, cuando fueron 36.620.
Puig ha hecho hincapié en que la telemedicina jamás sustituirá el trato cercano con el paciente, pero la ha defendido para ganar eficiencia. La intención es que todos los centros estén capacitados para realizar videoconferencias de la forma «más eficiente posible con atención solvente».
El anuncio de la implantación de estos puntos de teleasistencia ha sido muy bien recibido por parte de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria. Esta entidad lleva semanas reivindicando que se dote de más medios tecnológicos a los centros de salud, que están atendiendo al grueso de los pacientes por teléfono. La elevada entrada y salida de llamadas telefónicas está colapsando las centralitas de estos centros sanitarios, lo que provoca que muchos pacientes acaben presentándose en el centro de salud para pedir cita, pese a que la recomendación es que no se acuda a estos dispositivos, sino que se llame por teléfono.
En este sentido, María Ángeles Medina, presidenta de la Sovamfyc, celebra el anuncio de Ximo Puig, pero cree que estos medios se quedan cortos para poder llegar a todos los centros de salud de la Comunidad Valenciana. «En las tres provincias seremos unos 6.500 médicos de familia por lo que hacen falta más recursos para llegar a todos los profesionales, pero como punto de partida creo que es una buena noticia». Medina también hace hincapié en que estos puestos de teleasistencia «nunca van a sustituir al trato personal entre el médico y el paciente en aquellos casos en los que sea necesario».
