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El ocio nocturno pide ayuda al alquiler y flexibilidad para no ir a la ruina

Los empresarios del sector desconocen en qué condiciones podrán abrir y anticipan que no será rentable si se limita el aforo ya que viven de las aglomeraciones y la mayoría de ingresos se producen el fin de semana

Una de las discotecas de Elche que se mantiene cerrada desde que se decretó el estado de alarma. sergio ferrández

El sector del ocio nocturno es uno de los que más complicado lo tiene para reanudar su actividad con ciertas garantías en plena desescalada por la crisis del coronavirus. La esencia del mundo de la noche es la concentración de personas que disfrutan de la música, bebidas y compañía en discotecas y pubs donde la distancia social siempre ha estado ausente.

Precisamente el gremio vive de las aglomeraciones, y casi toda la facturación procede del fin de semana, por lo que son innumerables las dudas que acompañan a los empresarios sobre en qué condiciones podrán abrir sus negocios cuando llegue la fase 3 y 4, y qué medidas les propondrá Sanidad o Turismo para evitar focos de contagio. En la provincia, la imagen es desoladora estos días. Mientras que las terrazas vuelven a llenar de vida las zonas de mayor tránsisto, las discotecas y pubs siguen con la persiana cerrada y todavía no calculan una fecha de apertura, que podría llegar después de julio, y en algunos casos ya cara a 2021.

Según Juan Martínez Tercero Molla, asesor de la asociación provincial de empresarios de salas de fiesta y discotecas de Alicante (ASAVAL), están tratando con las administraciones cómo se puede salvaguardar la salud pública y al mismo tiempo que salgan las cuentas. Desde el colectivo indican que hay varias incógnitas sobre el personal, los espacios y el aforo.

Por un lado entienden que la actividad es incompatible con estos momentos por lo que piden que los expedientes de Regulación Temporal de Empleo se prorroguen más allá del 30 de junio como fecha límite que estimó el Gobierno, ya que difícilmente podrán incorporarse las plantillas en su totalidad si finalmente se limita la capacidad o las infraestructuras. «En este sector no puedes reducir personal, ni diámetro del local porque las salidas de emergencia te condicionan al estar en los extremos y tienen que ser útiles», explica Molla en representación de su colectivo, que aúna a más de 60 establecimientos de ocio nocturno de la provincia en el que están afectados unos 1.200 trabajadores.

Precisamente la Federación Nacional de Ocio y Espectáculos «España de Noche» y Spain Nightlife han plantado esta semana al Ministerio de Turismo que se amplien los ERTEs, que se aplique un IVA superreducido del 4% y que se apruebe una suspensión del pago de los alquileres por seis meses, además de ampliar la vigencia de los contratos, entre otras medidas. En este sentido, los empresarios se sienten ahogados y con mucha incertidumbre. Francisco Linares, gerente del grupo La Comedia de Elche, entiende que el aplazamiento del alquiler no solucionaría el problema y sugiere que se apliquen ayudas directas para pagarlos, ya que las cuantías suelen ser elevadas porque los locales son de grandes dimensiones. Este empresario teme, también, que las medidas de distanciamiento sean insostenibles, «porque no puedes gestionar una discoteca con mamparas, quien va va para relacionarse, nosotros no podemos hacer fiestas a domicilio y hay una previsión muy negra», asegura.

Desde la asociación por un ocio responsable de Elche alegan que la supervivencia del sector es fundamental para alimentar la cadena económica, «ya que aunque no hagamos platos de calamares contribuimos a que esos platos se vendan porque después de la cena el cliente quiere una copa. Si este sector se pierde en la ciudad a la larga se verán afectados otros, y a pesar de que nuestro ocio no es referente como Benidorm también hay que defenderlo porque el tiempo pasará, esta situación se normalizará y habrá juventud que no tenga oferta y se vaya a otras ciudades», explica Miguel Limonchi, presidente del colectivo en el que están integrados cerca de 40 locales de ocio en Elche.

Propuestas

A nivel local, esta asociación reclama que el Ayuntamiento facilite medios para aliviar las limitaciones que habrá en el interior de los locales. Proponen, por tanto, que se busquen zonas al aire libre como el entorno de la UMH o el Paseo de la Estación para contar, por ejemplo, «con servicio de coctelería y barra por unas horas los sábados como medidas para aguantar hasta que exista la vacuna», expone Limonchi.

Lalo Díez, socio de varios locales de Alicante como Carabassa explica que tendrán que reinventarse en el interior del local pero todavía no saben cómo porque no han recibido pautas de las autoridades y tampoco pueden arriesgarse a hacer una inversión para prevenir del virus que posiblemente no sea válida después. Al menos intuyen que se transformarán algunos puestos como el de relaciones públicas para repartir folletos con los que atraer a la clientela. También reivindica que se estudie la particularidad del sector y no se englobe en el mismo saco de la hostelería.

Luis Oliver, gerente de Okavango Café en San Vicente, explica a INFORMACIÓN que tiene la suerte de que su negocio también tiene licencia de cafetería y restaurante, por lo que ha podido iniciar la actividad aunque presiente que hasta 2021 será muy difícil organizar actuaciones musicales en vivo. Deduce que los conciertos se disfrutarán sentados para respetar las distancias «y como mucho aspiramos a tener un 50% de aforo. Los grupos tendrán que bajarse el caché, es cosa de arrimar todos el hombro y que se puedan hacer cosas. Algunos me han dicho que están dispuestos para trabajar algo aunque se tendrá que subir también el precio de las entradas», señala este empresario.

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