Por menos de 100 euros se encuentran varias ofertas en internet para que otra persona realice un examen en tiempo real aprovechando que este curso no habrá que ir a clase para demostrar lo aprendido. Normalmente calculan el precio por la dificultad de la materia y el tiempo que se prolongue el examen. Unos 20 euros por hora aproximadamente. Los universitarios consultados admiten que la opción existe, aunque creen que esta práctica es muy minoritaria. En todo caso en algún trabajo, que cuestan entre 20 y 30 euros si son menos de diez folios, aunque en algunas universidades, como en la de Alicante, ya evitan esta táctica con el acceso de prácticamente todo el profesorado a los programas antiplagio. La picaresca va por otros derroteros en los que el grupo de WhatsApp arrasa, seguido del Skype. Alumnos y profesores consultados admiten que este curso se copiará más que antes, pero no tanto como podría parecer. Hay formas de evitarlo o al menos de complicarlo lo bastante como para reducir al mínimo las posibilidades.
La pandemia ha obligado a reconvertir las universidades presenciales en campus online en tiempo récord. Y es un sistema que, como ya avanzó el rector de la UA, Manuel Palomar, ha venido para quedarse, al menos, parcialmente. Ahora va a pasar su prueba de fuego, los exámenes finales, que se celebran del 27 de mayo al 19 de junio en la UA. La adaptación a esta nueva realidad ha generado aspectos polémicos para las evaluaciones, como el hecho de que el profesor no pueda ver al alumno por webcam mientras realiza los exámenes escritos tras las quejas de los alumnos basándose en una ley de protección de datos quizá demasiado garantista y que, al final, se ha solventado con que el docente se puede conectar al visor cada media hora. Otra cosa son los exámenes orales, que se celebran «cara a cara» de manera virtual e incluso se graban de cara a futuras reclamaciones.
Los parciales del último cuatrimestre ya han supuesto un termómetro de la situación. Y más de una prueba ha sido anulada tras detectar el profesor demasiadas respuestas iguales, grupo de WhatsApp mediante, como por ejemplo en Investigación Comercial de ADE. Resultado, examen anulado y nota del primer parcial. Pero también se ha dado el caso en una prueba de la Escuela Politécnica Superior en la que pese a los grupos de WhatsApp, la calificación media ha sido de 3. Copiar o «colaborar» no siempre es sinónimo de aprobar.
«Quien copiaba antes copiará ahora, pero no es tan fácil. En los exámenes tipo test que en mi grado son bastantes, dejan ahora 20 minutos cuando presencial era 30 ó 35 minutos el tiempo que teníamos. De hecho, sin copiar vas con el tiempo muy justo», afirma un alumno de Derecho. Además, «algunos profesores para evitar que copiáramos han preparado más preguntas y con la plataforma que utilizamos pueden variar el orden y que no nos aparezcan a todos igual o varíen algunas, lo que unido a la falta de tiempo hace muy difícil que copies. Y las formulan una a una, de manera que respondes y cuando pasas a la siguiente ya no puedes volver atrás», añade.
En el caso de Ciencias, otro estudiante explica que «en algunas asignaturas como Biología, en la que los exámenes son tipo test, quizá se pueda preguntar a los compañeros antes de contestar, pero en otras ponen problemas y al resultado se puede llegar de muchas formas. Si coincidimos muchos en el mismo razonamiento canta y de la misma manera que antes llamaban a los sospechosos al despacho para que explicaran cómo habían resuelto el problema, ahora harán lo mismo».
Los profesores están en general bastante sensibilizados con este tema y tras el sobreesfuerzo de la mayoría estos dos meses de teledocencia se muestran especialmente molestos con la falta de ética. «Si algún alumno copia perjudica al grupo entero porque perdemos el principio de igualdad y es injusto para los que han trabajado y se han esforzado. Los profesores intentamos que reciban la mejor formación y hemos realizado un esfuerzo para realizar las evaluaciones de la mejor manera posible. La relación entre docente y alumno debe basarse en la confianza mutua», señala un catedrático. Habrá que esperar para ver los resultados.
