Acabaron la carrera de Medicina el año pasado. De mayo de 2019 a enero de 2020 se enfrascaron en las pruebas MIR para la residencia obligatoria de cuatro años y la covid-19 les ha complicado la vida.
Al retraso de la adjudicación de 7.615 plazas para los más de 12.172 que aprobaron se suma el cambio en la adjudicación aprobado esta semana por el Gobierno. Obliga por primera vez a que sea telemática. Los 173 aspirantes en la provincia y el Colegio de Médicos de Alicante se echan las manos a la cabeza. Reclaman un sistema mixto, presencial y online, que ya se hizo hace 30 años para garantizar la elección de plaza en vez de «asignarla».
La propia presidenta del Colegio de Médicos de Alicante, Isabel Moya, eligió plaza de modo semipresencial en su momento, como la madre de una de las aspirantes que se graduó en València y prefiere mantener el anonimato. «Había tres sedes, Madrid, Barcelona y Sevilla, y por un altavoz se indicaba el número de la lista que elegía. El siguiente sabía lo que quedaba, pero ahora se nos priva de esta garantía. Nos hemos lanzado a trabajar como refuerzo contra la covid-19, pero ahora no recibimos el mismo trato», se queja la afectada.
Y es que, como añade Moya, la mejor calidad asistencial debe conjugar la situación laboral y la personal. «Existen medidas al alcance para garantizar la elección a distancia garantizando las medidas de distancias socia», afirma. Proponen descentralizar la elección a través de las subdelegaciones de gobierno, hospitales o embajadas «como cuando yo elegí el MIR» subraya.
El sistema telemático exclusivo, cuando es la primera vez que se haría de esta forma, echa a temblar a los aspirantes que temen que la web se bloquee con tanta gente accediendo a un tiempo desde toda España. «No es justo, como tampoco que no puedas cambiar la plaza elegida sobre la marcha», añade Moya.
Falta de transparencia, incertidumbre y miedo son las pegas de la presidenta «porque los MIR vienen de hacer un esfuerzo considerable con una carrera muy exigente y superado un examen que va a marcar su futuro y el de todos nosotros en el sistema sanitario» alerta Moya.
Las afectadas añaden que si algún puesto se rechaza en el momento, el aspirante tendrá que esperar otro año y la plaza se bloquea cuatro o cinco años. «Tampoco podré retrasar mi turno hasta que pida plaza mi pareja, días después por su puesto en la lista, para tratar de coincidir ambos en la misma ciudad», puesto que el trabajo en formación que se les adjudica será para los próximos cuatro años.
Entre las primeras 550 de la lista, otra titulada por la Universidad Miguel Hernández abunda que si le toca elegir en el mismo día no podrá cambiar de plaza sobre la marcha según lo que escojan los demás, pero que si le toca al día siguiente tendría margen. «No es equitativo y si se cuelga la web será una locura».
El proceso está previsto en julio y los aspirantes consultados no se explican que mientras la inmensa mayoría de la población podrá incluso ir a la playa, «nosotros no podamos reunirnos, no más de diez por día en la provincia de Alicante, y pedir con garantías».
También temen que la situación del covid-19 en Madrid derive buena parte de las peticiones de los aspirantes, que en condiciones normales apuestan por hospitales de la capital, a otras comunidades y se vean forzados a salir de la provincia para hacer el MIR.
El Gobierno ha añadido 143 plazas entre los cambios incluidos. La Comunidad, con 934, ha perdido una del Hospital de La Plana sin condición docente. Son 103 plazas más en Medicina y el resto para Farmacia y Enfermería. La especialidad con más puestos es Medicina Comunitaria para ejercer en los centros de salud, seguida de anestesiología y traumatología, y las autonomías con más plazas son la madrileña, con 1,638, seguida de la andaluza con 1.505 y la catalana con 1.443.
