El cambio de los exámenes presenciales por los telemáticos que ha obligado a adoptar a las universidades la crisis del coronavirus también conlleva la necesidad de repensar la fórmula de éstos para tratar de evitar que los alumnos copien, y más después de la polémica que se ha formado en torno a la conveniencia o no de grabar los exámenes online. Aunque los expertos en Derecho consideran que grabar el examen es legítimo desde el punto de vista legal, las universidades públicas de la provincia solo contemplan la opción de grabar los orales, dejando los escritos con menos vigilancia. Por este motivo, se están lanzando recomendaciones a los profesores para hagan uso de técnicas que dificulten el fraude.
Una opción, que se pone a disposición de los docentes, es la utilización de diferentes modelos de examen. Según los expertos, «esto resulta de utilidad tanto para exámenes en los que las respuestas son abiertas, como para exámenes con respuesta cerrada.
En el caso de los cuestionarios, es posible preparar bancos de preguntas, clasificadas en diferentes categorías, de manera que los exámenes se generen eligiendo aleatoriamente un número determinado de preguntas de este banco. Por tanto, las preguntas que se debe realizar a cada estudiante son distintas.
Además, en el caso de utilizar preguntas de respuesta múltiple, se puede ordenar las respuestas de forma aleatoria, de tal forma que las respuestas a cada pregunta aparezcan en distinto orden para cada estudiante.
Los expertos destacan que es importante redactar adecuadamente las respuestas en caso de seleccionar esta opción evitando respuestas del tipo «ninguna de las anteriores es cierta». Esta posibilidad de examinar la tienen a su disposición, por ejemplo, los docentes de la Universidad Miguel Hernández de Elche en su campus virtual.
Otra forma de evitar conductas poco éticas durante los examen es controlar el tiempo, que se considera como un factor especialmente importante en la realización de pruebas de evaluación a distancia. La recomendación que se lanza, en torno al tiempo, es que se diseñen modelos de examen, de forma que el tiempo resulte ajustado para la ejecución de la totalidad del examen.
No obstante, y a pesar de que el tiempo sea ajustado, no se descarta que los alumnos puedan consultar documentación adicional, por lo que se considera la opción de plantear el examen «a libro abierto», permitiendo al estudiante que disponga de apuntes y libros, y diseñando las preguntas teniendo en cuenta esta circunstancia. En cualquier caso, los expertos insisten en que si el tiempo para cada respuesta está bien acotado, se minimiza las posibilidad de consultar otros materiales o de acciones poco éticas.
Finalmente, si en un examen hay varias preguntas a desarrollar, lo que se recomienda a los docentes es que se opte por que cada una se plantee separadamente, con su tiempo de desarrollo, en lugar de plantear varias simultáneamente en un periodo más amplio. En cualquier caso, para dimensionar adecuadamente el tiempo para que resulte ajustado al examen, es muy recomendable realizar un examen de prueba para encontrar el tiempo más adecuado.
