«Los primeros días que pudimos abrir fue la semana del colchón, vendimos 7 u 8», relata con satisfacción Amador Garrido desde su tienda de muebles y decoración en Elche que estos días, como otras muchas de este sector, observa cómo las ventas de artículos relacionados con el descanso y el teletrabajo doméstico se están, para sorpresa de la mayoría de vendedores, revitalizando.
Y es que la gente se ha dado cuenta de lo incómoda que ha estado viviendo en casa, de lo poco adecuado que era su sofá, de lo mal que ha estado durmiendo en su colchón de toda la vida o lo inapropiado que es que los niños y los adultos hagan los deberes y teletrabajo, respectivamente, en la mesa del comedor.
Garrido el pasado lunes vendió un dormitorio de matrimonio y el martes un comedor. Los días anteriores, en su tienda de Muebles Marisa, ubicada en el número 11 de la ilicitana calle de Concepción Arenal, notó un repunte en las ventas de colchones sin que hubiera sacado ninguna promoción especial o algún descuento irresistible. La clientela parece que se está dando cuenta de que se va a seguir pasando mucho tiempo en el hogar y que estos dos meses de confinamiento «han dado también para percibir en sus carnes que el mobiliario que uno tiene en casa a lo mejor no era tan cómodo o útil como pensaba», según coinciden en señalar desde distintas tiendas de muebles de la provincia consultadas por este diario.
Buen reposo
«Sofás, colchones, mesas para el teletrabajo y estudios para los niños, es decir, con sillas más fuertes, mesa y algún estante, es lo que nos están pidiendo ahora», relata por su parte Juani Gil Carrión desde su negocio Muebles Bon Repós, en el número 16 de la calle Río Serpis de Alicante. «La gente se ve que ha dormido mal. Estos últimos días está entrando mucha gente a preguntar y se vende más que antes del inicio del estado de alarma», relata Juani desde su empresa en el alicantino barrio de El Pla, en la que empezó con 16 años y que justo antes de la crisis decidió dar el paso de quedárselo puesto que los antiguos propietarios no iban a seguir.
En Benidorm las sensaciones son muy parecidas. «Se llevan colchones, sofás y algún silloncito o mesa de comedor», manifiesta Ana desde Benicolchón, un comercio de barrio con más de 20 años de historia asentado en la avenida de Los Almendros.
Amador Garrido asegura que en su caso «la venta se ha movido, hemos vuelto con mucha alegría», y es consciente de que a raíz de este tiempo de confinamiento «ya cada uno sabe de qué pie cojea su sofá. No es lo mismo estar una hora en él, que siete. Mucha gente se ha dado cuenta de que su sofá era bueno hasta que ha dejado de serlo por las horas que ha pasado en él».
«Nuestra perspectiva es que el teletrabajo ha venido para quedarse. Esta crisis ha supuesto un importante empujón en la implementación y consolidación del trabajo en muchos puestos de trabajo y muchas empresas que hace poco no se imaginaban», declara por su parte Paco Ferrando, de Espriu Mobiliario, firma ubicada también en Benidorm desde hace mas de 40 años.
Juani Gil, que en solo semana y media ha vendido cuatro sofás, ocho colchones y dos conjuntos de mesa y sillas, sí que refiere que, al menos en el caso del colchón, «la gente los quiere baratos». Y no es para menos en los tiempos que estamos, donde el paro se ha disparado y el consumo ha caído, por lo que, a su juicio, tras la crisis de 2008, que ya se llevó por delante a numeras tiendas de muebles, entre otras, ésta de ahora también va a afectar y mucho en los próximos meses.
Sin embargo, en el establecimiento benidormí de Ana subrayan que la gente está invirtiendo un poco más en calidad, de manera que ahora se llevan productos de gama media. «Esperemos que siga así», apunta esta trabajadora.
«A mí me pilló de lleno la anterior crisis. Antes las tiendas funcionaban, pero fueron desapareciendo y ahora va a pasar lo mismo, aunque ya quedan pocas tiendas de barrio», lamenta Juani que ve el futuro en los próximos meses bastante incierto.
«Hemos vuelto con muchas ganas y fuerza. Los españoles somos unos cracks. Salimos de ésta seguro» sentencia en cualquier caso Amador, esperanzado con la respuesta de la clientela estos días.
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